China, atenta a los choques entre Pakistán y Afganistán

Los enfrentamientos de los últimos días en la frontera norte entre Pakistán y Afganistán tiene alerta, otra vez, a las autoridades de Pekín, socio estratégico de Pakistán y con buenas relaciones e inversiones en Irán, país situado al oeste y al sur de Afganistán y con frontera con Pakistán.

China no tiene el menor interés en una desestabilización de la región y tampoco parece dispuesta a intervenir más allá de la diplomacia y la influencia económica para aliviar las tensiones que podrían extenderse al Asia Central.

Loa conflictos fronterizos entre Afganistán y Pakistán provienen de la división colonial que Gran Bretaña estableció tras la independencia otorgada a Pakistán (una frontera que Afganistán no ha aceptado completamente nunca) pero no exclusivamente. Es verdad que la Línea Durand que estableció Londres dividía a pueblos de la etnia pastún a un lado y otro y que esta etnia es la base sociológica y religiosa de los talibán, pero también es cierto que los llamados talibán pakistaníes, el grupo Tehrik-i-Taliban (TTP), llevan a cabo una estrategia terrorista contra el gobierno pakistaní en complicidad con el régimen de Kabul y con refugios en Afganistán. Una serie de acciones del ejército pakistaní han extendido los choques a lo largo de la frontera.

Para Pekín la situación no es fácil. Tiene muchos frentes abiertos: contra los uigures y tibetanos en China, contra Taiwán, intentando pacificar Birmania y tratando serenar sus mercados interiores que combinan crecimientos con crisis en algunos sectores. Y eso sin contar el equilibrio que le supone mantener su apoyo a Rusia respecto a Ucrania sin dejar de predicar la necesidad de estabilidad planetaria.

La nueva crisis en el flanco oriental de la gran región de Oriente Medio precisamente cuando se aquieta, al menos por el momento, el flanco occidental no es una buena noticia en una región altamente inflamable donde Rusia pierde peso, EEUU ha estado en retirada y China emerge como gran inversor. Habrá que ver qué recursos mueve Pekín y cómo los gestiona.

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