La mayor iniciativa de desarrollo de infraestructuras mundial liderada por China, la nueva Ruta de la Seda, se ha convertido con el tiempo en uno de los instrumentos de diplomacia más importantes desplegado por un país. La inversión inicial de un billón de dólares ha posibilitado que la iniciativa china se haya convertido en un estratégico game-changer en el esquema de conexiones que conecta Oriente con Occidente, abarcando una amplia zona que se extiende por el Indo-Pacífico, pasa por África y enlaza con América Latina. Ante esta redefinición de escenario, ¿queda espacio para que otros agentes globales puedan contrarrestar una diplomacia que China lleva desplegando desde hace una década?
Desde que China lanzara la iniciativa, también conocida como la Franja y la Ruta, en 2013, las cadenas de suministro globales han experimentado una importante década de cambios. Las infraestructuras desplegadas y operativas bajo el esquema de la iniciativa china están modificando el esquema de conexiones, mientras que los países que participan de la Ruta se han incorporado como nuevos agentes en todo el proceso. China ha desplegado infraestructuras e incrementado diplomacia fomentando un modelo de game-changer que ha facilitado, asimismo, el desarrollo económico y una mayor integración regional en los países receptores.
Una década de diplomacia en gasto en infraestructuras por parte de China que ha motivado que Estados Unidos y la Unión Europea hayan puesto en marcha sus propias iniciativas. Para Global Gateway, como se conoce a la iniciativa europea, contrarrestar la influencia generada por China y conseguir que el gasto en infraestructuras se convierta en una herramienta de éxito capaz de posicionar a la Unión Europa como actor global tiene una correlación directa con la visión estratégica en la selección de proyectos emblemáticos. Responder a la inmensa demanda de infraestructuras y satisfacer las necesidades de conexión digital que tienen los países en desarrollo, evitando el solapamiento de iniciativas, son objetivos cruciales que deben guiar la misión del gran proyecto europeo.
Global Gateway está orientada a abordar tres grandes ejes de actuación prioritarios. La inversión en digitalización figura como primera prioridad, contemplando el fomento de la conectividad digital como herramienta de desarrollo tecnológico y como eje del desarrollo de redes e infraestructuras que suponga priorizar la incorporación de las nuevas tecnologías para reducir la brecha digital global. Entre los beneficios más directos para la Unión Europea, desplegar un nuevo esquema de redes de transporte implementado bajo el prisma de desarrollo de infraestructuras sostenibles supondrá la mejora de la conectividad, pero también significará el fomento de la exportación de estándares, estándares europeos que acompañarán a los proyectos desplegados bajo el marco de una normativa europea.
La financiación de proyectos Global Gateway podría convertirse, asimismo, en el instrumento que aportara dinamismo a la capacidad industrial de los países miembro, impulsando la generación de campeonas europeas compitiendo en los mercados internacionales. Mantener las ventajas competitivas actuales de las empresas europeas en un escenario geopolítico de continuo cambio requiere abogar por preservar la presencia de estándares europeos como parte del alto valor dentro de las cadenas de suministro globales.
Un segundo eje de actuación de Global Gateway es la financiación de proyectos de acción climática, con la que la iniciativa europea tiene la oportunidad de convertirse en el socio que otros países necesitan para alcanzar sus agendas de desarrollo sostenible. La Unión Europea busca así incrementar su rol en la acción mundial desplegando una cooperación global de transición energética.
En tercer lugar, Global Gateway ambiciona favorecer el fortalecimiento de los sistemas de salud, buscando diversificar las cadenas de suministro farmacéutico mediante la construcción de capacidades que permitan desarrollar manufactura y generar distribución propia, propiciando avances en la tecnología de la salud. Finalmente, la iniciativa contempla convertirse en una plataforma de inversión en educación y formación, además de fomentar el crecimiento sostenible.
Global Gateway movilizará 300.000 millones de dólares entre 2021-2027 y aglutinará recursos públicos y privados procedentes del Fondo Europeo para el Desarrollo Sostenible Plus (135.000 millones de euros), del Banco Europeo de Inversiones (25.000 millones de euros), de subvenciones (18.000 millones de euros) y de la aportación de instituciones financieras europeas (145.000 millones de euros).
Aunque todavía no está claro el modelo de gobernanza, el Equipo Europa se encargará de la dirección de la iniciativa y la reformulación de la visión estratégica de la Unión Europea frente a un escenario de geopolítica que plantea numerosos retos en las próximas décadas. La capacidad del Equipo Europa de priorizar una estrategia con amplia visión geopolítica no solamente favorecerá un prometedor despliegue de la diplomacia de la Unión a nivel global, sino que permitirá abrir nuevos y atractivos mercados para las compañías europeas.