El globo chino ha despertado todo tipo de comentarios y ha activado un debate que se ha ido consolidando en los últimos años en Washington que se resume en que China es el mayor riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos. La aparición del globo en Montana, al que se le dejó volar de costa a costa hasta que fue finalmente fue derribado, ha servido a los republicanos como la excusa perfecta de ataque en contra de la Administración actual.
Resulta sorprendente que conociéndose desde el principio que el artilugio era chino y que además obviamente estaba recolectando información (aunque se puede discutir qué tipo de datos) violando el espacio aéreo estadounidense no fuera derribado o neutralizado en cuanto fue detectada su presencia.
El fabricante responsable del globo es Zhuzhou Rubber Research & Design Institute Co Ltd, un instituto de investigación militar propiedad del gobierno chino con licencias de producción de armas, información que estuvo disponible en su página web hasta que comenzó a publicarse sobre ello lo que hizo que fuera bajado del sitio web. Y aunque efectivamente es una institución de investigación encargada de diseñar los globos, también trabaja para todas las ramas militares del EPL de acuerdo con información publicada por la periodista Jennifer Zeng en su blog personal.
Los restos del globo que han sido recuperados ahora están siendo exhaustivamente examinados en busca de toda información que puedan aportar para poder entender mejor al adversario de acuerdo con el profesor Gregory Falco del departamento de Ingeniería civil de sistemas de la Universidad John Hopkins. Asimismo explica Falco que es posible que la data obtenida por el objeto volador era enviada a China usando una red satelital híbrida que utiliza plataformas de gran altitud para transmitir datos al satélite compatible con la órbita más cercana. Una vez que la información llegó al satélite está en territorio seguro para China.
Los globos equipados con sensores de alta tecnología flotan sobre un sitio por mucho más tiempo que un satélite espía por lo que pueden captar transmisiones de radio, celulares y otras pequeñas señales que no pueden detectarse desde el espacio, razón por la que se dispararon las alarmas en Washington cuando se supo que el globo estaba flotando sobre en Montana donde hay un arsenal de armas nucleares estadounidenses, sostiene David Sanger periodista del New York Times.
Además de que la aparición del globo sucede en un momento de fuertes asperezas y gran tensión diplomático entre ambas naciones, en medio de una recesión económica internacional y en efecto una economía china golpeada como consecuencia de la pandemia. Sumado a los efectos que ha generado la guerra de Ucrania en el costo y distribución de combustible y cereales.
A nivel doméstico el globo coincide con uno de los momentos políticos más importantes de la política de los Estados Unidos, a tan sólo un par de días del discurso del Estado de la Unión, en la que el presidente hace una especie de rendición de cuentas y perfila el futuro y las prioridades de su agenda. El presidente Biden apareció rejuvenecido y energizado, aunque es imposible olvidar que tiene 80 años encima, aunque tal y como el mismo dijo “nadie cuenta con la trayectoria política en Washington como la suya”.
El discurso se centró en su mayoría a nivel interno, parece que Biden le habló a su base electoral, al trabajador de la base de la pirámide social. Desaprovechó el momento para hablar de la necesidad de Estados Unidos de continuar con la lucha internacional de los valores democráticos en el mundo. Apenas hizo mención sobre América Latina, por citar un ejemplo. Solo dijo que durante su Administración reunificó a la OTAN y que seguirán apoyando a Ucrania el tiempo que sea, y tuvo como invitada de honor a la embajadora de Ucrania para mostrar su compromiso.
En cuanto a China, pues no fue tan enfático como muchos hubieran esperado. Aunque mencionó siete veces al presidente Xi Jinping. En medio del debate de la invasión del globo chino, afirmó que “China es un competidor pero que está dispuesto a trabajar junto a ellos en lo que pueda suponer un avance para los intereses estadounidenses y beneficie al mundo. Pero si China amenaza la soberanía de EE. UU., actuaremos para protegernos”.
Usó el momento para de mencionar el origen de los semiconductores que fueron inventados en América por lo que pertenecen a América, justificando la necesidad de más producción de chips en territorio nacional y la inversión en innovación e industrias del futuro en territorio estadounidenses. Ahora no se habla de hacer América grande sino de retornar las industrias a América. Un patrón que viene repitiéndose durante años y parece que se ha convertido en la nueva política exterior de los Estados Unidos. El mundo cada vez mas interconectado y caminando a la regresión de las libertades y la globalidad…