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THE ASIAN DOOR: El secreto de WeChat para hacerse omnipresente. Águeda Parra

Existe algo más que una “muralla china” entre el ecosistema de redes sociales más populares a nivel mundial y aquéllas que se han creado en China, en principio, como réplicas de las famosas Facebook, Twitter, Google y Amazon. Los gigantes tecnológicos estadounidenses son los referentes indiscutibles en América, Europa, Oceanía y África, pero no es así el caso de China, donde su penetración podría considerarse testimonial, sin ser capaces de superar la muralla del ecosistema digital asiático.

Y hasta ahí llega el parecido. Pero no se trata únicamente de imitación de patrones tecnológicos y modelos de negocio, existe todo un esfuerzo de adaptación a los gustos y a las costumbres chinas al que se ha llegado gracias a una gran capacidad de innovación.

En el universo paralelo en el que se desarrollan las aplicaciones en China, WeChat ha pasado de nacer como una plataforma de mensajería a convertirse en la aplicación omnipresente para las actividades del día a día, ya que cada vez más estas necesidades se desarrollan en un ecosistema digital que está impulsando la economía de consumo del país y donde los nativos digitales chinos encuentran a través de la aplicación todo aquello que necesitan en su vida diaria. De ahí el éxito que ha alcanzado WeChat, conocida como Weixin en China, que ha sufrido un proceso de branding comercial para adaptarse a los mercados internacionales.

La innovación ha sido siempre la gran aliada de Tencent, que lanzó WeChat como aplicación de mensajería instantánea en 2011 y rápidamente alcanzó los 100 millones de usuarios gracias a la facilidad de realizar llamadas de voz y dejar mensajes a través de la aplicación, evitando el tedioso y largo proceso de escribir los caracteres chinos en el Smartphone. El siguiente paso fue incorporar los “Momentos”, con lo que WeChat se convertía en una red social donde los usuarios interactúan con los amigos y contactos incorporando mensajes instantáneos, al estilo de Whatsapp, vídeos, de forma similar a YouTube, e imágenes, que se pueden modificar con filtros al estilo de Instagram. Pero no sólo con amigos, sino también con otros usuarios que estén utilizando la aplicación, y con los que también se puede establecer comunicación, a diferencia del muro de Facebook.

En el universo WeChat se puede realizar casi cualquier cosa que se imagine, desde compras online, petición de taxis, reservas en restaurantes, compra de billetes de transporte, distribución de comida, y alquiler de bicicletas compartidas a través de la empresa Mobike, propietaria de Tencent, con la que el titán tecnológico chino realiza una donación de 1 Yuan por cada 10.000 pasos diarios que realicen los usuarios. Todo ello a través de su sistema de pago por móvil, WeChat Pay que, tras la incorporación de los hongbao digitales, los tradicionales sobres rojos, durante la celebración del Año Nuevo chino, disparó hasta 1 billón de usuarios los seguidores de WeChat.

WeChat Pay, también conocida como WeChat Wallet, es la killer-app del universo Tencent que cuenta con 600 millones de usuarios activos, en competencia directa con Alipay, de Alibaba, que alcanza los 450 millones y que hasta 2014 estaba considerada como el líder del mercado en e-commerce. Aunque Alibaba está liderando la estrategia omnicanal en la distribución de alimentos y la incorporación de la inteligencia artificial a la economía digital en China, el ecosistema de mini aplicaciones residentes en WeChat permite interactuar desde el mismo entorno, sin necesidad de descargarlas, y acceder a los contenidos sin salir de la propia aplicación.

Este continuo proceso innovador en el entorno digital sitúa a WeChat en la quinta posición entre las redes mundiales más populares, por detrás de las estadounidenses Facebook, YouTube, Whatsapp y Facebook Messenger. Pero los ratios de uso muestran una realidad totalmente diferente. Frente a los 22 minutos al día que interactúan los más de 2,1 billones de usuarios de Facebook, más de un tercio del billón de usuarios de WeChat pasan 4 horas diarias, más que el tiempo combinado de los usuarios que utilizan Facebook, Instagram, Snapchat y Twitter juntos.

La peculiaridad del entorno digital chino no está siendo impedimento para que Tencent y Alibaba sean pioneras en traspasar la “muralla china” hacia los mercados occidentales. WeChat lo utilizan más de 100 millones de usuarios fuera de China, principalmente expatriados, de los que más de 5 millones son trabajadores que residen en Sudáfrica. El hecho de que Facebook, Whatsapp, Twitter, Instagram y Snapchat esté restringido en China obliga a las empresas extranjeras a ser parte de los ecosistemas digitales del país para descubrir oportunidades de negocio viables en el mercado chino. (Foto: Flickr, Shankar S.)

THE ASIAN DOOR: Hablar de e-commerce es hablar de China. Águeda Parra

Desde hace unos años, las tendencias en el panorama tecnológico parece que han dejado de tener un enfoque eminentemente occidental-centrista, y ahora es China el que está configurando cómo se desarrollan los ecosistemas digitales mundiales. Este cambio de paradigma tecnológico supone que el gigante asiático está ejerciendo un rol determinante en sectores punteros de la innovación que engloban el Big Data, la inteligencia artificial, el Cloud Computing, las FinTech, y el e-commerce. Y, para conseguirlo, la clave de todo ello son los millones de nativos digitales chinos, los verdaderos early-adopters de las nuevas tendencias que están configurando la economía digital del siglo XXI.

De hecho, hablar de e-commerce en la actualidad es hablar de China. Hace una década, el mercado de compras electrónicas del gigante asiático apenas suponía el 1% del mercado global, cifra que asciende al 42% en 2016, según datos del estudio de McKinsey Global Institute. Tal es el dominio, que las transacciones combinadas de Francia, Alemania, Japón, Reino Unido y Estados Unidos no superan el volumen que se mueve en el mercado del e-commerce en China, según el citado informe.

De igual modo, si hablamos de e-commerce en China, hablamos de los 724 millones de usuarios de móvil que utilizan en un 35% de los casos el pago por móvil para realizar sus compras, frente a un 31,8% de los que utilizan las tarjetas de crédito, según cifras proporcionadas por el China Internet Network Information Centre. En China, el pago con tarjeta de crédito, al que han atribuido ciertos problemas de seguridad en los pagos online, está menos extendido que en Occidente, de ahí que la opción de compra a través del móvil sea la más utilizada en una economía de consumo con ritmos crecientes en China.

Gracias a esta tendencia, en los 10 primeros meses de 2017 el mercado del pago por móvil alcanzó una cifra de negocio de 17 billones de dólares, un 40% más que el volumen de las transacciones digitales realizadas en todo el año anterior. En el otro extremo se sitúa Estados Unidos, que apenas alcanzó un volumen de 49.300 millones de dólares en pagos por móvil, según datos publicados por eMarketer, haciendo que sea indiscutible el liderazgo de China en este ámbito.

Eventos como la Festividad del Año Nuevo en China han dejado patente que la comunidad de 1 billón de usuarios activos de WeChat forma parte del creciente universo de pagos a través del móvil que se desarrolla en China. Hasta 668 millones de usuarios de la aplicación optaron por enviar a amigos y familiares hongbao digitales, los famosos sobres rojos que contienen dinero, promociones que le reportan al gigante tecnológico una mayor penetración en el ecosistema digital mundial y que en China está dominado principalmente por Baidu, Alibaba y Tencent, también conocidas como las BAT, la versión china de Google, Amazon y Facebook, respectivamente.

En China, la batalla por el mercado de pagos digitales lo domina Alibaba, que en 2012 lanzaba Alipay y que ahora cuenta con 520 millones de usuarios, algo menos que su competidor, Tencent, con la aplicación WeChat Pay, que desde que comenzó a operar en 2014 cuenta ya con 600 millones de usuarios. A pesar de estas cifras, la popularidad de Alipay y WeChat Pay se concentra principalmente en los usuarios de China continental, y otros millones de expatriados que viven en Hong Kong, Macao y Taiwán, pero sin alcanzar los mercados europeos y estadounidenses. En este caso, el dominio corre a cargo de Apple Pay, con 87 millones de usuarios, y de Android Pay de Google, con 27 millones de usuarios en 2017, cifras de Statista que muestran la baja penetración del pago por móvil fuera de China.

WeChat Pay y Alipay están conduciendo a China a un mercado primordialmente de pagos digitales, aplicaciones con las que casi no se puede salir de casa ya que se utilizan para las compras de e-commerce, pago de facturas, alquiler de bicicletas, distribución de alimentos, adquisición de entradas, reserva de hoteles, o petición de citas médicas, entre los principales usos.

Cuando WeChat termine de extender a nivel nacional el desarrollo del sistema de DNI electrónico, disponible actualmente sólo en Guangzhou, el universo e-commerce comenzará a tener una dimensión incluso mayor. De hecho, ya se espera un incremento importante en el volumen de pagos online con el anuncio de WeChat de vincular y activar en las cuentas de WeChat Pay los servicios de las tarjetas de crédito proporcionados por MasterCard, Visa y JCB, posicionando a China a años luz de cómo se desarrolla el e-commerce en los mercados occidentales. (Foto: Dhruv Mahajan, Flickr)