Home Asia INTERREGNUM: Kim en Rusia. Fernando Delage

INTERREGNUM: Kim en Rusia. Fernando Delage

por: 4Asia
0 Conmentar

El 17 de septiembre Kim Jong-un regresó a Pyongyang tras una intensa semana en Rusia; una visita durante la cual trasladó a Vladimir Putin su apoyo personal en “la sagrada lucha contra las fuerzas hegemónicas”. Con una cuidada coreografía en el encuentro que mantuvieron en Vladivostok, ambos líderes quisieron lanzar un mensaje sobre la importancia de su acercamiento que sirvió más bien para mostrar su respectiva debilidad.

Las circunstancias obligan ciertamente a Corea del Norte y a Rusia a ocultar antiguas diferencias, para subrayar lo que les une. El presidente ruso, menos efusivo en su retórica que Kim, hizo hincapié no obstante en la larga amistad de Moscú con Pyongyang. La Unión Soviética fue el primer país en reconocer a Corea del Norte como Estado y, décadas más tarde, ha sido esta última una de las cinco naciones que votaron en la ONU en contra de la resolución contra la invasión de Ucrania, y una de las tres que reconocieron la independencia de Donetsk y Luhansk tras la ocupación rusa. Ha sido la guerra de Ucrania la que ha reactivado la relación bilateral dada la falta de opciones con que cuentan los dos déspotas, sujetos ambos al oprobio de la comunidad internacional.

Corea del Norte suministrará a Moscú artillería y munición para proseguir en su campaña bélica, a cambio de los recursos financieros y los suministros (alimentos, medicinas, fueloil, etc) que necesita de manera acuciante tras tres años de confinamiento por la pandemia. Pero se cree que la cooperación entre los dos gobiernos irá más lejos: los rusos contribuirán al desarrollo de las capacidades militares norcoreanas al facilitar la adquisición de misiles intercontinentales (que pueden alcanzar territorio norteamericano), satélites militares (dos lanzamientos norcoreanos fracasaron este año) y, quizá también, submarinos. Aunque esa ayuda implicaría una violación de las sanciones impuestas a Corea del Norte, nada le puede preocupar menos a Rusia. Si ésta es un socio útil para Pyongyang, lo es también por su capacidad para obstaculizar los trabajos del Consejo de Seguridad de la ONU, incluyendo el seguimiento de la aplicación de las sanciones (con la ayuda de China, Rusia forzó recientemente la destitución del responsable de dicha tarea). La sintonía de Putin con Kim pone pues de manifiesto el nulo interés de Moscú por minimizar su aislamiento internacional.

El intento de complicar las cosas, a un mismo tiempo, en Ucrania (con el suministro de armamento norcoreano a Rusia) y en el noreste asiático (al contribuir Moscú al desarrollo militar de Pongyang), puede tener, sin embargo, un recorrido limitado. Aun haciendo de Corea del Norte una amenaza mayor a la estabilidad en la península (una mejora en su tecnología de misiles puede esquivar los sistemas defensivos de Corea del Sur, y unos submarinos silenciosos reforzar su arsenal nuclear), Estados Unidos, Corea del Sur y Japón ya articularon en Camp David, en agosto, nuevos compromisos trilaterales que ampliarán sus capacidades disuasorias. Las acciones de los dos actores se verán condicionados, por lo demás, por la variable china.

Kim y Putin han querido demostrar su libertad de maniobra con respecto a Pekín, aunque en realidad le han creado un nuevo dilema. ¿Realmente quiere Xi Jinping que los norcoreanos contribuyan a escalar la guerra en Europa? ¿Y que Rusia facilite las capacidades estratégicas de Pyongyang? Entorpecer el escenario de seguridad en ambos continentes a Estados Unidos es un interés compartido por los tres, pero es dudoso que China permita que socios “menores” determinen la evolución de los acontecimientos en su vecindad.

También puede interesarte

Deja un comentario

CONTACTO

C/Infanta Mercedes 31, Bajo.

28020 Madrid

663 271 716

contacto@4asia.es

Suscríbete a nuestra newsletter

* indica que es obligatorio

MENÚ

ÚLTIMAS NOTICIAS

© 4Asia – Todos los derechos reservados – Política de privacidadAviso Legal Política de cookies