Washington.- China no es sólo el país más poblado del planeta o la segunda economía del mundo, sino que ahora también domina el mundo de “social media” que hasta hace poco estaba liderado por Facebook, Twitter, YouTube o Instagram. A ésta última le salió competidor chino, una aplicación que a día de hoy cuenta con más de 500 millones de usuarios en el mundo.
Tik Tok es el nombre de la aplicación, o “Douyin” que es como más comúnmente se le conoce en China. El dueño de esta aplicación que está arrasando con sus competidores es ByteDance Technology, una empresa asentada en Beijing de tecnología digital que opera varias plataformas habilitadas para el aprendizaje automático de equipos. En otras palabras, ByteDance se especializa en conectar personas a través de inteligencia artificial y basado en los datos que los propios usuarios proporcionan.
ByteDance fue creada a principios del 2012 y hoy su valor supera los 20 mil millones de dólares. La empresa china de servicios digitales ha experimentado un crecimiento tan espectacular que hoy ocupa el primer lugar en el gigante asiático. Si se establece una comparación con las redes más usadas y visitadas, Twitter por ejemplo, cuenta con 321 millones de usuarios, o Snapchat, una aplicación de 300 millones de usuarios comprendidos entre los 13 y 25 años de edad -según la agencia Omnicor-. Tik Tok sólo es superada por Instagram, que es la aplicación usada mayoritariamente por los milenialls y los adolescentes y que cuenta con 1000 millones de usuarios -de acuerdo a Brandwatch-.
Algunos expertos en plataformas digitales coinciden en que el éxito de Tik Tok consiste en que no tiene mucha publicidad y no hay contenido político. Para abrir un perfil en esta aplicación, los usuarios deben compartir información personal como: una dirección de correo electrónico, número de teléfono, nombre de usuario, nombre y apellido, una breve biografía y una foto de perfil. Tik Tok sirve para crear videos de corta duración, a los que se puede agregar efectos, doblar canciones y, ya que la idea es que sean divertidos, al punto de hacer el tonto.
Además de crear y compartir videos, la aplicación permite a los usuarios interactuar con otros usuarios comentando sus videos y tiene la opción de enviar mensajes directos. Las cuentas son públicas de forma predeterminada, lo que deja la biografía del perfil abierta y el nombre del usuario, la imagen y los vídeos, incluso de niños, pueden ser vistos por otros usuarios. La aplicación se concibió para permitír el envío de mensajes directos, lo que ocasionó que adultos interactuaran con niños, lo que acabó en denuncias de padres estadounidenses. La institución de protección al consumidor estadounidense (Federal Trade Commission, FTC por sus siglas en inglés) basándose en la ley de protección de la privacidad de niños (Children´s Online Privacy Protection) llevó el caso al Departamento de Justicia, y la operadora de videos china acordó a pagar 5.7 millones de dólares, la pena civil más alta por haber violado la privacidad de menores hasta el momento. Además del pago millonario acordado el pasado febrero, Tik Tok está obligada a respetar la ley de protección de la privacidad de niños y, por lo tanto, ha tenido que retirar vídeos de menores de 13 años para poder seguir operando en territorio estadounidense, donde cuentan con 6 millones de usuarios.
Tik Tok, antes llamado Musical, entiende la dimensión del mercado estadounidense y la necesidad de seguir las reglas para poder continuar accediendo a esta generosa audiencia. Acordaron el pago millonario y además cambiar sus ajustes iniciales de no privacidad. Esto representa un buen ejemplo de lo que las empresas chinas están dispuestas a sacrificar por no quedarse fuera del lucrativo mercado estadounidense, pero también es un buen ejemplo de la manera sobre cómo las democracias puede combatir los abusos de las corporaciones extranjeras. En el fondo, Washington no sólo está en guerra de aranceles con China. Desde Washington se está intentado erradicar las prácticas irregulares de los chinos, que han sido en gran medida parte del éxito económico que han experimentado en los últimos años. En otras palabras, el crecimiento de la economía china no es el problema, lo que incomoda a Estados Unidos es que se abuse el sistema para hacerse con más beneficios. (Foto: Luc Legay)