(Foto: Portal GDA, Flickr) La denominada como economía digital comienza a afianzarse en todo el mundo, pero la gran transformación tecnológica y cómo quedará configurado nuestro mundo en las próximas décadas lo están definiendo hoy los nativos digitales de China.
La tecnología es una parte inherente a una generación mundial de jóvenes nacidos a mediados de la década de los noventa del siglo pasado, más conocidos como millennials. Sin embargo, en el caso de los nativos digitales chinos, la adopción de las nuevas tecnologías, sus hábitos y sus preferencias difieren tanto del resto de jóvenes de su generación como para ser los grandes arquitectos digitales del futuro de su país y de nuestro mundo.
Esta nueva generación digital no ha crecido con las enseñanzas del Libro Rojo de Mao, ni ha vivido las medidas aperturistas de Deng Xiaoping. El futuro del e-commerce y de la economía digital son parte del propósito de Xi Jinping de establecer un modelo de socialismo con características chinas para una nueva era, con el que se persigue la consecución de una sociedad modestamente acomodada y de un país modernizado. Los nativos digitales serán los verdaderos artífices de la transformación del país en una economía avanzada, ya que tanto las plataformas digitales de China, como el resto de fabricantes mundiales, van a tener en esta generación y sus gustos los referentes para modelar el futuro del e-commerce y de la economía digital mundial a nivel mundial.
Los nativos digitales en China representan el 16% de la población actual, y serán protagonistas del crecimiento del consumo total en China hasta en un 20% de ahora hasta 2030, según un reciente estudio de McKinsey. De modo que, la presencia de las empresas extranjeras en las plataformas digitales chinas resulta indispensable para poder participar de un mercado que en 2016 alcanzó unas ventas de 782.000 millones de euros, mayor que el gasto de Estados Unidos y Reino Unido juntos, registrando un incremento interanual del 33,4% en los primeros seis meses de 2017.
Esto se debe a que las plataformas digitales se han desarrollado en China de forma diferente al resto del mundo, fundamentalmente por una mayor penetración de Internet, siendo el smartphone el dispositivo con el que se registran más accesos a Internet, hasta representar el 95% de los usuarios activos. Pero en un entorno digital donde existen más opciones de compra que nunca, las multinacionales extranjeras deben estar atentas a un cambio de tendencia en la decisión de compra del consumir chino, donde el origen del producto ya no es el valor más importante, sino que prevalece el valor del producto y cómo se ajusten a sus necesidades. En el caso de los aparatos digitales personales, las marcas chinas han pasado de representar el 43% del mercado en 2012 al 63% en 2017, según el mismo estudio.
Alibaba, con su plataforma de e-commerce denominada Alipay, y Tencent, como desarrollador de WeChat, la mayor red social del país que incluye también mensajes instantáneos y servicios de pago, están creando una generación que actualmente está configurando el ecosistema digital donde conviven 500 millones de consumidores chinos, más que la población de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania juntas. En los últimos años, China se ha convertido en el mercado de e-commerce más grande y que más rápido crece del mundo, gracias a un trepidante ritmo de adopción de las nuevas tecnologías entre una generación que, en muchos casos, no ha conocido el teléfono fijo.
En China, Alibaba y Tencent dominan el 90% del e-commerce, el 85% de las redes sociales y el 85% de los pagos por Internet, dando forma a un ecosistema digital en el que se desarrolla una creciente clase media que actúa con espontaneidad y basándose en la comodidad de poder consumir nuevas experiencias que pueden disfrutar en el mismo día o al día siguiente. Todo ello hace que el futuro de las compras online y de los servicios a través del móvil en todo el mundo se estén diseñando a medida de los nativos digitales de China, teniendo como referencia estas plataformas donde la interacción social convive con las compras online y con los procesos de compra de forma integrada.