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Cinco puntos claves de la Asamblea Popular China. Nieves C. Pérez Rodríguez

Cada año el partido Comunista chino celebra su Asamblea Popular Nacional en la que importantes figuras políticas y altos cargos del partido se reúnen en un evento protocolar rigurosamente organizado para anunciar los planes nacionales y hacer una valoración de la situación nacional.

La inauguración de la edición del 2021 fue el 4 de marzo y lo que ahí se dijo nos da las claves de lo que serán las líneas estratégicas que configurarán las próximas décadas chinas. Coincidía oportunamente con el momento de dar a conocer el próximo plan quinquenal y también este año se cumple el centenario del Partido Comunista chino. Todo esto en medio de una inusual situación tanto interna como externa debido a la pandemia, tal y como el primer ministro, Li Keqiang, dijo en sus palabras de apertura del evento: “China sigue teniendo una serie de retos por delante. Debido a la pandemia ha habido problemas de crecimiento”, por lo que prometió impulsar el crecimiento con especial foco en la innovación y los recortes de impuestos.

  1. Se anunció el aumento del presupuesto militar chino al 6,8%. Lo que se traduce en el tercer aumento anual durante la última década. La tasa de crecimiento del presupuesto de defensa chino está estrechamente relacionada con su desarrollo económico y las demandas de seguridad que el Estado chino distingue.
  2. Hong Kong y Macao. El PC chino se asegurará de la implementación correcta de lo que para ellos es “un país dos sistemas”, mientras apoyará el crecimiento regional y mantendrá protegida la región de la injerencia de fuerzas externas.
  3. Prioridad medioambiental. El congreso comenzó en medio de una nube gris de contaminación ambiental lo que hizo oportuno tocar este punto. El planteamiento es que en los próximos cinco años el aire tóxico y las aguas contaminadas serán erradicadas, lo que significa que tienen que reducir el uso del carbón cuantiosamente. También se prioriza un plan de mejora de la calidad de las tierras, que se encuentran en seria amenaza.
  4. Desarrollo, tecnología e innovación. El planteamiento en esta área es un plan a 10 años que comenzará con un aumento del presupuesto del 10,6% del presupuesto para el 2021. Y a partir de ahí un 7% anual en los siguientes 5 años. Este es un punto crítico porque Beijing entiende que conseguir la independencia lo pondría en un lugar preferencial.  Incluso se mostraron abiertos a importar científicos extranjeros para trabajar en instituciones chinas lo que demuestra la relevancia del asunto.
  5. La ruta de la Seda. Seguirán promocionando esta iniciativa como centro de su política de desarrollo de intercambios globales y crecimiento económico.  El PC chino entendió desde el principio que industrializar su economía era el comienzo de un largo camino al éxito.

Los planes de desarrollo económico chinos empezaron a ponerse en marcha en 1950 cuando China comenzaba a emerger después de la guerra coreana. El primer plan económico se inspiró en el modelo soviético y en efecto fue el mismo Stalin quien lo asesoró personalmente y la Unión Soviética financió el arranque de esa nueva era china de la mano de Mao Zedong.

Setenta años más tarde son un ejemplo extraordinario de crecimiento, pero a un altísimo coste social, en el que en una primera etapa se obligó a los campesinos a abandonar los campos para trabajar en industrias, lo que produjo un gran desabastecimiento de cereales que acabó en una terrible hambruna que terminó con la vida de miles de ciudadanos. Dos décadas más tarde el PC chino imponía la ley de un solo hijo para controlar el crecimiento de la población lo que produjo abortos forzosos a millones de mujeres, la preferencia del género masculino sobre el femenino en los infantes, y/o la desaparición de un incontable número de niños que fueron arrebatados de sus familias y que en el mejor de los casos fueron dados en adopción a extranjeros.

En la última década la vigilancia social a través de cámaras de seguridad instaladas en cada esquina, el uso de dispositivos tecnológicos, el internet y las redes sociales, en muchos casos hasta pruebas de ADN no autorizadas por el ciudadano, se han convertido en el “gran hermano” del PC chino. Con estos niveles de control y sofisticación tecnológica el gobierno chino fiscaliza, regula y censura el comportamiento de sus ciudadanos para poder mantener control absoluto. Y en efecto, es una de las principales razones de su éxito puesto que de esa forma no hay mucha oposición y si surgiera alguna sería neutralizada y erradicada desde su origen.

El gran éxito del PC chino ha sido la lealtad y la estabilidad como dos elementos claves para mantener el control del país, a pesar de su extenso territorio y enorme población. El PC chino podrá celebrar sus 100 años con el éxito de haber sacado de la pobreza al país tal y como estaba planteado. Oficialmente todas las municipalidades chinas afirman haber sacado a sus ciudadanos de la pobreza extrema. Aunque sigue habiendo mucho trabajo por hacer y el objetivo ahora es más complejo, es elevarlos en nivel de vida y con ello generar más consumo interno.

Entrevista a Martin Lee: “Hong Kong, una democracia en peligro”. Nieves C. Pérez Rodríguez

Trump ha sido directo en su lucha por neutralizar las prácticas chinas que están al margen de la ley o que intentan sacar beneficios ilegales de las circunstancias. Pero, ciertamente, esa preocupación transciende la Casa Blanca. Las agencias de inteligencia, el Senado y la misma Cámara de Representantes llevan años indagando para determinar el alcance de estas irregularidades.

En el Reporte Anual de la Comisión ejecutiva del Congreso acerca de China, publicado a principios de este año, dedica un capítulo a Hong Kong, en el que se determina la continua erosión de la autonomía de esta región que, por cierto, está garantizada en su “ley básica” de 1984 de Un país, dos sistemas. El informe afirma que se ha podido observar como el espacio democrático de acción política de partidos, grupos e individuos ha disminuido junto con los derechos humanos. El documento incluye citas como la de Xi Jinping en el XIX congreso del Partido Comunista en octubre del 2017, momento en el que afirmó que el gobierno central debe mantener la competencia global de su jurisdicción. Seguido por múltiples declaraciones de oficiales chinos en las aseveran que el gobierno central tiene una postura o “línea de tolerancia cero” a que se le llame independiente a Hong Kong.

4Asia entrevistó a Martin Lee Chu-ming, reconocido como el padre de la democracia de Hong Kong, y uno de los defensores más prominentes de los derechos humanos y las libertades. Además de ser el fundador del Partido Democrático de Hong Kong, y actualmente su presidente, que valga acotar, es el partido político más grande y popular. Participó en las negociaciones de traspaso del Reino Unido a China y en la redacción de la “Ley Básica” que es una especie de constitución hongkonesa. También fue durante más de 30 años miembro del Consejo Legislativo en diferentes periodos. Sin duda un personaje relevante en la historia democrática de Hong Kong y su conversión en una potencia económica y tecnológica.

Le pedimos un análisis sobre cómo ve los derechos Humanos en Hong Kong en comparación con las libertades y derechos que tenían hace unos 20 años.

“Cualquiera de nuestras libertades están sujeta a Beijing. Y ellos pueden interpretar lo que está contemplado en nuestra Ley Básica a su conveniencia. Nuestra Corte protege nuestras libertades, pero Beijing cada día tiene más control sobre Hong Kong.  En efecto, en el Libro Blanco de 2014 lo dijeron abiertamente y en siete idiomas: Beijing tienen jurisdicción completa sobre el territorio hongkonés y es la fuente de su autonomía. Aclarando que tienen control sobre Hong Kong, lo que contradice la Ley Básica, en la que se nos cedió un alto grado de autonomía, aparte de la defensa y relaciones internacionales”.

“La Ley Básica contempla que nosotros seríamos nuestros propios maestros y hacedores. Ahora bien, cuando Beijing declara que ellos son los que tienen control sobre nosotros, asumen entonces que ellos son los maestros. Esto lo prueba el comentario de Xi en una visita a Hong Kong años atrás, cuando era vicepresidente, en el que afirmó que los jueces hongkoneses tienen que colaborar con su gobierno”.

Pero, acota contundentemente Lee, “los jueces no trabajan para el gobierno, que es la visión del Partido Comunista Chino. Los jueces deben responden a la ley no a los intereses de ningún gobierno”.

¿Considera usted que la democracia en Hong Kong se encuentra en peligro?

“Lo cierto es que no veo democracia. De acuerdo a la Ley Básica, pasado diez años de entrar en vigor, debimos haber tenido elecciones democráticas para elegir nuestro poder ejecutivo y elecciones para elegir parlamentarios. Eso no ha ocurrido. Carrie Lam, quien es la cabeza ejecutiva del gobierno hongkonés, posición designada por el gobierno chino central, dice que ella no va hacer nada por la democracia”.

“En este momento -añade- nos encontramos muy preocupados por la ley de extradición, que podría ser aprobada en julio con el apoyo de Carrie Lam, y que vendrá a legalizar secuestros y amenazas que destruirán la libertad de la que goza la sociedad hongkonesa, presentes en el artículo 4 de la Ley Básica. Al ser aprobada, Lam podría enviar a Beijing a cualquier individuo (hongkonés, chino, europeo, estadounidense, australiano, o cualquier otra nacionalidad) que sea acusado de algún tipo de crimen y su extradición haya sido solicitada por China continental”.

Lee explica que hasta ahora no habido ninguna ley de cooperación o acuerdos entre Beijing y otros países como Gran Bretaña, Canadá o Estados Unidos. Y ello se debe a los estándares legales, y el sistema jurídico chino no es compatible con los de estas naciones. Para Beijing las extradiciones son una herramienta política mientras que para el resto de los países democráticos son un asunto legal.

“Para nosotros los hongkoneses es clave blindar nuestro sistema legal como una barrera de protección a las obstrucciones políticas de Beijing. Pero no lo podemos hacer sin en el apoyo de nuestros aliados y la comunidad internacional. Este es el momento en el que Occidente debe proteger el sistema de libertades y legal en Hong Kong, antes de que nuestra gente u otros que se encuentran en nuestro territorio sean llevados a las cárceles chinas”. Foto: AsiaNews

Entrevista a Carlos Sentís, Director General de HenKuai “Los chinos ni siquiera saben que Zara es española” (I) Miguel Ors Villarejo

Cuando en 2008 llegó a Pekín en un viaje de placer, Carlos Sentís estaba lleno de prejuicios. “Dedicaba toda mi atención a buscar las diferencias”, cuenta en su blog. Iba a la caza de detalles exóticos y, si veía una casita con letreros en mandarín, gritaba emocionado: “¡Mira, mira, esto es chino que te cagas!”.

Como fundador y presidente de HenKuai, una consultora especializada en impulsar las relaciones con China, a Sentís igual le interesaría alimentar la creencia de que es una cultura milenaria y enigmática y que sin su experto asesoramiento jamás lograremos comprenderla. Y es verdad que la lengua es una barrera formidable, pero, una vez franqueada, te encuentras con buenas gentes que viven, laboran y sueñan y, en un día como tantos, descansan bajo la tierra. O sea, como usted y como yo.

Esa es una excelente noticia para quien se plantee hacer negocios con los chinos. El único inconveniente es que ellos no tienen mucha idea de quiénes somos los españoles. “No nos conocen bien”, dice Sentís. “No nos asocian con ninguna imagen específica, más allá de los toros, la paella y el Real Madrid”. Él lo atribuye a que, hasta ahora, “lo que se ha hecho ha sido fomentar la venta de productos a granel. Esto puede ayudar a equilibrar la balanza comercial en el corto plazo, pero no te posiciona como marca en el largo”. Para eso hacen falta otras iniciativas, y cita el caso de Austria, que los usuarios de Weibo y YouKu (equivalentes a nuestros Facebook y YouTube) acaban de nombrar “destino más popular de Europa”. Ha pasado de no existir para los chinos a recibir a 694.000 en 2017, casi los mismos que nosotros (718.000), a pesar de ser una potencia turística mucho más modesta.

Pregunta. ¿Cómo lo ha conseguido?

Haciendo bien las cosas. Un ejemplo: la serie más vista en China es Running Man. Sus protagonistas son las máximas celebridades del país. Cuentan con más de 100 millones de seguidores en las redes sociales, lo que les otorga una capacidad de prescripción enorme. Nosotros [HenKuai] invitamos a un representante del programa para que valorara la posibilidad de localizar algún capítulo en España. Vino, le pareció bien y lo único que pidió fueron 100.000 euros para costear el desplazamiento del equipo. Eso sí, debía tratarse de una invitación oficial, sin ánimo de lucro, porque en cuanto interviene alguna firma particular estamos ante una acción comercial y, en ese caso, ellos aplican lógicamente su caché, que es elevadísimo. Era una gran oportunidad. Les explicamos a las autoridades: “Por 100.000 euros podemos multiplicar el turismo”, pero ninguna accedió a prestar su apoyo. Los políticos austriacos son, por el contrario, más receptivos. Dieron toda clase de facilidades para que Running Man grabara un par de episodios en Viena y la han puesto de moda en China. En cuanto mencionas Europa en una conversación, te dicen: “¡Ah, sí, Austria!”

Pregunta. Pues no hay ningún político ni ningún empresario con el que yo hable que no me diga: “China es el futuro, hay que lanzarse a por sus consumidores”.

Respuesta. Corporaciones como LaLiga, Iberia, Telefónica o el Instituto de Empresa sí están tirando del carro, pero las instituciones dicen mucho y hacen poco.

Pregunta. ¿Por qué?

Respuesta. Porque su prioridad no es tanto hacer cosas como aparentar que las hacen. En el 98% de las ocasiones, todo se queda en un apretón de manos delante de las cámaras. Luego, si alguien les recrimina algo, sacan la foto y dicen: “¿Que no hago nada con China? Mire, mire, aquí estoy con el secretario de las Juventudes Comunistas o con quien sea”. China está lejísimos de ser una prioridad de nuestros políticos. Ocupará el lugar 100, detrás de ganar las elecciones, conservar el cargo, colocar a parientes y amigos y un largo etcétera. Aparte de que los españoles seguimos también un poco presos de nuestros prejuicios. Asociamos China con fábricas malsanas y trabajo barato: “Está muy atrasada”, sostienen muchos despectivamente. “¿Que está muy atrasada?”, les digo. “¿Tú has estado allí?”. Porque en cuanto estás, ves que sus ciudades son como de ciencia ficción.

Pregunta. Y entonces pasas de despreciarla a temerla…

Respuesta. No tenemos término medio. Lo lógico sería abordar la relación desde el respeto, reconocer que tienen margen de mejora en algunos aspectos, pero mucho que enseñar en otros y cómo podemos entablar un intercambio mutuamente beneficioso.

Pregunta. Para algunos españoles, la imagen de los chinos estará eternamente asociada a los restaurantes baratos y las tiendas de todo a 100.

Respuesta. Sin duda y, hasta hace muy poco, China era muy pobre. Todavía oyes a muchos empresarios decir: “Estamos valorando expandirnos a mercados emergentes como China”. ¡Es que China está lejos de ser emergente! Es la segunda potencia mundial.

(Continúa la próxima semana)