A veces, las estrategias aparentemente bien intencionadas derivan en distorsiones y consecuencias no de todo esperadas que ensombreces los resultados teóricamente fijados. Y algo de esto está pasando con la última operación del gobierno chino contra la corrupción a gran escala, una epidemia crómica en la Administración y el tejido industrial gobernado desde Pekín.
Un informe de la Inteligencia Militar de EEUU subraya como esta campaña está impactando en el tejido de la industria militar china que mueve miles de millones de dólares en los programas de potenciación, extensión, modernización e iverstigación de las fuerzas armadas chinas.
“Solo en la segunda mitad de 2023, al menos 15 altos funcionarios militares y ejecutivos de la industria de defensa fueron removidos de sus puestos por corrupción (…) Esta ola de investigaciones relacionadas con la corrupción y la remoción de altos líderes pueden haber interrumpido el progreso (del Ejército Popular de Liberación) hacia sus objetivos de 2027”, dijo un alto funcionario de Defensa a los periodistas en una sesión informativa sobre el informe China Military Power, que se entrega al Congreso anualmente y describe los avances militares y de seguridad de China, recogido por la CNN.
El informe también señala que China está “casi con toda seguridad” aprendiendo de la guerra de Rusia en Ucrania y aplicando esas lecciones a su estrategia hacia Taiwán. En concreto, el alto funcionario de defensa dijo que China está tratando de “hacer avanzar sus objetivos” en el ámbito de la información y tomó las sanciones contra Rusia como una señal de que China necesita ser más autosuficiente para poder soportar sanciones adicionales.
El informe también señala que China tiene aproximadamente 600 ojivas nucleares operativas, aproximadamente 100 más que las que indicaba el informe del año pasado. Afirma que tendrán más de 1.000 ojivas nucleares operativas para 2030 y, si bien el alto funcionario de defensa dijo que estaba en línea con sus evaluaciones anteriores, agregó que ciertamente esperan que China “siga expandiendo y modernizando su fuerza” más allá de 2030.