La política de puertas abiertas que vivió China entre 1986 y 1990 supuso dejar atrás toda una larga tradición de economía planificada para abrirse camino hacia una economía de mercado y el sector privado. Significó para el gigante asiático el gran punto de inflexión que ha permitido que China en casi 20 años pase de la famosa política “Go Global”, impulsada por el presidente Jiang Zemin, a un nuevo modelo de desarrollo económico y social que podríamos denominar como “Go Digital”, al frente del cual se sitúa el actual presidente de China, Xi Jinping.
En esta época, la sociedad china no ha cambiado solamente en lo económico, sino también en lo social. Vigente desde 1979 hasta 2015, la política del hijo único ha dado lugar a una generación mucho más abierta de mente y más segura de sí misma, además de mucho más individualista. A diferencia de sus padres, que tuvieron que vivir numerosos conflictos sociales, los niños nacidos a partir de 1990 son la primera generación que ha comenzado a acceder a Internet desde la niñez. En una sociedad con larga tradición por emprender, los jóvenes chinos siguen pensando en abrir su propia empresa pero, en este caso, buscando fomentar la innovación y las capacidades que ofrecen las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, el uso del Big Data y el Cloud Computing para aplicarlo a todos los sectores de la economía china.
Hace casi 20 años, China inició un cambio económico desde una visión de dentro hacia afuera, animando a las corporaciones mejor posicionadas en el panorama nacional a dar el salto a la escena internacional. Sin embargo, en la era Xi Jinping, y con una generación de nativos digitales, la visión ha cambiado, y ahora se persigue fomentar el emprendimiento, la inversión y el desarrollo en I+D. En este ambiente de crecimiento económico, la generación de fundadores millennial chinos está haciendo florecer todo un nuevo ecosistema digital en China. Artífices de la abrumadora velocidad de transformación que se está produciendo en China en el ámbito de los negocios, están consiguiendo transformar una sociedad de cultura milenaria en el mayor ecosistema digital mundial. Se trata de una generación mucho más consciente de los problemas globales, y mejor formada que la de sus padres, donde el 25% de los jóvenes millennials chinos tienen una licenciatura o un título superior, comparado con el 3% de la generación anterior, según un estudio de Boston Consulting Group. Esta ventaja competitiva está creando una generación “Techie” de jóvenes chinos, como es el caso de Li Jing que, con 25 años de edad, es el vicepresidente más joven de Baidu, una de las startups más conocidas en China que comenzó simulando la funcionalidad de Google.
Esta generación está viviendo un mundo de dualidad entre tradición-modernidad, control-apertura, comunidad-individualismo, lo que está ayudando a forjar jóvenes emprendedores que tienen su propia visión de futuro, ansiosos por reafirmarse en su identidad y en mostrar su singularidad al mundo. Con edades comprendidas entre los 19-35 años, son unos 415 millones de jóvenes chinos millennials, según un informe de Goldman Sachs, que pueden considerarse una generación privilegiada de “pequeños emperadores”, como se les conoce en China, que saben disfrutar más de la vida y están acostumbrados a un nivel de gasto mucho mayor que generaciones anteriores donde predominaba fundamentalmente la cultura del ahorro. Sin gastos de hipotecas y con los gastos del hogar cubiertos, se pueden dedicar a gastar libremente sus propios ingresos, muchos de ellos, optando por la opción del emprendimiento.
El crecimiento de las startups en el sector de la tecnología es especialmente significativo en China, convirtiéndose en los impulsores de definir nuevas tendencias que están transformando el país y que indudablemente están modelando también nuestro propio entorno. Tal es el nivel de innovación y de emprendimiento entre los jóvenes, que se estima que cada día se crean en China 10.000 nuevas empresas, según ChinaDaily, lo que significa siete startups por minuto.
El hecho de que sean hijos únicos les ha hecho mucho más receptivos a interactuar y socializar por Internet, pasando conectados de media 27 horas a la semana, un 24% más que los jóvenes en Estados Unidos. En el caso de la generación de principios de este siglo, el ratio de penetración de las redes sociales asciende hasta el 99%, según el estudio conjunto de la Chinese Academy of Social Sciences y Tencent Research Institute. Mucho más preocupados por los problemas medioambientales, el cuidado de la salud, la mejor calidad de los alimentos, la igualdad de género y las libertades sociales, la conciencia de estos problemas está derivando en que sea una generación socialmente más activa, con ilusión por perseguir una solución a este tipo de problemas mediante la creación de nuevas empresas socialmente responsables. De su visión, del nivel de emprendimiento y de la capacidad de innovar que está promoviendo esta nueva generación depende en gran medida el futuro crecimiento económico y social del país en las próximas décadas. (Foto: Feinie, Flickr)