Hasta hace unos años, era normal que Estados Unidos fuera el país que contara con un número mayor de unicornios, es decir, las denominadas startups tecnológicas de inversión privada que tienen un valor superior a los 1.000 millones de dólares. Sin embargo, con el milagro tecnológico que está experimentado China en los últimos años, los unicornios comienzan a proliferar fuera de Silicon Valley y emprenden su estrategia de hacerse globales desde China hacia los mercados internacionales.
Durante 2017 ha seguido creciendo el número de empresas tecnológicas globales que se han convertido en unicornios, hasta 46 compañías, según un informe de CB Insights, situación que ha intensificado la competencia entre la primera y la segunda potencia mundial por conseguir situar un mayor número de unicornios en la clasificación mundial. Solamente en 2017, China consiguió crear 17 de estas grandes empresas tecnológicas globales, a poca distancia de las 19 compañías que aportaba Estados Unidos.
La carrera en estos años ha sido trepidante, y China ya sitúa a 56 titanes tecnológicos en la clasificación de 2017, cuando en 2014 solamente tenía 8 unicornios. Por tanto, no parece extraño que en el próximo lustro la situación cambie y China pueda comenzar a liderar la clasificación mundial de unicornios, una vez que ya ha adelantado a Europa en la creación de este tipo de empresas.
El desarrollo tecnológico en China ha sido el gran desencadenante de que el gigante asiático se esté disputando los primeros puestos en el Top 10 de unicornios más grandes del mundo en 2017. En esta clasificación, el gigante asiático aporta cuatro empresas, la firma de transporte Didi Chuxing, y el fabricante de teléfonos móviles Xiaomi, en segundo y tercer puesto, liderando el Top 3 la estadounidense del transporte privado, Uber. Los otros dos titanes tecnológicos se sitúan al final del grupo de los 10 principales unicornios, ocupando Lu.com y China Internet Plus Holding los puestos octavo y noveno, respectivamente.
Una de las principales ventajas que tienen los unicornios chinos es el tamaño del mercado en el que se desarrollan. Las dimensiones del gigante asiático facilitan que se puedan expandir y desarrollar nacionalmente. La competencia en el mercado chino y la amplia experiencia adquirida durante este tiempo terminarán por animar a los unicornios de creación China a que den el salto hacia los mercados internacionales, donde ya comienzan a realizar las primeras incursiones. Con ello, los unicornios chinos entrarán en competencia directa con las empresas extranjeras en su propio territorio, y la lucha no será únicamente por conseguir una mejor cotización bursátil, sino por quién capta un número mayor de usuarios.
Otro aspecto destacado es el uso masivo de la tecnología en la sociedad china, que cuenta con una clase media creciente que está ampliando su nivel de gasto, facilitando que se creen un número mayor de nuevos unicornios en torno al sector del e-commerce y de las plataformas online. Y son las grandes tecnológicas de China del sector de los pagos digitales las que están invirtiendo para desarrollar la industria, de ahí que el 46% de los unicornios chinos hayan recibido la participación de empresas como Baidu, Alibaba y Tencent, según el citado informe.
La irrupción de los unicornios chinos en la escena internacional ha supuesto una duplicidad entre las grandes tecnológicas mundiales, como Tencent, que es la versión china de Google, Didi que emula el negocio de Uber, y WeChat, que es lo más parecido a Facebook. Empresas que se están viendo favorecidas por el efecto de los “sea turtles”, nombre como se denomina a los graduados chinos en universidades extranjeras que deciden regresar a los centros tecnológicos de China donde se está apostando por la innovación y el talento. Durante 2016, 432.000 graduados decidieron que China aportaba mejores oportunidades para desarrollar su trayectoria profesional que las que podrían encontrar en Silicon Valley.
El mercado chino se mueve con rapidez, y el ritmo de crecimiento de la economía del 7%, muy superior al alcanzado por el resto de grandes potencias mundiales, favorece la creación de nuevos unicornios tecnológicos, impulsado, fundamentalmente, por la apuesta del gobierno chino de convertirse en la primera economía mundial en 2030. Los unicornios chinos han venido para quedarse, y para crecer en número cada año, de modo que dependerá del dinamismo tecnológico del resto de economías que haya competencia en la futura economía digital. (Foto: DWRL U. Texas, Flickr)