- ¿Hay planes de organizar la Semana China de manera anual o bienal? ¿Cómo se planea mejorar el evento en futuras ediciones? ¿Qué aspectos del evento actual creéis que podrían ampliarse o mejorarse en futuras ediciones, tanto en contenido como en participación?
Sergio: Sí, nuestra intención es que la Semana de China se convierta en un evento anual. Creemos que este formato permite mantener el interés y la relevancia del evento, además de aprovechar las redes y colaboraciones que hemos establecido este año para seguir construyendo sobre una base sólida. La idea es que cada edición sea una oportunidad para profundizar más en los temas tratados, incorporar nuevas perspectivas y ampliar el alcance del evento. Uno de los aspectos que queremos ampliar es la participación internacional. Aunque este año ya hemos contado con ponentes y asistentes de diferentes países, creemos que hay espacio para integrar aún más voces globales, tanto del ámbito académico como empresarial. También queremos trabajar en un mayor involucramiento de instituciones públicas y privadas, no solo como colaboradores, sino también como patrocinadores, para darle aún más visibilidad al evento.
Otro aspecto clave es la comunicación y la promoción del evento. Queremos asegurarnos de llegar a un público más amplio utilizando plataformas digitales y redes sociales de manera más estratégica. Además, estamos considerando la posibilidad de publicar un resumen anual del evento, en forma de libro o informe, para documentar los avances y conclusiones y hacerlos accesibles a una audiencia global.
Juan Andrés: Podría decirse que ya desde el cierre de la primera edición ya estamos trabajando en continuar hacia una segunda edición, más grande en cierto sentido, pero sobre todo mejor organizada y, como ha mencionado Sergio, que permita involucrar y conectar a más personas. En cuanto al contenido, planeamos diversificar aún más los temas abordados. Este año nos hemos centrado en aspectos clave como la cultura, la política y la economía, pero en futuras ediciones queremos incluir cuestiones como el cambio climático, la tecnología o las relaciones multilaterales, áreas donde China y España pueden colaborar significativamente. Nos gustaría incrementar la participación del público general, especialmente de jóvenes. Para ello, pensamos en integrar actividades más dinámicas, como debates interactivos, concursos temáticos o muestras gastronómicas. También estamos explorando opciones para incluir más participación virtual, de manera que personas que no puedan asistir físicamente tengan la oportunidad de ser parte del evento.
- ¿Qué objetivos a largo plazo tenéis para la Semana China en términos de impacto en las relaciones China-España?
Sergio: La Semana de China tiene como objetivo a largo plazo convertirse en una plataforma sólida para fomentar el entendimiento mutuo entre China y España. Buscamos crear un espacio recurrente que permita a ambas culturas conocerse de manera más profunda, superando estereotipos y generando un diálogo basado en el respeto y la colaboración. Cada edición debe ser una oportunidad para explorar nuevas áreas de conexión y fortalecer la relación bilateral en todos los niveles.
Además, aspiramos a fortalecer la colaboración en el ámbito empresarial y político. Buscamos posicionar la Semana de China como un foro estratégico donde empresas, instituciones públicas y privadas, y líderes de ambos países puedan compartir ideas y crear oportunidades de negocio y desarrollo conjunto. Este impacto no solo beneficia a las grandes empresas, sino también a las pequeñas y medianas, que podrían encontrar en este evento un punto de entrada a nuevos mercados.
Juan Andrés: Otro de nuestros objetivos es promover la cooperación educativa y académica. Queremos que el evento sea un punto de encuentro para universidades, centros de investigación y estudiantes, facilitando acuerdos de intercambio, proyectos conjuntos y el desarrollo de programas especializados. Nuestro deseo es que la Semana de China se convierta en un referente académico que incentive a más jóvenes e investigadores a estudiar sobre las relaciones entre ambos países y sus potenciales colaboraciones.
Finalmente, queremos consolidar la Semana de China como un evento cultural de referencia en España. Nuestro objetivo es que el público general también se sienta parte de este acercamiento, despertando interés en la cultura, las tradiciones y los valores de China, al mismo tiempo que se refuerza el aprecio por lo que España puede ofrecer en este intercambio. A través de un enfoque inclusivo y participativo, esperamos que esta iniciativa contribuya a una relación bilateral más rica y duradera.
- ¿Cómo piensan asegurar la sostenibilidad financiera y logística del evento en futuras ediciones? ¿Están buscando más patrocinadores o colaboradores para asegurar su crecimiento?
Sergio: La sostenibilidad financiera y logística de la Semana de China es una prioridad si queremos que este evento se consolide a largo plazo. Para lograrlo, estamos diseñando una estrategia que combine la diversificación de fuentes de financiación con una optimización de los recursos. Actualmente, contamos con el apoyo de instituciones públicas y académicas, pero somos conscientes de que para garantizar su crecimiento necesitamos ampliar la red de patrocinadores y colaboradores.
En este sentido, ya estamos trabajando para involucrar a más empresas, tanto españolas como chinas, que puedan ver en el evento una oportunidad para promocionar sus marcas y fortalecer sus relaciones bilaterales. Queremos establecer acuerdos de patrocinio que sean beneficiosos para ambas partes, ofreciendo una visibilidad destacada durante el evento y en nuestras comunicaciones. Además, estamos explorando la posibilidad de colaborar con organizaciones internacionales que promuevan el intercambio cultural y económico entre Asia y Europa.
De cara a siguientes ediciones, desde el punto de vista logístico, nuestro objetivo es optimizar los recursos disponibles mediante una mejor planificación y la incorporación de tecnologías que faciliten la gestión del evento. También estamos considerando la creación de un comité permanente que supervise la organización durante todo el año, lo que permitiría gestionar tareas de manera más eficiente y asegurarnos de que cada edición sea un éxito.
Juan Andrés: aquí es fundamental seguir colaborando con instituciones públicas que permitan dotar de un respaldo coherente al evento, generando así también la confianza con las organizaciones privadas. El carácter voluntario también es un punto crucial para evitar mayores gastos; no obstante, coincido con Sergio que la dotación de recursos al proyecto, como en cualquier iniciativa similar, es una prioridad desde la organización.
Si hemos logrado esto ahora, siendo la primera vez y con recursos más limitados, imaginen qué se puede lograr si sumamos más apoyos y financiación, sobre todo utilizada para realmente construir o fortalecer iniciativas, plataformas y conexiones sólidas. Por último, queremos fortalecer nuestra estrategia de comunicación para llegar a un público más amplio. Cuanto mayor sea el interés y la participación, más atractivo será el evento para patrocinadores potenciales. La clave está en seguir construyendo alianzas sólidas y en ofrecer un contenido de calidad que haga de la Semana de China un evento imprescindible en el calendario cultural y académico de España.
- ¿Cómo creen que el evento contribuirá a despertar un mayor interés entre los españoles por estudiar o trabajar en áreas relacionadas con China?
Sergio: Creemos que existe ya un interés latente en la sociedad española y en Europa por China, pero gran parte de este no encuentra (o no conoce aún) medios y canales adecuados para informarse o interactuar con otra cultura. La idea de la Semana China es precisamente atender eso.
Juan Andrés: desde un primer momento creemos que hay mucho talento y esfuerzo que, separado, logra avances importantes, pero juntos, generarían un impacto histórico en el entendimiento mutuo entre España y China. De hecho, nuestra intención de expandirnos a Hispanoamérica y sumar los grandes estudios que desde ahí se desarrollan sobre China o relacionados con China, o bien conectar con el resto de Europa, permitiría construir una plataforma de intercambio y diálogo que no ha sido posible generar hasta ahora y que resulta necesaria en un contexto internacional de tensiones e incertidumbres.
