La decisión de EEUU de retirar las tropas desplegadas en Siria, en un sector del norte de Siria a lo largo de la frontera de Turquía, abandonando a tropas de la coalición sirio-kurda aliada de Washington revela en toda su crudeza el laberinto de Oriente Medio y sus contradicciones. Turquía quiere ocupar esa zona y desarmar a las milicias kurdas que podrían amenazar su territorio y EEUU ha pactado con Ankara dejarle vía libre a cambio de concesiones militares.
La situación no es simple. Entre las unidades kurdas hay contradicciones y ha habido enfrentamientos militares, ya que algunas provienen del viejo PKK, la organización comunista kurda dirigida en el pasado por Okhalan y en tiempos aliada de Rusia. El PKK es responsable de atentados terroristas en Turquía y representa un riesgo, no sólo para este país sino para la zona y para las instituciones kurdas asentadas en Irak y en Siria. Principalmente contra estos grupos está pensada la operación ya preparado por Turquía y que Ankara anuncia como inminente. Estados Unidos ha filtrado que se ha asegurado con las autoridades turcas la limitación de la intervención militar a las milicias relacionadas con el PKK.
Turquía es un país de la OTAN y su unidad nacional y su supervivencia como aliado son consideradas estratégicas por Occidente desde hace décadas. Su control de las salidas y las costas del Mar Negro y de las cabeceras hidráulicas del Tigris y el Éufrates lo explican.
Pero, a la vez, Turquía ha girado y establecido acuerdos con Rusia para colaborar en Siria. Entre esos acuerdos está la instalación en territorio turco de sofisticados sistemas rusos que, para actuar, necesitarán coordinación técnica con Turquía que, por ser miembro de la OTAN, posee los códigos de identificación amigo-enemigo de los cazas occidentales, un tesoro para los rusos.
No se conoce el acuerdo turco-estadounidense para dejar manos libres a Turquía en el norte de Siria, pero seguro que el asunto de los misiles rusos habrá estado sobre la mesa y probablemente EEUU habrá obtenido alguna garantía. Pero habrá que verlo. El test turco es el de todo Oriente Medio.