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El factor Trump
Nieves Pérez Rodríguez
El nuevo presidente de los Estados Unidos abre una nueva etapa en la historia. En este caso, por su peculiar forma de entender el mundo, emitir opiniones , o incluso a través del uso que da de su cuenta de Twitter. Y a dia de hoy, Asia Pacífico parece ser la zona que sufrirá mayor impacto en su nueva política exterior.
Donald Trump ha anunciado que su primera medida al entrar en la Casa Blanca, el 20 de enero, será anular el Tratado de Libre Comercio con la zona del Pacifico, pues lo considera un potencial desastre para Estados Unidos. En su afán proteccionista de la economía, afirma que se negociarán tratados bilaterales con cada país, siempre y cuando se antepongan los intereses americanos.
Cancelar un acuerdo de esta naturaleza, que fue uno de los grandes logros de Obama, tiene más implicaciones que la mera idea de proteger la económica americana. De entrada, TPP es el pacto comercial más ambicioso nunca antes alcanzado. Representa el 40% de la económica mundial. Incluye unos 800 millones de personas (casi el doble que la UE). Y como si fuera poco, consiguió que sus miembros aceptaran condiciones laborales y ambientales de acuerdo a los estándares del primer mundo.
También deja un efecto devastador en los miembros, quienes durante siete años negociaron hasta conseguir un acuerdo común, dejando en algunos casos ambiciones propias aparcadas por el beneficio de formar parte de una zona de libre comercio. Japón por su parte, advirtió de que el TPP carece de sentido sin la participación de Estados Unidos.
En el primer encuentro entre el primer ministro japonés y Trump, a pesar de que es poco lo que se conoce de esta reunión, se sabe que Abe recordó al presidente electo de la importancia de mantener la alianza que tiene neutralizada a Corea del Norte y que frena las intenciones expansionistas de China. Actualmente hay unas 50.000 tropas americanas en territorio japonés, lo que ayudan significativamente a Japón a mantener hegemonía y control en la zona. Se ha especulado sobre cómo los japoneses apostaban por una administración Clinton, pero, tras el resultado electoral, están intentando jugar su mejor carta al acercarse al nuevo presidente y transmitir sus temores sobre cómo un cambio de política exterior de Estados Unidos hacia el Pacifico podría desencadenar en una reorganización geopolítica en la zona. Eso, sin menciona, el riesgo potencial de una guerra con consecuencias catastróficas para la humanidad.
Estados Unidos tiene 5 alianzas claves en Asia: con Japón, Corea del Sur, Filipinas, Tailandia y Australia. Así mismo mantiene una relación especial con Taiwán. Además de estrechos vínculos con Vietnam, Malasia e Indonesia. Sin embargo, durante la campaña electoral, Trump aseguró que Estados Unidos no financiará la seguridad de ningún otro país. Pero la realidad, tanto en Asia, con presencia militar en Japón y Corea del Sur, como con la OTAN en Europa, es parte de lo que se conoce como mantenimiento de la paz a través del balance del poder y la presencia militar y se basa en este tipo de presencia estratégica.
Los intereses personales de Trump podrían convertirse en parte importante de la gestión de las relaciones internacional. De acuerdo con CNN, el grupo Trump posee más de 500 empresas, en al menos 18 países del mundo. Una investigación de New York Times señala que deben al menos 650 millones de dólares a grandes acreedores internacionales, entre ellos el Banco de China y el Deutsche Bank.
La anulación del TPP, no solo se justificaria en la exacerbación del Nacionalismo estadounidense y el aislacionismo trumpiano. Sino que podría entenderse como un juego de poder, donde el nuevo presidente de Estado Unidos le deja a china el camino libre, para que puede liderar en el Pacifico y convertirse en actor fundamental, donde todas las economías, sobre todo las más vulnerables, cedan a las exigencias del dragón asiático. Y a cambio, Míster Trump podría obtener refinanciación de su deuda, o ajuste de los intereses, o incluso que la condonación de la misma.
Un ejemplo del posible conflicto de intereses entre lo que será la política exterior de la Administración Trump y los intereses económicos personales del nuevo inquilino de la Casa Blanca, fue la llamada entre el presidente argentino Macri, y el Presidente electo, en el que Trump no tuvo reparo en pedirle que le ayudara a obtener los permisos para la torre que está construyendo en el centro de Buenos Aires, de acuerdo a un respetado periodista argentino.
A día de hoy, no cabe duda de que la heterodoxia de Trump será la marca que distinga su gobierno, al menos, en sus primeros 100 días. O será más bien que Estados Unidos ahora tiene su propia versión de Berlusconi? Ambos millonarios que llegan a la presidencia con una cultura de negocio y gestión donde la obtención de los objetivos, justifica los medios empleados. Podrian los intereses gestión donde la obtención de los objetivos, justifica los medios empleados. ¿Podrian los intereses personales de Trump cambiar el juego de poder en el Pacifico?
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