En plenas negociaciones entre EEUU e Irán para tratar de frenar los intentos de la teocracia de Teherán de hacerse con capacidad de dotar a sus fuerzas armadas de armas nucleares, China renueva sus contactos con Irán para estrechar, aún más, sus lazos en un escenario altamente inestable y en el que Pekín mantiene relaciones con muchos gobiernos de la región a uno y otro lado del conflicto,
Se ha insistido desde estas páginas de la importancia para China de mantener relaciones amistosas con Irán y Pakistán, dos países fronterizos que se miran de reojo por sus conflictos religiosos, étnicos y fronterizos, porque necesita tener acceso terrestre al Índico y operar en puertos de esos países donde China ya tiene instalaciones. La salida de mercancías chinas hacia el resto del mundo se hace mayoritariamente por vía marítima y el eventual control de aliados de EEUU del Estrecho de Malaca convierte las rutas de exportación de China en un punto vulnerable.
Portavoces oficiales chinos subrayan que el primer tren de mercancías procedente de Xi’an llegó hace poco al puerto seco de Aprin, cerca de Teherán, marcando la consolidación del corredor ferroviario China-Irán que promete reconfigurar el mapa del comercio euroasiático.
Esta nueva ruta terrestre, resaltan, representa mucho más que una alternativa logística, constituye un desafío directo a la capacidad estadounidense de controlar los flujos comerciales globales a través de puntos estratégicos como el estrecho de Malaca.
Pero hay más puntos de interés para Pekín relacionados con ese gran objetivo estratégico. Irán depende de sus ventas de petróleo a China para asegurar su bienestar fiscal. China también vende gasolina a Irán a pesar de las presiones internacionales que han impedido que Irán obtenga gasolina de otros proveedores. China considera a Irán un socio permanente para sus exportaciones y una fuente de su creciente demanda energética. Además, Irán exporta a China minerales, plásticos, químicos y productos de la industria de la construcción, según datos del comercio entre Irán y China de OEC World y de TradeMap. En 2023, Irán exportó a China mineral de hierro, polímeros de etileno, alcoholes acíclicos, gas de petróleo y cobre refinado,
