Pakistán se apresuró, desde el primer momento a expresar so solidaridad con Irán en el contexto de la actual crisis bélica de Teherán con Israel.
Pakistán sorteó el cierre del espacio aéreo iraní para enviar misiles en una operación que ha llamado la atención de los aliados de Occidente, donde Estados Unidos, Reino Unido y la UE siguen con preocupación la escalada bélica.
El ministro de Defensa de Pakistán, Jawaya Asif, volvió a apelar a la unidad de los países musulmanes frente al ataque de Israel a Irán y ha asegurado que apoyan a Teherán “por todos los medios”.
“Israel no actúa solo en esta situación. En este momento de prueba estamos con Irán por todos los medios. Vamos a proteger los intereses de Irán. Los iraníes son nuestros hermanos y su llanto y dolor es común”, afirmó Asif en una comparecencia ante la Asamblea Nacional.
Sin embargo, expertos occidentales estiman que hay más retórica que apoyo real, aunque Islamabad teme una desestabilización del régimen iraní que abriera espacios de poder a los separatistas baluchis que aspiran a una independencia de ambos países entre los que se encuentra el territorio histórico de Baluchistán. Pero no va a entregarse al régimen iraní, de mayoría chiita frente a la mayoría suní de Pakistán, ni quiere que Irán fortalezca su influencia en Asia Central. Además, el gran socio de Pakistán, China, está pidiendo contención y un alto el fuego negociado.
El gran riesgo que temen expertos europeos y de EEUU es, precisamente, la desestabilización del este de Irán, con repercusiones en el conflicto indo-pakistaní y la apertura a una mayor influencia china como gran padrino y pacificador eventual en la zona donde la influencia tradicional rusa ha ido debilitándose.
Pakistán, a la vez, lleva años intento no distanciarse mucho de EEUU y estrechar lazos con Arabia Saudí que parece estar mediando para un alto el fuego. El complejo puzle de Oriente Medio y Asia Central, regiones cada vez más interrelacionadas va añadiendo piezas cada día.
