Washington.- La semana pasada tuvo lugar la XI cumbre de los BRICS (acrónimo de la alianza de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, como grupo de potencias en ascenso) en medio de la “guerra comercial” entre China y Estados Unidos y los efectos de ésta en la economía mundial.
Los cinco líderes de los países miembros asistieron a la cita en Brasilia y a pesar de que el país anfitrión suele gozar de un protagonismo natural, en esta ocasión el protagonismo se centró en China. Xi Jinping fue agasajado con los más altos honores y todos los ojos estaban puestos en él. En sus palabras de cierre de la cumbre aseguró que “el proteccionismo y la intimidación van en contra de la corriente” y están perjudicando el comercio internacional y la inversión, lo que significa una caída de la economía mundial”, refiriéndose a Estados Unidos como el intimidador y el culpable de la guerra comercial.
La cumbre tenía su foco puesto en el crecimiento económico por un futuro innovador, lo que es exactamente la imagen que proyecta China hoy. Y el objetivo de este encuentro, que tiene lugar cada año, es sentar en un mismo recinto a las cinco economías emergentes más significativas del mundo.
El BRICS representa hoy el 50% del crecimiento de la economía mundial, el 42% de la población del planeta, 30% del territorio del globo, el 23% del producto interior bruto global, y el 18% de los intercambios internacionales, de acuerdo a la página oficial del BRICS.
Para analizar la cumbre consultamos a Leigh Wedell, experta en economía china e inversiones, y jefe de operaciones de Basilinna (firma especializada en China y Medio Oriente).
¿Cuál fue el centro de la Cumbre en esta ocasión? ¿Diría Usted que Xi Jinping hace uso de su gran chequera para ejercer más influencia?
“El presidente Xi Jinping ciertamente fue el centro de BRICS de esta semana en parte debido a su poder económico, pero también por el microscopio bajo el cual se está observando el acuerdo comercial entre Estados Unidos y China. Estábamos a la espera hace poco más de una semana que los dos presidentes firmen un acuerdo de «fase uno» al margen de las reuniones de APEC que se debieron celebrar en Chile. Todavía no hay una fecha fijada para una reunión entre los dos líderes. Y la falta de un acuerdo comercial está causando una desaceleración económica global.
Sin embargo, China también centró la atención en la cumbre por restaurar su relación con Jair Bolsonaro, quien abiertamente críticó a la “depredadora China” durante su campaña electoral.
Bolsonaro además afirmó que ahora China es parte cada vez mayor en el futuro de Brasil. Obviamente China es el mayor socio comercial de Brasil y ambos países aprovecharon para discutir la diversificación del comercio y la expansión de la inversión. Mientras que también observamos como China e India suavizaron sus tensiones, y que el anuncio de la visita de Modi a China el próximo año, así lo prueba.
Brasil es una pieza clave porque está intentando equilibrar su posición entre Estados Unidos y China. Particularmente en este momento en el que se ven presiones para tomar una posición, de manera especial en el aspecto tecnológico. A pesar de que exista cercanía entre Bolsonaro y Trump, es poco lo que Brasilia a podido ver materializado de esa relación -al menos por el momento-. Sin embargo, ya Brasil tiene acuerdos para diversificar sus acuerdos de intercambios con China”.
¿Estamos viendo a la segunda economía del mundo tomando control del liderazgo internacional?
“La retórica oficial china los posiciona como los líderes de la globalización ante el abandono de los Estados Unidos. Un buen ejemplo es como Beijing ha tomado la delantera en la promoción del cambio climático mientras Washington se retira del Acuerdo de París, o mientras Beijing lidera una propuesta de reforma de la OMC.
Estamos viendo el ascenso de China en el escenario global y un cambio significativo de su máxima tradicional de política exterior: «esconde tu fuerza, espera tu tiempo, nunca tomes la delantera». La política exterior bajo el presidente Xi es más sofisticada en gran medida porque tienen una mayor participación en el juego con una mayor inversión extranjera.
El resultado más significativo de esta cumbre fue la alineación de los BRICS contra el «acoso y el proteccionismo» de Estados Unidos que está impactando la economía global. A medida que China se posiciona como un modelo alternativo para el desarrollo económico, están ganando terreno entre las economías en desarrollo, en parte debido a capacidad económica para financiar inversiones e infraestructuras, pero también debido a su historial de desarrollo económico que incluye sacar a cientos de millones de personas de la pobreza.
En el contexto de los disturbios generalizados en toda la región de América Latina, que también fue un tema de discusión, el mensaje de China es particularmente resonante y podría presentar un desafío conjunto para Estados Unidos en algunos de sus mercados clave”. Foto GovernemtZA, Flickr.