La invasión rusa de Ucrania ha supuesto una patada en el tablero del orden geoestratégico mundial que está obligando a prácticamente todos los países del mundo a revisar sus estrategias de seguridad y sus alianzas políticas desde ámbito regional al internacional. El conflicto europeo está, en mayor o menor medida, detrás de la mayoría de las decisiones estratégicas del planeta y eso supone como se ha venido afirmando una revisión de todos los compromisos, públicos y secretos, explícitos e implícitos, adquiridos tras el fin de la II Guerra Mundial y durante el largo y peligroso periodo denominado Guerra Fría en que el peligro de la extensión de dictaduras comunistas con apoyo soviético era la principal amenaza para las libertades y el bienestar europeo y occidental.
Japón es un ejemplo. Tras la derrota de su régimen criminal, el país volcó sus energías en la modernización, el crecimiento económico y la construcción de un sistema democrático cuya eficiencia ha sido ejemplar. Y todo ello garantizado por un esquema de seguridad basado en la limitación de fuerzas propias y en un paraguas disuasorio proporcionado por su alianza con Estados Unidos.
Ahora que está en auge la rivalidad entre los países democráticos y autocráticos, Japón necesitará revisar su estrategia de seguridad para tratar al mismo tiempo con China, que está intensificando su actitud hegemónica, y Corea del Norte, que continúa con su desarrollo nuclear y de misiles, así como con Rusia con quien Japón tiene contenciosos territoriales procedentes aún de la II Guerra Mundial. Con este escenario el gobierno japonés ha anunciado un proceso de revisión de sus parámetros de seguridad.
“Ucrania podría ser mañana Asia Oriental”, ha mencionado de forma repetida el primer ministro japonés Kishida Fumio en sus discursos en foros internacionales desde que comenzara la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero. El líder japonés se mantiene alerta ante posibles acciones inesperadas en la región, como un posible conflicto en torno a Taiwán. De hecho, ya se ha filtrado que Tokio está estudiando el despliegue de un sistema propio de misiles de largo alcance capacitados para actuar frente a eventuales agresiones china o norcoreana. El Gobierno de Japón deliberará sobre el fortalecimiento de sus capacidades de defensa mediante la revisión, a finales de este año, de tres conjuntos de documentos relativos a la materia, entre ellos la estrategia de seguridad nacional.
El gobiero japonés ha anunciado oficialmente que pretende repensar cómo actuar ante China y Rusia mientras profundiza en la alianza con los Estados Unidos y refuerza la colaboración con sus aliados y otros países con valores semejantes, así como en el marco del Quad, del que forman parte Japón, los Estados Unidos, Australia e India, y otras alianzas.