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THE ASIAN DOOR: La disrupción tecnológica que está de camino. Águeda Parra

Cuando una revolución está de camino no hay quién la pueda parar. La disrupción tecnológica que vive China tiene varios nombres propios. Se llama e-commerce, FinTech, MedTech y Big Data. Pero también coches autónomos e inteligencia artificial. Sólo en 2018, China creó 97 unicornios dirigidos a cubrir las necesidades digitales en estos sectores, consiguiendo una valoración combinada de 178.000 millones de dólares.

Como se puede ver, a los unicornios les gusta China, y son los protagonistas de la transformación de los negocios tradicionales en digitales. John Chambers, ex presidente de Cisco System, comentaba que “Al menos el 40% de todos los negocios morirán en los próximos diez años si no consiguen imaginar cómo cambiar todo su modelo de negocio para acomodarlo a las nuevas tecnologías”. No parece que éste vaya a ser el caso de China, o al menos, llevan años de adelanto abordando la transformación digital.

Cuando la disrupción tecnológica se encuentra con los unicornios chinos suceden cosas como Alibaba, el líder del e-commerce mundial. Y es que hablar de e-commerce es hablar de China. En el país de la nueva generación de unicornios, hace apenas una década el mercado de compras electrónicas apenas suponía el 1% del mercado global. Hoy China es el mayor mercado de e-commerce del mundo, representa el 42%, pero, además también es el que más rápido crece. Tal es el dominio del gigante asiático, que las transacciones combinadas de Alemania, Francia, Reino Unido, Japón, y Estados Unidos no superan el volumen que se mueve en el mercado del e-commerce en China.

Llegados a este punto, ¿cuál es la estrategia del éxito de esta disrupción tecnológica? La velocidad es una de ellas. Los unicornios en China están configurando el futuro digital del país a mayor velocidad que en el resto del mundo. La adopción de las nuevas tecnologías por parte de los nativos digitales está diseñando el futuro digital del país. Pero sus hábitos y preferencias también están diseñando nuestro mundo. Esto es porque la sociedad china hace un uso masivo de la tecnología. De hecho, en el país donde apenas se utiliza el dinero en efectivo y casi todo se puede pagar con el teléfono móvil, el mayor desafío es enganchar a las generaciones mayores a la revolución digital.

La velocidad también es la clave para competir más fácilmente en el ecosistema mundial globalizado. Comenta Jeff Bezos, fundador y CEO de Amazon, que, en el mundo físico, un cliente no satisfecho puede llegar a contárselo a 6 personas, mientras en el mundo digital puede llegar a alcanzar hasta los 6.000 amigos. Y es precisamente esta máxima la que están siguiendo fielmente los grandes titanes tecnológicos chinos. Crean unicornios en China que después traspasarán la Gran Muralla China digital. Se la conoce como la Ruta de la Seda digital, que se ha expandido por el Sudeste Asiático primero, que ha llegado a Europa, y que también se extiende por América Latina.

En nuestro mercado, AliExpress, la marca de Alibaba para los consumidores internacionales, ya comienza a estar presente en la retina de muchos compradores. A la tradición digital del Black Friday, incorporaremos pronto la del Día del Soltero en China, la gran fiesta del e-commerce mundial. Pero las oportunidades de negocio surgen también con Alipay, la aplicación de pago electrónico de Alibaba, que ya tiene acuerdos con bancos y centros comerciales españoles. Pero no todo es universo Alibaba. Otro ejemplo es TikTok. Una aplicación muy popular para hacer vídeos cortos, propiedad de una startup china, ByteDance, el unicornio más valioso del mundo superando a Uber y que arrasa entre el público español.

Si la primera globalización comenzó con la Ruta de la Seda, la segunda globalización se está produciendo ahora, en la era de Internet, y con China como jugador clave. Pensemos por un momento que el universo de unicornios en China se está creando con una penetración de Internet del 50%. Son múltiples las oportunidades de negocio que se están generando en el grandísimo mercado digital de China. Pero todavía quedan por sumarse otros 700 millones de personas más. De nuevo, dos veces la población americana. Multiplicar por dos los usuarios multiplica las oportunidades, ¡aprovechémoslo! Si los unicornios llegan de China al mundo, hagamos llegar nuestras empresas a China.

THE ASIAN DOOR: 3 medidas para que Europa genere titanes tecnológicos como China. Águeda Parra

Estados Unidos ha sido el gran impulsor del desarrollo de Internet, creando una plataforma global que ha potenciado el desarrollo de la economía mundial del siglo XXI. En las últimas décadas, Silicon Valley ha sido el corazón tecnológico por excelencia desde donde han crecido y se han expandido grandes startups como Apple, Google, Facebook y Amazon, con usuarios distribuidos por todo el mundo. Una hegemonía que ha propiciado la creación de un ecosistema tecnológico al que Europa se ha adherido ante la imposibilidad de crear uno propio donde startups europeas compitan con las americanas. Dependencia de la que China sí ha conseguido desligarse iniciando su propia revolución digital.

Existen cuestiones que equiparan el potencial de Europa con Estados Unidos y China. Una de ellas es la economía de la Unión Europea que asciende a 17 billones de dólares, comparable en tamaño a la de Estados Unidos y China. El talento no parece ser tampoco un problema, ya que Europa dispone de grandes profesionales y conglomerados de empresas de relevancia internacional. Entonces, ¿qué ha hecho China que podría imitar Europa?

Financiación, financiación y más financiación. Primera medida que debería adoptar Europa para no quedar lastrada tecnológicamente por detrás de Estados Unidos y China. En 2017, las empresas tecnológicas americanas lideraban la inversión procedente de capital riesgo con 84.000 millones de dólares, las chinas reunían 59.000 millones de dólares, mientras las europeas apenas alcanzaban los 17.000 millones de dólares, según el World Economic Forum. De esa inversión, estos líderes digitales mundiales. Estados Unidos lidera desde décadas la clasificación mundial de empresas en Internet, reuniendo en el Top 20 de 2017 hasta 11 empresas americanas, siendo las 9 restantes chinas, y ninguna europea. Una progresión exponencial que contrasta con la clasificación de 2014 cuando solamente 2 empresas procedían de China (Tencent y Baidu) y el resto eran americanas, movimiento que muestra una tendencia de que a los unicornios les gusta China.

Impulsar el espíritu emprendedor en Europa sería la segunda gran medida. El valor de mercado conjunto de las dos startups europeas más destacables, la sueca Spotify y la alemana Zalando, apenas alcanza los 42.000 millones de dólares, muy lejos del valor de Alibaba de 480.000 millones de dólares y de Facebook, que alcanzan los 550.000 millones de dólares. La falta de una visión unificada de la Unión Europea frente a los desafíos globales tiende a ser un lastre para que las startups europeas compitan globalmente. A pesar de que la población europea tiene una dimensión similar a la estadounidense, tanto Spotify como Zalando centran sus ventas en sus mercados locales principalmente. En el caso de China, los titanes tecnológicos conocidos como BAT (Baidu, Alibaba y Tencent), han sido pioneros en generar un ecosistema paralelo a Facebook, Google y Amazon, impulsando la economía digital de China y el e-commerce mundial. Compañías que no solamente compiten a nivel nacional, sino que extienden sus operaciones globalmente, en muchos casos favorecidas por el despliegue de la nueva Ruta de la Seda por Asia Central y el Sudeste Asiático, países en los que está creciendo la influencia económica de China.

La tercera gran clave es la cultura del mentoring a las startups. Estados Unidos ha sido pionero en crear un entorno como Silicon Valley donde se prioriza el apoyo al talento y el consejo de grandes emprendedores tecnológicos. Experiencia que ha adoptado China para impulsar que sus ciudades compitan en innovación con las startups de la Bahía de San Francisco, iniciando la senda de la independencia tecnológica de las grandes potencias. La innovación está recogida como una de las grandes prioridades de Xi Jinping en el XIII Plan Quinquenal (2016-2020), desde donde se promueve que China se posicione como líder mundial en inteligencia artificial en la próxima década, además de impulsar grandes iniciativas como el Made in China 2025 y Healthy China 2030 que potencian la innovación en la industria china. A pesar de que Europa es referente en temas de B2B, Internet of Things (IoT) e inteligencia artificial, y figura entre los grandes fabricantes en varios sectores, carece de una legislación única que permita evolucionar un mercado europeo único donde germinen centros de innovación mundiales al estilo de Silicon Valley. De hecho, de los 69 unicornios existentes en Europa, la mayoría se afincan en el Reino Unido, próximo a la finalizar las negociaciones del Brexit que situarían a este grupo de empresas vanguardistas fuera de Europa. Una reflexión que debe abordar Europa para no perder el tren tecnológico que le sitúe en los vagones de cola entre las grandes potencias. (Foto: Ajmain Fayek Swapnil, Flickr.com)

THE ASIAN DOOR: Las tecnológicas chinas se lanzan a cotizar en bolsa. Águeda Parra

La guerra comercial entre Estados Unidos y China está siendo testigo de excepción de una de las mayores oleadas de salidas a bolsa de las tecnológicas chinas de la historia. Ante un incremento de los aranceles aplicados a una amplia gama de productos en ambos sentidos, las tecnológicas chinas han preferido evitar futuras volatilidades del mercado y abordar en los últimos meses una escalada de operaciones de Oferta Pública de Venta (OPV), o IPO (Initial Public Offering), según la terminología anglosajona. La situación de conflicto entre las dos primeras potencias mundiales no genera la mejor de las condiciones macroeconómicas, sin embargo, las startup chinas están decididas a asumir el reto de la OPV con el objetivo de encontrar la financiación necesaria para conseguir diferenciarse en el altamente competitivo mercado chino.

A pesar de esta situación en cierto sentido desfavorable, se espera que la combinación de todos los unicornios chinos que salgan a bolsa en los próximos 12 a 24 meses supere un valor de mercado de más de un billón de dólares, según estimaciones de la banca de inversiones JPMorgan. Situación que refleja el buen momento de las tecnológicas chinas motivado por las oportunidades que genera una sociedad de nativos digitales y la alta penetración de Internet móvil. En muchos casos se trata de unicornios que son incubadoras o están respaldados por los grandes titanes de la industria como Alibaba y Tencent, generando todo un ecosistema de innovación que potencia el desarrollo de los sectores del e-commerce, las FinTech, la salud, la movilidad y el entretenimiento.

El cambio reciente en las reglas de cotización de la bolsa de Hong Kong, que permite acciones de clase dual para que los fundadores dispongan de un poder de voto mayor que el resto de accionistas, está motivando que muchas tecnológicas chinas elijan esta ciudad para llevar a cabo sus operaciones de salida a bolsa frente a la histórica elección de la bolsa Nueva York para el lanzamiento de las OPV. En su día, ésta fue la opción escogida por el gigante del e-commerce Alibaba en 2014, en la que se considera la mayor operación llevada a cabo por la bolsa estadounidense alcanzando una valoración de 168.000 millones de dólares.

Entre las empresas que han decidido abordar esta nueva etapa empresarial se encuentra la salida a bolsa de Xiaomi a principios de julio, que alcanzó una valoración de 54.000 millones de dólares, muy por debajo de las expectativas iniciales de la empresa de superar los 70.000 millones de dólares, pero que está considerada como la operación más importante de la historia del parqué de Hong Kong. Aunque el fabricante de teléfonos móviles todavía no genera beneficios, y las pérdidas alcanzaron los 1.000 millones de dólares en los tres primeros meses del año, la financiación conseguida con la salida a bolsa le permitirá a Xiaomi hacerse mayor en Europa compitiendo con Apple y Samsung en el mercado de los teléfonos móviles.

La expansión fuera de China le servirá a Xiaomi de trampolín para aumentar su capitalización bursátil y mejorar posiciones en la clasificación de las 20 empresas mundiales líderes de Internet por valor de mercado, donde actualmente ocupa el puesto 15. Una clasificación casi en paridad entre las 12 compañías estadounidenses y las 8 chinas, donde las siete primeras de la lista agrupan el 81% del valor total de la lista, formada por Apple (1), Amazón (2), Alphabet (3), Microsoft (4), Facebook (5), Alibaba (6) y Tencent (7), empresas que se sitúan entre la valoración de Apple, que asciende a los 915.000 millones de dólares, y la de Tencent, que alcanza los 477.000 millones de dólares cerrando el grupo de las siete más importantes.

La siguiente en la lista que optará próximamente por una OPV será Meituan Dianping, la cuarta startup tecnológica más valiosa, según un estudio de CB Insights. Competidora en la distribución de alimentos con Ele.me, propiedad de Alibaba, y también presente en el negocio de los vehículos compartidos, la salida a bolsa le aportará la financiación suficiente para seguir creciendo. La bolsa de Hong Kong volverá a ser el escenario elegido para una salida a bolsa posiblemente a finales de año y con la que espera conseguir un valor de mercado de 60.000 millones de dólares. De ser así, conseguiría una valoración superior en 6.000 millones de dólares a la que consiguiera Xiaomi, pudiéndose posicionar como la OPV más importante en la bolsa de Hong Kong en dos años.

Muchos movimientos que muestran que China se ha convertido en uno de los entornos más dinámicos entre las startup tecnológicas del momento. (Foto: Rafael Matsunaga, Flickr.com)

THE ASIAN DOOR: La meta está en los coches autónomos. Águeda Parra

China está profundamente comprometida con convertir el país en una “potencia socialista moderna” en 2050. En la era Xi Jinping la capacidad de innovación y la visión de emprendimiento están siendo los grandes aliados para diseñar una hoja de ruta donde aparecen hitos intermedios, como la construcción de una sociedad “moderadamente próspera” en 2020 y la “modernización socialista” de China para 2035.

En esta transformación, la revolución tecnológica está jugando un papel decisivo, ámbito en el que China no parte de una posición excesivamente retrasada en comparación con el resto de potencias, sino que las diferencias se van reduciendo cada año como si de décadas se tratara. Éste es el caso de la carrera por el liderazgo en el sector del automóvil, rivalidad que ya está en marcha desde que China adelantara en 2009 a Estados Unidos como el mercado de vehículos más grande del mundo. La aspiración ahora para el gigante asiático es entrar en la liga de los tres grandes de la industria global del automóvil, formada por Estados Unidos, Alemania y Japón, pasando a ser el cuarto grande.

General Motors tiene presencia en el mercado chino desde 1997, y actualmente vende más de 4 millones de vehículos anualmente en el país, según fuentes internas, ventas que superan las realizadas en otros mercados, incluido el estadounidense. Pero ahora es el turno de que los fabricantes chinos de coches se conviertan en empresas globales, y para ello tienen que salir al extranjero para alcanzar el mercado americano y el europeo, donde competirán más directamente con los modelos de fabricantes japoneses y coreanos.

De nuevo, estamos ante una redefinición de la política “Go Global”, pero en esta ocasión aplicada a la industria del automóvil, donde el camino que van a emprender los fabricantes de coches chinos puede llegar a reproducir el éxito que ha tenido la industria de los móviles, con las marcas chinas desbancando a los fabricantes que dominaban el mercado hasta hace unos años. Esta estrategia se complementa con seguir manteniendo la compra de acciones por parte de las compañías chinas en fabricantes de coches y piezas extranjeros, hasta alcanzar los 31.000 millones de dólares, según las estimaciones de Bloomberg.

En cuanto a los coches eléctricos, China también ha arrebatado a Estados Unidos el liderazgo en este mercado, sucedió en el 2015, y el año pasado el país registró más de la mitad de las ventas mundiales. Para el gigante asiático el objetivo ahora es focalizarse en esta industria, para pasar de ser el mayor mercado del automóvil a convertirse en un poderoso hub del sector. La apuesta cuenta con el respaldo del gobierno, reflejado en el XIII Plan Quinquenal, que pretende impulsar los vehículos de nuevas energías para reducir la dependencia del petróleo extranjero y conseguir un aire más limpio para el país.

La medida tomada recientemente por el gobierno chino de eliminar la política vigente hace más de dos décadas de no permitir participaciones mayores del 50% en fabricantes de vehículos eléctricos abre un nuevo escenario de inversión en este mercado. En este nuevo escenario, los fabricantes chinos parten de una posición financiera y de recursos tecnológicos mejores después de llevar años trabajando conjuntamente en joint-venture con fabricantes extranjeros. En el futuro, esta nueva política asegura una mayor competencia que redundará ineludiblemente en la fabricación de coches de mejor calidad.

La tecnología es inherente a los avances en la industria del automóvil, e igual de crucial que el motor, de ahí que sean los grandes titanes tecnológicos los que están incorporando sus desarrollos a este mercado. Alibaba ha sido la incorporación más reciente, anunciando la inversión conjunta con Foxconn Technology Group de 350.000 millones de dólares en Xiaoping, startup que pretende convertirse en el Tesla de China. El gigante del e-Commerce también está participando con talento nacional para incorporar en las marcas de coches de lujo más populares del país, Mercedes-Benz, Audi y Volvo, el altavoz inteligente Tmall Genie que utiliza el servicio de asistente personal AliGenie. Por su parte, Tencent, la empresa de Internet más grande de Asia, ha pagado 1.800 millones de dólares por el 5% de Tesla.

En esta carrera, la siguiente parada es el dominio en la producción de los coches autónomos, con la aspiración del gobierno chino de alcanzar la cifra de 30 millones de esta nueva generación de vehículos en una década, política apoyada por los objetivos del plan Made in China 2025. Los grandes titanes tecnológicos chinos están aprovechando la potencialidad de la inteligencia artificial y el cloud computing para participar activamente de este nuevo reto. Entre ellos Baidu, propietario del buscador más importante de China, cuenta con el fondo Apollo con 1.500 millones de dólares para invertir en 100 proyectos de coches autónomos para los próximos tres años. ¿Alguien puede dudar que la rivalidad entre China y Estados Unidos no va a centrarse en quién alcanzará primero el liderazgo en la fabricación de los coches autónomos?

THE ASIAN DOOR: La silenciosa revolución de la economía digital. Águeda Parra.

Estados Unidos y China están librando desde hace tiempo una guerra comercial en el terreno económico sin todavía aparentes vencedores ni vencidos. La eficacia de la diplomacia en política exterior está siendo relevante en el juego de alianzas en Asia Pacífico, donde Washington ha visto reducido su liderazgo e influencia en la región en los últimos años. Pero la rivalidad más creciente se aprecia en la silenciosa revolución digital que está situando a China a escasos pasos por detrás de Estados Unidos, reduciendo la distancia que les separaba apenas una década.

En palabras de John Chambers, director de Cisco System, “Al menos el 40% de todos los negocios morirán en los próximos diez años si no consiguen imaginar cómo cambiar todo su modelo de negocio para acomodarlo a las nuevas tecnologías”. Y no sólo deben transformarse para no tener una fecha de caducidad inminente, sino que adaptarse al universo digital permite que las empresas dispongan de procesos productivos menos rígidos, haciéndolas más competitivas. Ventaja que está aprovechando China para reducir sus diferencias con las grandes potencias, gracias a que no tiene el lastre de procesos de negocio muy estructurados, saltando al entorno digital de forma más ágil y con mayor capacidad de comenzar a competir más fácilmente en el ecosistema mundial en un entorno globalizado.

En el mundo físico, un cliente no satisfecho puede llegar a contárselo a 6 personas, mientras en el mundo digital puede llegar a alcanzar hasta los 6.000 amigos, según comenta Jeff Bezos, fundador y CEO de Amazon. Máxima que siguen fielmente los creadores de las principales plataformas digitales de China, denominadas las BAT (Baidu, Alibaba y Tencent), que con sus aplicaciones estrella están rediseñando el modelo de economía digital en China. Tanto es así, que el motor de búsqueda por excelencia en el gigante asiático es Baidu, primera compañía china listada en el índice NASDAQ 100, y que dispone de una cuota de mercado en el país del 75,1%, frente a un 1,4% de Google. En el ámbito del e-Commerce, la referencia en China es Tmall, propiedad de Alibaba, con un 56,6% de cuota, mientras que Amazon apenas representa un 0,8% del mercado chino. En el ámbito de las redes sociales, el dominio corre a cargo de WeChat, propiedad de Tencent, con 1 billón de usuarios activos, universo con el que no puede competir Facebook, que cuenta en China con 54 millones de usuarios, según datos del informe 2017 Digital Economy Compass de Statista.

La velocidad de transformación del entorno digital está provocando que 4 titanes tecnológicos chinos aparezcan en el Top 15 de principales plataformas digitales, Alibaba (5), Tencent (6), Baidu (8), y JD.com (10), en una clasificación que mundialmente todavía lideran las compañías estadounidenses Apple (1), Google (2), Amazon (3) y Facebook (4), según el citado informe. Pero China tiene a su favor la inmensa población del país que supone el gran potencial de crecimiento de los servicios online. Con una penetración de Internet en China que alcanza el 50% de la población, todavía quedan cerca de 700 millones de personas que pueden encontrar en los servicios online el medio de satisfacer sus necesidades diarias. En el caso de Estados Unidos, la situación es bien distinta, ya que la penetración de Internet alcanza el 77% de la población, y apenas 59 millones de personas todavía no disfrutan de servicios online, según el estudio de Statista.

El estereotipo de unicornios sigue la misma dinámica que la economía digital en su conjunto. En esta década, es más posible que las empresas con valor de más de 1.000 millones de dólares sean chinas o americanas, como fue el caso de las 31 de las 40 compañías creadas durante 2016, en su mayoría relacionados con las nuevas tecnologías. En esta revolución digital, Europa parece estar quedándose atrás y a mucha distancia de China y Estados Unidos, no sólo en la creación de startups, sino también en el gasto digital calculado como porcentaje del consumo total de los hogares per cápita. En este punto, China se sitúa en el Top 1 con un 10,6% en 2016, muy superior al registrado por Europa (5%) y Estados Unidos (4,5%), siendo el e-Commerce el principal mercado digital donde las personas gastan dinero en Internet, con estimación de que siga creciendo en la próxima década, según el citado estudio.

Entre los mercados que analiza Statista en su informe figuran los eServices, destacando la distribución de alimentos como el mercado más dinámico, con un crecimiento global del beneficio anual entre 2016-2021 del 21%, similar al que se registrará en Estados Unidos, con un 19% de incremento en el próximo lustro. El mercado del eTravel es otro ejemplo de los mercados que van a registrar un crecimiento más significativo globalmente, llegando casi a duplicar los ingresos en 2021 hasta alcanzar alrededor del billón de dólares, fundamentalmente impulsado por Estados Unidos que crecerá un 7,4%, mientras China con un incremento del 17,9% no será suficiente para superar a la potencia americana en este ámbito. El estudio también indica que China dominará el mercado online del lujo mundialmente con una facturación que puede alcanzar más de 285.000 millones de dólares en 2021. El gigante asiático, como dragón de las FinTech lidera un mercado que tiene previsión de duplicar sus ingresos en este período, registrando crecimientos del 30,2% entre 2016-2021, según datos del citado informe.

En el ecosistema digital chino, el pago por publicidad sigue, sin embargo, una tendencia inversa. Las campañas de pago se incorporaron en WeChat a partir de 2015, y hoy suponen únicamente el 15-20% de los ingresos de Tencent, frente al 70% que representan para Facebook. No obstante, con la previsión de que el mercado duplique sus ingresos entre 2016-2021, la situación es susceptible de que cambie en el próximo lustro. ¿Durante cuánto tiempo seguirá pareciendo silenciosa la revolución de la economía digital en China?

THE ASIAN DOOR: La generación Techie de jóvenes emprendedores. Águeda Parra.

La política de puertas abiertas que vivió China entre 1986 y 1990 supuso dejar atrás toda una larga tradición de economía planificada para abrirse camino hacia una economía de mercado y el sector privado. Significó para el gigante asiático el gran punto de inflexión que ha permitido que China en casi 20 años pase de la famosa política “Go Global”, impulsada por el presidente Jiang Zemin, a un nuevo modelo de desarrollo económico y social que podríamos denominar como “Go Digital”, al frente del cual se sitúa el actual presidente de China, Xi Jinping.

En esta época, la sociedad china no ha cambiado solamente en lo económico, sino también en lo social. Vigente desde 1979 hasta 2015, la política del hijo único ha dado lugar a una generación mucho más abierta de mente y más segura de sí misma, además de mucho más individualista. A diferencia de sus padres, que tuvieron que vivir numerosos conflictos sociales, los niños nacidos a partir de 1990 son la primera generación que ha comenzado a acceder a Internet desde la niñez. En una sociedad con larga tradición por emprender, los jóvenes chinos siguen pensando en abrir su propia empresa pero, en este caso, buscando fomentar la innovación y las capacidades que ofrecen las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, el uso del Big Data y el Cloud Computing para aplicarlo a todos los sectores de la economía china.

Hace casi 20 años, China inició un cambio económico desde una visión de dentro hacia afuera, animando a las corporaciones mejor posicionadas en el panorama nacional a dar el salto a la escena internacional. Sin embargo, en la era Xi Jinping, y con una generación de nativos digitales, la visión ha cambiado, y ahora se persigue fomentar el emprendimiento, la inversión y el desarrollo en I+D. En este ambiente de crecimiento económico, la generación de fundadores millennial chinos está haciendo florecer todo un nuevo ecosistema digital en China. Artífices de la abrumadora velocidad de transformación que se está produciendo en China en el ámbito de los negocios, están consiguiendo transformar una sociedad de cultura milenaria en el mayor ecosistema digital mundial. Se trata de una generación mucho más consciente de los problemas globales, y mejor formada que la de sus padres, donde el 25% de los jóvenes millennials chinos tienen una licenciatura o un título superior, comparado con el 3% de la generación anterior, según un estudio de Boston Consulting Group. Esta ventaja competitiva está creando una generación “Techie” de jóvenes chinos, como es el caso de Li Jing que, con 25 años de edad, es el vicepresidente más joven de Baidu, una de las startups más conocidas en China que comenzó simulando la funcionalidad de Google.

Esta generación está viviendo un mundo de dualidad entre tradición-modernidad, control-apertura, comunidad-individualismo, lo que está ayudando a forjar jóvenes emprendedores que tienen su propia visión de futuro, ansiosos por reafirmarse en su identidad y en mostrar su singularidad al mundo. Con edades comprendidas entre los 19-35 años, son unos 415 millones de jóvenes chinos millennials, según un informe de Goldman Sachs, que pueden considerarse una generación privilegiada de “pequeños emperadores”, como se les conoce en China, que saben disfrutar más de la vida y están acostumbrados a un nivel de gasto mucho mayor que generaciones anteriores donde predominaba fundamentalmente la cultura del ahorro. Sin gastos de hipotecas y con los gastos del hogar cubiertos, se pueden dedicar a gastar libremente sus propios ingresos, muchos de ellos, optando por la opción del emprendimiento.

El crecimiento de las startups en el sector de la tecnología es especialmente significativo en China, convirtiéndose en los impulsores de definir nuevas tendencias que están transformando el país y que indudablemente están modelando también nuestro propio entorno. Tal es el nivel de innovación y de emprendimiento entre los jóvenes, que se estima que cada día se crean en China 10.000 nuevas empresas, según ChinaDaily, lo que significa siete startups por minuto.

El hecho de que sean hijos únicos les ha hecho mucho más receptivos a interactuar y socializar por Internet, pasando conectados de media 27 horas a la semana, un 24% más que los jóvenes en Estados Unidos. En el caso de la generación de principios de este siglo, el ratio de penetración de las redes sociales asciende hasta el 99%, según el estudio conjunto de la Chinese Academy of Social Sciences y Tencent Research Institute. Mucho más preocupados por los problemas medioambientales, el cuidado de la salud, la mejor calidad de los alimentos, la igualdad de género y las libertades sociales, la conciencia de estos problemas está derivando en que sea una generación socialmente más activa, con ilusión por perseguir una solución a este tipo de problemas mediante la creación de nuevas empresas socialmente responsables. De su visión, del nivel de emprendimiento y de la capacidad de innovar que está promoviendo esta nueva generación depende en gran medida el futuro crecimiento económico y social del país en las próximas décadas. (Foto: Feinie, Flickr)