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Taiwán grita Sí a la democracia, No a China. Nieves C. Pérez Rodríguez

Washington.- Taiwán, una vez más, da  ejemplo de valores congruentes con la democracia y la libertad. La masiva confluencia a los centros electorales es la prueba de que la mayoría del pueblo taiwanés quiere mantener su estatus democrático, así como el apoyo al Partido Progresista (DPP por sus siglas en inglés) muestra que la mayoría de los taiwaneses poseen una identidad propia y que no quieren formar parte de China.

Tsai Ing-wen fue reelegida presidente de la isla después de haberla liderado por cuatro años. Y pese a los problemas que enfrentó durante su legislatura, cuando su popularidad cayó considerablemente, consiguió hacerse con la presidencia nuevamente. Su contrincante, Han Kou-yu, el candidato del partido conservador Kuomintang (KMT por sus siglas en inglés),  se inclinaba por la reunificación de Taiwán con China.

Tsai se define a sí misma como la defensora de los valores liberales de Taiwán. Y lo cierto es que no lo ha tenido fácil, pues China les ha ido cercando por todos los costados, sobre todo el diplomático, terreno en el que Beijing aprovecha sus favores económicos a otras naciones para pedir el no reconocimiento de Taipéi como ente internacional.

Xi Jinping, hace tan sólo un año, afirmó en un discurso que la reunificación de Taiwán con China es inminente. Pero cuanto más ha amenazado Beijing, más dura y consistente ha sido Tsai con sus promesas. Y su determinación se ha visto compensada con más de 8.1 millones de votos representando así más del 57% del electorado, contra 38,6% de su oponente.

Tsai ha capitalizado cada amenaza china en su beneficio, como el uso de la fuerza militar de ser necesario, para la “imperativa necesidad” de la reunificación de Taiwán a la península. Esta líder ha solidificado los valores identitarios de los ciudadanos como taiwaneses, y no chinos. Ha enfatizado el carácter democrático de Taiwán. Ha despertado un sentir en los jóvenes taiwaneses, quienes no se sienten chinos, y quienes no están dispuestos a sacrificar su modo de vida y su libertad.

4Asia fue invitada por la representación diplomática de Taipéi en Washington al recuento de los resultados electorales y a la discusión de un panel de expertos que analizaron las elecciones presidenciales legislativas de la isla. El Dr. Richard Bush -un respetado experto en China, con una larga lista de trabajos y libros publicados, y miembro del Brookings Institute, afirmó que “La reelecta presidente tiene un gran reto por delante. Un panorama muy complicado. Lo que viene no es fácil. No es casual que en su discurso de victoria dijera lo importante que es reunificar a la sociedad taiwanesa para poder seguir adelante”.

Mientras que Bonnie Glasser -otra experta en China, directora para del Proyecto sobre el poder de China en CSIS, uno de los think tank más influyentes en Washington- se centró en Beijing y lo poco exitoso que han sido en intimidar a Taiwán. “Es muy interesante ver la falta de influencia que Beijing ha tenido. Los esfuerzos de Beijing han fracasado en acabar con Taiwán”.

Así mismo Glasser insistía en lo importante del KMT -partido de oposición- para los Estados Unidos, la oposición es necesaria en democracia, a pesar de ser aliados de Beijing. Y así China no puede alegar que no tiene con quien hablar en Taiwán.

Kim Jong-un, mucha astucia y aparentemente poca experiencia. Nieves C. Pérez Rodríguez

Kim Jong-un es un personaje envuelto en misterio y secretismo. El régimen de Corea del Norte ha sabido utilizar la discreción para ocultar la excéntrica vida de la dinastía de los Kim. El aparato de propaganda ha articulado un sistema muy sofisticado de información en el que se filtra lo necesario y se publica lo preciso para alimentar el mensaje del régimen.

Anna Fifield es una periodista neozelandesa que ha pasado parte de su vida estudiando a Japón y la península coreana, con un enfoque especial en Corea del Norte. Actualmente es la directora de la oficina del Washington Post en Beijing. Fifield ha escrito la obra “El gran sucesor”, libro en el que relata la vida de Kim Jong-un con detalles nunca antes publicados. Para ello utilizó fuentes primarias y cercanas al líder en distintos momentos de su vida. El extenso trabajo de investigación recopila fechas, hechos y anécdotas que dibujan un perfil bastante cercano al enigmático personaje.

El libro comienza por dar una referencia histórica del origen de la dinastía norcoreana y su héroe y fundador, Kim Il-sung, personaje que, según la propaganda, nació en el famoso monte Paektu, en el norte del país y que, en la noche de su nacimiento, una gran estrella se apareció en el cielo. Una curiosa historia inspirada en el cristianismo que recuerda el momento del nacimiento de Jesús en Belén, que buscaba mitificar al líder.

Todo en Corea del Norte es insólito. Haber sobrevivido al colapso de la Unión Soviética y la muerte de su fundador Kim iJ-sung; la transición de poder de padre a hijo, preparada durante años y, en  2011, el régimen sobrevivió una tercera sucesión, en esa ocasión al nieto del gran héroe.

La muerte de Kim Jong-il dejó en el poder a un joven de tan sólo 27 años a cargo de un país complejo y hermético y en una muy precaria situación económica. En este momento la propaganda del régimen dejó a un lado lo místico para engrandecer a Kim Jong-un por un elemento más cercano de lucha, el nuevo líder es un militar innato, quien desde los tres años podía disparar un arma con tanta facilidad que podía acertar a una bombilla a 100 metros de distancia. Y a los ocho años ya podía conducir un camión a 120 kilómetros por hora.

Fifield afirma que, en contra de todos los pronósticos, en su viaje a Pyongyang poco después de que Kim Jong-un tomará posesión, “el gran sucesor no solo sobrevivía sino prosperaba”.  Se empezaban a ver el levantamiento de edificios altos, la apertura de cafés que ofrecen capuchinos por precios ridículamente altos, auge de gimnasios al puro estilo occidental, que se convierten en clubs de una reducida élite que es parte del régimen.  Se respiraba un aire capitalista nunca antes visto en esta ciudad, donde la proliferación del comercio de ocio en los que sólo los cercanos al régimen pueden disfrutar y presumir del estatus que ostentan en esa la capital que de vez en cuando llaman “Pyongyanttan”.

Pero en contraste con ese desarrollo, la mayoría de la población sigue viviendo en la miseria, sin agua corriente, con viviendas inacabadas, muy mal alimentados, intentando sobrevivir dentro de una gran precariedad.

En pro de obtener más datos, la autora conversó con la tía de Kim Jong-un, la mujer que se hizo pasar por su madre cuando fue a Suiza a estudiar a sus 12 años, junto con su hermana. Fueron presentados ante las autoridades como hijos de diplomáticos norcoreanos, con identidades falsas.  Ella describió un chico solitario, pero que tenía obsesión por el baloncesto, los aviones y los motores.  Y quien podía pasar el día entero entregado a sus intereses.

Tuvo una vida de niño rico de primer mundo, con los juguetes de última generación. Viajes a los principales destinos europeos, vistió con las principales marcas estadounidenses, especialmente Nike, como marca patrocinadora de baloncesto. Y dentro de Corea del Norte, le construyeron pistas para conducir, parques de diversiones, salas de juegos, piscinas olímpicas y complejos recreativos dentro de los campamentos o complejos de las múltiples viviendas que poseen los Kim, que pueden ser vistas satelitalmente, y que se ha podido saber que cuentan con pasajes subterráneos para poder desplazarse de un lugar a otro.

Durante su solitaria niñez, donde no había otros niños, se hizo amigo del chef japonés que trabajaba para su familia.  Y quién narró cómo se convirtió en su fiel compañero durante sus primeros años y con quien pasó muchas horas intentando acabar con su soledad.

Fifield afirma que esa imagen caricaturista de niño rebelde tonto no es del todo cierta. Al tomar el poder se rodeó de los personajes que apoyaron a su padre durante años y algunos hasta a su abuelo. Sacó el beneficio que pudo de ellos, como el jefe de las Fuerzas Armadas, el jefe de la propaganda y el jefe de economía y relaciones con China, que era su cercano tío Jang Song-thaek. Pero cuando ya no los necesitó más salió de ellos. En los tres casos todos desaparecieron, pero su tío es el más llamativo puesto que fue degradado públicamente a “escoria humana” y asesinado despiadadamente. Con esas desapariciones, Kim Jong-un envió un mensaje claro a quienes podían pretender salir de él, de lo que es capaz de hacer y que es él quien tiene en sus manos el control de Corea del Norte.

La autora afirma que fue la astucia de la madre de Kim la que impulsó a su hijo a ser el elegido. Ella era una amante de Kim Jong-il de larga data y, según las fuentes, probablemente la mujer que él realmente amó, sin embargo, era poco probable que el hijo de la amante llegará a coronarse como el elegido en la dinastía. Pero la educación que recibió, la seguridad que ella le transmitió y el haberlo enviado a la academia militar después de regresar de Suiza parecen ser las claves de su elección. Así como el rol de su hermana, quien se deja ver siempre como su asistente más fiel y devota.

El pequeño Kim, desde los 8 años, fue presentado a los altos cargos militares y, probablemente alimentada por su madre, esa preferencia castrense creció y fue la base del líder que hoy vemos. Una especie de rey que lejos de retroceder en sus ambiciones, ha continuado una carrera nuclear que se cree muy sofisticada, con misiles de largo alcance, ha conseguido reunirse con el presidente de la potencia con la que está técnicamente en guerra hace más de 70 años y, permitiendo cierto grado de corrupción, ha hecho que el estrago económico se vea aliviado a través de pago de comisiones y un mercado negro que crece cada día en ese país, pero que oxigena la economía norcoreana y alivia el hambre del ciudadano común. (Foto: Flickr, Elvert Barnes)

Entrevista a Ilshad Hassan / 2 Stalin, China y la destrucción identitaria. Nieves C. Pérez Rodríguez

En esta segunda parte de la entrevista que Ilshad Hassan concedió a 4Asia, recorremos la segunda mitad del siglo XX en la Región Autónoma de los uigures. El experto profundiza en detalles que reconfiguraron el futuro y explican parte de la realidad de hoy.

“La Unión Soviética apoyó completamente el segundo intento de república independiente de los uigures en 1944, en está ocasión se declaró la República del Turkestán del Este. El apoyo a la idea de una república independiente venía de un grupo multiétnico que incluía chinos musulmanes que lucharon por la independencia de esta región”.

“Los soviéticos enviaron militares. Las repúblicas soviéticas de Asia central tenían -y siguen teniendo- una extensa población de uigures, especialmente los kazajos y uzbecos. De esas repúblicas soviéticas se enviaron muchos militares para entrenar a los locales. Y a éstos se les sumaron los manchúes que lucharon codo a codo en contra de los chinos en pro de la independencia de la región”.

El grupo estaba liderado por los uigures. “El levantamiento comenzó en el norte del Turkestán del Este y contaban con buen equipamiento. La composición del ejército era de un 60% de kazajos, un 30% uigures, y el resto otras minorías. Pero en cuanto al alto rango o el rango oficial era opuesto, la mayoría estaba en manos de los uigures, un 60%, y el otro 40% eran kazajos”.

“El ejército nacional fue significativamente diferente en cada etapa. En la ampliación, cuando se anunció la formación del gobierno del Turkestán del este y se formó un ejército cuyo número alcanzó rápidamente 72.000 hombres. Avanzaron velozmente y ganaron territorio. Pero cuando los militares estaban cerca de la capital, a sólo unas 100 millas de Kasgar, Stalin ordenó que se detuvieran”.

“Durante el proceso de avanzada, chinos y soviéticos mantuvieron conversaciones, y finalmente los chinos aceptaron los compromisos que los soviéticos exigían, por lo que se interrumpió el plan inicial. Después de la firma del acuerdo de paz, el ejercito proindependencia se redujo debido a la presión del gobierno chino”.

“En 1946 el Partido Comunista Chino comenzó a perseguir a líderes uigures y kazajos que estaban en contra de la ideología comunista que se imponía y tomaban cada día más control del Turkestán del este”.

“Los comunistas chinos comenzaron imponiendo políticas de asimilación mientras movilizaban grandes grupos de migrantes han a la región de los uigures. Un buen ejemplo de la persecución que se comenzó a padecer fue lo que le sucedió a Abudurehim Aisayuf, -un alto rango militar en la República del Turkestán del Este para ese momento-, y a quién se le acusó de incitar el “nacionalismo local”, por lo que fue aislado bajo arresto domiciliario. Más tarde, según versión oficial, fue dado a conocer que se suicidó apuñalándose con un cuchillo.

En 1955, Beijing declara a Xianjiang región autónoma. Pero solo un año más tarde, el gobierno chino empezó una “campaña de anti-nacionalismo local, dirigido a minorías como los uigures. Y en ese momento empezó una fuerte persecución en la que arrestaron a personalidades destacadas como el ministro de educación de Xianjiang, al de cultura, gobernadores regionales, lo que se tradujo en prácticamente la eliminación de los grupos de resistencia”.

“En 1958 hubo otro momento álgido de la campaña china; aquí el ataque fue a los intelectuales, escritores cuyas posturas eran contra la revolución china y el comunismo. Algunos fueron asesinados, otros fueron enviados a cárceles o campos de trabajo”.

Otro aspecto curioso de la cultura e historia es el alfabeto uigur. Y que también ha sido atacado por los comunistas chinos. “El árabe es la base del alfabeto uigur, que llegó junto con el islam. Gradualmente los uigures fueron dejando de usar su antigua escritura, que es la que actualmente usan los mongoles. Pero hubo un periodo en el que fue prohibido el uso del árabe y se sustituyó por el alfabeto latino.

La generación de uigures de entre 1966 a 1976, no pudieron aprender el viejo sistema, por lo que muchos son analfabetos hoy. Fue como un paréntesis en la historia en la que incluso hermanos fueron educados en diferentes sistemas y hoy aún no pueden leer el alfabeto uigur actual, el árabe”.

“Después de las reformas de 1978, el alfabeto basado en el árabe fue restablecido, y es popularmente llamado la vieja escritura, comparando con la corta vida del alfabeto latino también llamado nueva escritura. Fue un momento de deshielo de corta duración, o de pérdida de control temporal. Y una maniobra de Seydulla Syfullayef, en una reunión del congreso autónomo solicitó votar para restaurar la antigua escritura, y fue aprobado por mayoría”.

“Posteriormente en los años 80 y principios de los 90 los uigures tuvieron la oportunidad de restaurar su orgullo cultural al revivir su cultura, poder contar su historia, y reestablecer su identidad islámica. Este movimiento renacentista fue dirigido por Abdurehim Otkur, un famoso poeta, y Turghun Almas, otro poeta convertido en historiador.

Aunque, tristemente, más tarde todos fueron acusados como propagadores de la ideología nacionalista uigur. Y desde entonces, el acoso desde Beijing y el exterminio a la cultura uigur no ha hecho más que acentuarse en los últimos años”.

Corea del Norte vuelva a la carga. Nieves C. Pérez Rodríguez

Washington.- El “Rocket man”, el célebre nombre que le dio Trump a Kim Jong-un vuelve a poner sobre la mesa la razón de la prueba que Pyongyang llevó a cabo el pasado sábado. Sin haberse dado a conocer mayores detalles, de momento se sabe que tuvo lugar en el noroeste del país en la base de lanzamientos de Sohae.

Mientras tanto, el embajador norcoreano ante Naciones Unidas aseguraba el mismo día de la prueba que la desnuclearización está fuera de la mesa. Mientras, afirmaba que había sido un truco que ayudaba a una agenda política.

Todo lo relacionado con Corea del Norte está estratégicamente planificado. El lanzamiento del misil se hace paralelamente a la publicación de un comunicado en el que afirman que ellos no seguirán avanzando en las negociones que incluyan la desnuclearización.

Lo cierto es que “la desnuclearización total y comprobada”, que ha sido el punto de partida de la negociación por parte de Washington nunca ha estado considerada seriamente por los norcoreanos. Sería como entregar la mayor inversión, el mejor poderío que tienen y ponerse -por decisión propia- en una de extrema vulnerabilidad que no le traería ningún beneficio a la cúpula política, y ellos lo saben bien.

La escalada en los “pasos provocadores”, tal y como los denominó Stephen Biegun -el encargado especial de los Estados Unidos para Corea del Norte-, son la prueba que Kim Jon-un necesita que se hable de él, que se retome la importancia del riesgo que representa Pyongyang para el mundo. La situación entre ambas naciones ha estado estancada después de que Trump se retirara de Vietnam el pasado mes de febrero.

Kim Jon-un está activamente apostando por el juego de presión a Washington con la prueba de misiles. Es a lo que él sabe jugar bien, y hay que admitir, además, que le ha salido bastante bien con Trump, pues ha conseguido levantamiento de la presión extrema que hubo el primer año de gobierno de Trump.

Tal y como ha afirmado Sue Mi Terri -especialista en Corea- “lo único que se ha conseguido durante la legislatura de Trump es agregar romance a la relación entre Washington y Pyongyang”. Objetivamente no se sabía qué se podía conseguir con ofrecerle al líder norcoreano la oportunidad de actuar como un líder internacional, y se le dio, y más de una vez, pesar de ser un tirano. Y en cada oportunidad se ha podido comprobar que no se avanza nada, porque él no está dispuesto a comprometerse y perder su poder misilístico y nuclear.

Victor Cha afirmaba en un evento sobre Asia en CSIS -uno de los think tanks más prestigiosos de Washington- que a él no le sorprendería que la Administración Trump llegara a algún tipo de acuerdo con Corea del Norte antes del fin de año. A un acuerdo no significativo o bueno en realidad, pero lo haría para poder decir que ha conseguido un acuerdo. Y además desviaría el foco de atención doméstico que es “su impeachment” o juicio político, que tiene acaparada la atención mediática.

Cha insiste en que a él le preocupa que se esté considerando el tema de Corea del Norte dentro de la agenda electoral presidencial del 2020. Afirma “históricamente ha sido un tema importante pero no que afectaba las elecciones internas de los Estados Unidos. Pero en realidad, lo que ocurre con esta Administración es que la única política exterior de la que se han ocupado, y el presidente personalmente, ha sido Corea del Norte”.

En los puntos de discusión entre Washington y Pyongyang tampoco se han tocado los Derechos Humanos en Corea del Norte, a pesar de que ha sido un punto clave en las conversaciones históricas. Pero Trump ha preferido dejarlo fuera por el grado de sensibilidad que tiene para con el régimen de Kim.

Hubo muchas expectativas y esperanzas de que Trump, con su irreverencia y particulares formas pudiera conseguir lo que no había conseguido ninguna otra presidente estadounidense. En un intento por mantener el positivismo se centró la atención en el aspecto negociador de Trump como efectivo, en parte debido al alarde que él mismo ha hecho de buen negociador. Sin embargo, el fracaso es lo único que hemos podido comprobar hasta ahora. Más misiles, incluido uno intercontinental balístico de largo alcance que podría impactar territorio estadounidense.

Entrevista con Ilshad Hassan / 1 Uigures, una historia propia sin China

Los uigures tienen una historia propia, cultural y política y un proyecto de Estado frutrado hasta ahora al margen de China. Para ahondar en la compleja situación histórica de los uigures, 4Asia conversó con Ilshad Hassan, portavoz de la organización de derechos humanos de Uigures (UHRP o Uyghur Human Rights Project) en Washington, ciudad en la que se exilió debido a la persecución de la que fue objeto a principios de este siglo en China.

Su caso es curioso, porque sus padres le pusieron desde niño a estudiar chino, y su primera lengua, tal y como el mismo reconoce, es esa. El hecho de que hablara mandarín le permitió acceso a mejores trabajos e incluso a una mejor educación. Pero, paradójicamente, el estudiar y trabajar siempre con la etnia mayoritaria china -los han-, no fue fácil para Hassan, pues siempre, insiste, fue objeto de discriminación por pertenecer a una minoría, por ser físicamente diferente y por ser musulmán. Le incomodaban invitándole a comer cerdo -la carne mayoritariamente consumida en China- pero que los musulmanes no comen. Además de que le tuvieron siempre bajo vigilancia por el hecho de ser uigur.

En esta primera entrega de la haremos un repaso a la historia de los uigures y la geopolítica del Turkestán del Este, como ellos denominan a la región autónoma de Xinjiang, de acuerdo al nombre oficial chino. Le preguntamos en que basan los uigures sus diferencias con China y cuales son las razones históricas que explican que ese territorio no es parte de China.

“Turkestán del Este ha sido una nación separada de la China y la historia así lo prueba. Debemos remontarnos a los orígenes de China y a la dinastía Manchú -también llamada Qing- que conquistó China en 1644 que mantuvieron control hasta 1912. Los manchúes son un pueblo de la etnia Tangú, establecidos en Manchuria (actualmente son las provincias chinas Liaoning, Jilin y Heilongjiang ubicadas en el extremo noreste de China).  Alrededor de 1765 los manchúes invadieron el reino mongol, y perpetuaron un terrible genocidio del pueblo mongol. Sin embargo, en ese momento no lo hicieron con el entonces reino uigur”.

“De acuerdo con las antiguas escrituras chinas, el Turkestán del Este no era parte de China. Nunca lo fue. Una prueba de ello es que la muralla china está fuera de la circunscripción de Xinjiang así como de la región de Manchuria”.

En efecto, el geógrafo e historiador chino Ge Jianxiong, profesor y ex director de la Universidad de Fudan en Shanghai, y actualmente miembro activo del CPPCC o Comité para la consulta política del pueblo chino -un alto rango político en China-, sostiene en su libro “Unidad y fragmentación” que los territorios chinos de hoy día tienen menos de 100 años de haberse integrado. Lo que prueba que no es desde la antigüedad, tal y como el gobierno chino afirma.

“En 1876 el Imperio Manchú invadió el reino uigur y después de una dura batalla de 8 años los manchúes anexaron el territorio uigur y lo renombraron Xianjiang, que significa literalmente nuevo territorio”.

Los nacionalistas chinos derrocaron el Imperio Manchú en 1911, y desde entonces los chinos han tenido control de esta región. Pero los uigures lucharon a lo largo del siglo XX por retomar su autonomía.

“El 12 de noviembre de 1933 los uigures, kazakos, kirguís, uzbekos, mongoles, xibes y los huis declararon la “Primera republica islámica del Turquestán del Este” con apoyo de Rusia e India. Aunque sólo duro 6 meses”.

En 1944, el 12 de noviembre -simbólicamente- hubo otro intento de independencia como respuesta a la fuerte represión del momento. Y en esa ocasión se declaró la República del Turkestán del Este.  En ambas ocasiones se proclamó en la ciudad de Kasgar sede principal del antiguo imperio uigur.

“China tenía al gobernador Sheng Shicai en la región, pero a pesar de sus vínculos con el gobierno chino, mantuvo aislada la región y no permitió mucha injerencia del gobierno central. Era cercano a Stalin, lo que propició que entre la Unión Soviética y Turkestán del Este hubieran fluidas relaciones”. Los soviéticos eran muy buenos aliados de los turcomanos del este en ese momento y apoyaron plenamente el movimiento de independencia incluso enviando desde las repúblicas de Asia central algunos oficiales uigures, kazajos y kirguís; y, por supuesto, municiones”.

“La instauración del comunismo en 1949 trajo más represión a la región y con ello más represión a todas las minorías de la Turkestán del Este. El nacionalismo uigur nunca ha estado inspirado en tradiciones chinas, ni relacionado con China ni ha sido producto de la historia china. La influencia de los uigures siempre ha venido del oeste, nunca de este. Así como los uigures son una etnia de origen turco, su lengua, a pesar de los siglos que han ocupado esa región, se ha mantenido, así como las tradiciones, su gastronomía y la religión. Toda su influencia responde a Asia Central y no al lado chino”.

Uigures: las pruebas sobre la mesa. Nieves C. Pérez Rodriguez

Una vez más Beijing da que hablar, y en esta ocasión gracias a los documentos confidenciales que se filtraron y que contenían correspondencia interna entre oficiales y los métodos de seguridad que deben seguir los “centros de reeducación”, de acuerdo al gobierno chino, para los uigures, la minoría musulmana que habita la región autónoma de Xinjiang, ubicada al oeste de China.

El número de denuncias con respecto a estos centros no ha hecho más que aumentar en los últimos dos años, por lo que la presión internacional se ha agudizado y Beijing se ha visto obligado a dar algunas explicaciones, como que son centros vocacionales para ayudar a los uigures a formarse. Los estudiantes -según las fuentes oficiales- viven por un periodo de tiempo allí de forma gratuita mientras reciben formación.

También han dicho que son centros para eliminar el radicalismo islámico y prevenir ataques terroristas. Esto encaja perfectamente en el discurso internacional posterior a los ataques de las Torres Gemelas. Aunque también alegan que los centros vienen a controlar los deseos independentistas de los uigures.

Pero los que han pasado por los centros afirman -en su mayoría desde el anonimato- que son mucho más que centros de educación profesional. Son más bien prisiones con manuales de seguridad estrictos al puro estilo de los manuales de cualquier centro penitenciario del mundo. Y así lo prueban estos documentos filtrados, en los que se especifican con mucho detalle cómo cada individuo debe permanecer en estricta vigilancia las 24 horas de días. Además, prevén puertas de seguridad doblemente trancadas, así como torres de vigilancias, paredes de gran altura, cerco metálico, sistema de cámara y videos 24 horas funcionando.

Por su parte, el Senado de los Estados Unidos ha estado haciendo una larga campaña para aprobar una ley que condene los abusos que se comenten en contra de estas minorías. En efecto, el pasado 11 de septiembre fue aprobada en el Senado la “Ley de Política de Derechos Humanos de los uigures de 2019”, que contó con apoyo bicameral. Y reza la ley: “el gobierno chino tiene una larga historia de reprimir aproximadamente 13,000,000 de musulmanes sunitas turcos y moderados, particularmente los uigures, en la región autónoma de Xinjiang. Estas acciones son contrarias a las normas internacionales de derechos humanos, incluida la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”.

En una conversación que sostuvo 4Asia con personal republicano del Senado, nos afirmaron que “los documentos filtrados prueban la importancia de la ley introducida por el senador republicano Marco Rubio y el senador demócrata Bob Menéndez que abre el mecanismo de imposición de sanciones contra funcionarios del gobierno chino y del partido comunista chino por ser “responsables de abusos a los derechos humanos en Xinjiang”.

Asimismo, se explicaron que el Congreso introdujo el pasado marzo una ley para los derechos humanos de los uigures, una acción paralela e independiente de la ley del Senado. Pero que debido a la relevancia mediática del tema en este momento es posible que la cámara retome la ley y acelere el proceso.

Si la legislación fuera aprobada en el Congreso iría directamente a la Casa Blanca a la espera de la firma del presidente, quién en un tweet la semana pasada afirmaba que si conseguían acuerdos en materia comercial y de tarifas consideraría con Beijing no firmaría la ley.  A día de hoy, después de las irrefutables pruebas de los documentos infiltrados, tendrá más difícil negarse a firmar una ley que busca proteger una minoría que esta siendo abusada por un estado opresor, obligándoles a asimilar otro idioma, y abandonar sus creencias y cultura.

Y tal y como apuntó David Stilwell, Subsecretario de Estado de la Oficina de Asuntos de Asia Oriental y el Pacífico del Departamento de Estado, “usar el terror en gente para prevenir que éstos se hagan terroristas no tienen ningún sentido”.

China intenta ganar protagonismo en el BRICS. Nieves C. Pérez Rodríguez

Washington.- La semana pasada tuvo lugar la XI cumbre de los BRICS (acrónimo de la alianza de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, como grupo de potencias en ascenso) en medio de la “guerra comercial” entre China y Estados Unidos y los efectos de ésta en la economía mundial.

Los cinco líderes de los países miembros asistieron a la cita en Brasilia y a pesar de que el país anfitrión suele gozar de un protagonismo natural, en esta ocasión el protagonismo se centró en China. Xi Jinping fue agasajado con los más altos honores y todos los ojos estaban puestos en él. En sus palabras de cierre de la cumbre aseguró que “el proteccionismo y la intimidación van en contra de la corriente” y están perjudicando el comercio internacional y la inversión, lo que significa una caída de la economía mundial”, refiriéndose a Estados Unidos como el intimidador y el culpable de la guerra comercial.

La cumbre tenía su foco puesto en el crecimiento económico por un futuro innovador, lo que es exactamente la imagen que proyecta China hoy. Y el objetivo de este encuentro, que tiene lugar cada año, es sentar en un mismo recinto a las cinco economías emergentes más significativas del mundo.

El BRICS representa hoy el 50% del crecimiento de la economía mundial, el 42% de la población del planeta, 30% del territorio del globo, el 23% del producto interior bruto global, y el 18% de los intercambios internacionales, de acuerdo a la página oficial del BRICS.

Para analizar la cumbre consultamos a Leigh Wedell, experta en economía china e inversiones, y jefe de operaciones de Basilinna (firma especializada en China y Medio Oriente).

¿Cuál fue el centro de la Cumbre en esta ocasión? ¿Diría Usted que Xi Jinping hace uso de su gran chequera para ejercer más influencia?

“El presidente Xi Jinping ciertamente fue el centro de BRICS de esta semana en parte debido a su poder económico, pero también por el microscopio bajo el cual se está observando el acuerdo comercial entre Estados Unidos y China. Estábamos a la espera hace poco más de una semana que los dos presidentes firmen un acuerdo de “fase uno” al margen de las reuniones de APEC que se debieron celebrar en Chile. Todavía no hay una fecha fijada para una reunión entre los dos líderes. Y la falta de un acuerdo comercial está causando una desaceleración económica global.

Sin embargo, China también centró la atención en la cumbre por restaurar su relación con Jair Bolsonaro, quien abiertamente críticó a la “depredadora China” durante su campaña electoral.

Bolsonaro además afirmó que ahora China es parte cada vez mayor en el futuro de Brasil. Obviamente China es el mayor socio comercial de Brasil y ambos países aprovecharon para discutir la diversificación del comercio y la expansión de la inversión.  Mientras que también observamos como China e India suavizaron sus tensiones, y que el anuncio de la visita de Modi a China el próximo año, así lo prueba.

Brasil es una pieza clave porque está intentando equilibrar su posición entre Estados Unidos y China. Particularmente en este momento en el que se ven presiones para tomar una posición, de manera especial en el aspecto tecnológico. A pesar de que exista cercanía entre Bolsonaro y Trump, es poco lo que Brasilia a podido ver materializado de esa relación -al menos por el momento-. Sin embargo, ya Brasil tiene acuerdos para diversificar sus acuerdos de intercambios con China”.

¿Estamos viendo a la segunda economía del mundo tomando control del liderazgo internacional?

“La retórica oficial china los posiciona como los líderes de la globalización ante el abandono de los Estados Unidos.  Un buen ejemplo es como Beijing ha tomado la delantera en la promoción del cambio climático mientras Washington se retira del Acuerdo de París, o mientras Beijing lidera una propuesta de reforma de la OMC.

Estamos viendo el ascenso de China en el escenario global y un cambio significativo de su máxima tradicional de política exterior: “esconde tu fuerza, espera tu tiempo, nunca tomes la delantera”. La política exterior bajo el presidente Xi es más sofisticada en gran medida porque tienen una mayor participación en el juego con una mayor inversión extranjera.

El resultado más significativo de esta cumbre fue la alineación de los BRICS contra el “acoso y el proteccionismo” de Estados Unidos que está impactando la economía global. A medida que China se posiciona como un modelo alternativo para el desarrollo económico, están ganando terreno entre las economías en desarrollo, en parte debido a capacidad económica para financiar inversiones e infraestructuras, pero también debido a su historial de desarrollo económico que incluye sacar a cientos de millones de personas de la pobreza.

En el contexto de los disturbios generalizados en toda la región de América Latina, que también fue un tema de discusión, el mensaje de China es particularmente resonante y podría presentar un desafío conjunto para Estados Unidos en algunos de sus mercados clave”. Foto GovernemtZA, Flickr.

Sin acuerdos en plena guerra tarifaria. Nieves C. Pérez Rodríguez

Washington.- Las fuertes protestas en Chile han tenido eco en la escena internacional. Santiago de Chile estaba preparándose para ser el anfitrión de la APEC a mediado de noviembre y el gobierno de Piñera se ha visto presionado a suspenderlo antes la ola de violencia y destrucción. La principal consecuencia ha sido la suspensión del encuentro entre Donald Trump y Xi Jinping en el que se tenían las esperanzas puestas para formalmente poner en acción algún tipo de acuerdo comercial entre Estados Unidos y China.

En medio del desconcierto de cuál será el próximo paso, el ministro de Comercio chino afirmaba el pasado jueves que “el alivio arancelario sería una parte del primer acuerdo de tarifas”. A lo que Trump contestó un día más tarde que no se había acordado la reversión de tarifas aún. También Peter Navarro -el asesor de intercambios comerciales de la Casa Blanca- aseguraba que “No hay acuerdo en este momento para eliminar las tarifas existentes como una condición para alcanzar un acuerdo”.

Entre comentarios de ambos lados del Pacífico transcurrió la semana. Y la cerró Lou Jiwei, ex ministro de Finanzas chino, quién afirmaba en el foro industrial el sábado en Beijing que “Estados Unidos ha sido secuestrado por el nacionalismo y el populismo y está recurriendo a la intimidación”. Mientras, afirmaba que los esfuerzos de Washington por contener a China no funcionarán, porque Beijing opera en una economía de mercado que está integrada con las cadenas de valor mundial que no dependen de Estados Unidos.

Lou pronostica que una rivalidad tan fuerte entre ambas naciones puede acabar en una guerra financiera entre China y Estados Unidos, refiriéndose al intento de bloqueo de ZTE y Huawei.

Las declaraciones de Luo marcan un cambio de postura de China, puesto que hasta ahora había intentado manejar la situación con diplomacia y guantes de seda. Pero las declaraciones del final de la semana pasada son una muestra de que Beijing se siente acorralada y que está cambiando la estrategia a una de mayor presión. Además de que están sintiendo los efectos de las tarifas impuestas por Washington.

Christopher Balding -economista, profesor de la Universidad de Pekin e investigador de la ESADE- publicaba un artículo en Bloomberg en el aseguraba que el comercio total de Estados Unidos no está disminuyendo. Por el contrario, está creciendo a un ritmo similar a una década atrás. Una disminución en los envíos hacia y desde China se ha compensado con el aumento del comercio con socios como Vietnam y México. Afirma que el mercado global es muy grande y los bienes pueden sustituirse fácilmente, los fabricantes absorberán los aumentos de precios y los trasladarán a diferentes productores.

Pero el problema al que se enfrenta Trump ahora es de otra índole, es doméstico. El “impeachment” o juicio político es una especie de nube negra que ha llegado a Washington y que tiene distorsionado el ambiente. Mientras Trump intenta desesperadamente usar sus tweets para desviar la atención, en el congreso y los medios de comunicación estadounidenses no se habla más que de eso.

Como si fuera poco, el país está en cuenta regresiva para las elecciones presidenciales del 2020, la evaluación de su gestión no es positiva porque no se ven resultados tangibles, en efecto, lo más probable es que Trump pierda apoyo en los Estados claves, que lo llevaron a la presidencia, como Iowa, Wisconsin y Michigan, así como Minnesota- que, en las elecciones pasadas, aunque lo ganó el partido demócrata cuenta con un fuerte electorado republicano-. En estos estados agrícolas los productores se han visto perjudicados por la guerra comercial y las tarifas. Por lo que Trump podría hacer llegar a un acuerdo con Beijing al último minuto sólo para garantizarse el voto en esos estados claves.

Si eso sucede, todo el tiempo que se ha invertido en “la llamada guerra arancelaria” no habría servido de nada. Y el acorralamiento de Washington a Beijing, que ha tenido efectos en la economía china, como su desaceleración, será recordado como un intento fallido de hacer que China juegue bajo las reglas del comercio internacional.

Y tal y como ha sido repetido por varios funcionarios estadounidenses, el mismo Robert Lighthizer -el representante comercial de la Casa Blanca-, “la razón de los aranceles por 250 mil millones de dólares son una forma de asegurarse que China cumpla con sus compromisos y los mantenga por un largo plazo”.

Demolición de la identidad de los uigures. Nieves C. Pérez Rodríguez

Xinjiang es la región autónoma china con mayor extensión territorial de la nación asiática, ubicada al extremo oeste del país, y cuyos límites tocan a India, Paquistán, Afganistán, Tayikistán, Kirguistán, Kazajistán, Rusia y Mongolia.

Una región compleja debido a su dimensión y topografía. Xinjiang es el hogar de los uigures, una minoría musulmana que tiene origen turco pero que ha habitado esta región durante siglos. “Es una civilización totalmente diferente a la china”, apunta Bahram Sintash, un arquitecto experto en arte y diseño, que se ha dedicado a estudiar el estilo arquitectónico de las mezquitas y lugares sagrados de los uigures en Xinjiang.

4Asia conversó con este arquitecto sobre la desaparición de estos santuarios y cómo, desde la distancia, ha podido determinar lo que según sus propias palabras lo que está ocurriendo es un plan cuyo objetivo es “la demolición de la fe de los uigures”.

Sintash es uigur y su padre, Kurban Mamut -68 años- es un prominente escritor y ex director del popular diario “la Civilización de Xinjiang”, quien fue detenido en febrero de 2018 y enviado a un campo de reeducación en Urumqi. Desde entonces no se ha tenido ninguna información sobre él. Así mismo, apunta, fueron detenidos otros uigures intelectuales, como el ex director del departamento de supervisión de educación de Xinjiang, ex presidente de la Universidad de Xinjiang.

Sintash se había trasladado a los Estados Unidos previo a la detención y nos cuenta que ahora no puede regresar a su lugar de origen porque estaría en peligro inminente. Por lo que se ha dedicado desde el exilio a estudiar la desaparición de los santuarios de los uigures. Afirma que hasta el momento ha descubierto que han desaparecido 140 mezquitas, algunas completamente, otras parcialmente o al menos sus cúpulas o partes más notorias han sido quitadas del edificio.

 Para su estudio ha usado Google Maps Earth, con cuya herramienta ha podido verificar las demoliciones y cambios dramáticos de estos lugares, que incluyen también los cementerios de esta minoría.

Sintash afirma que a día de hoy el 80% de las mezquitas han sido afectadas de una manera u otra desde el 2017. Lo que en número serían entre 10.000 a 15.000 mezquitas de Xinjiang. “Los musulmanes creen que las mezquitas son el hogar de Dios y donde los musulmanes sienten la misericordia de Dios y se sienten cerca de él. Las mezquitas son donde las personas pueden ir a estar y sentirte parte de la comunidad musulmana. Sin mezquitas no se puede transmitir la religión a las siguientes generaciones. Sin mezquitas los musulmanes se quedan sin hogar religioso en su propia tierra natal”.

En 1982 la Constitución china fue modificada en parte, sostiene Sintash, para clarificar los derechos fundamentales y reflejar la determinación de Deng Xiaoping de poner una base para la estabilidad y modernización doméstica china. Lo que resultó en el reflorecimiento de la cultura de los uigures, puesto que se pudieron publicar libros históricos, novelas, diarios, se hicieron películas, programas de TV, la música y el arte también vieron su crecimiento, y en cuanto a la educación, los colegios desde preescolar hasta las universidades enseñaban en la lengua de los uigures.

“Está claro que lo que está haciendo ahora Beijing es un genocidio cultural y religioso que comenzó en 1996 cuando lanzaron la campaña atacar fuerte y condenaron las actividades religiosas como ilegales. Desde entonces, la presencia de la policía en Xinjiang es constante. Después de los atentados del 11 de septiembre el uso del término terrorismo ha sido exponencialmente usado para justificar el patrullaje casi permanente. En 2017 fue oficialmente prohibido el uso de la lengua de los uigures en las aulas. Las restricciones religiosas del gobierno ahora son tan estrictas que efectivamente ha prohibido la práctica del Islam”

Sintash afirma que no puede comunicarse con su familia desde febrero de 2018, porque la policía de Xuar ha establecido que es un crimen mantener contacto con personas fuera de China. Lo único que sabe es que su madre está enferma y que su hermana es quien la cuida. Insiste en que vive en agonía sin saber que le han hecho a su padre, pues dentro de los campos de concentración de Xianjiang se atenta contra los derechos humanos básicos.

La doctrina comunista la instauró Mao Zendong hace 70 años, en un esfuerzo por apostar por las políticas marxistas, pero siguiendo una receta china propia, que fue orientada a la clase campesina con miras en industrializar el país. Para ello Mao creo granjas colectivas que prohibían la agricultura y la propiedad privada, lo que acabó matando de hambre entre 20 a 40 millones de individuos, entre persecuciones políticas y larga lista de horrores.

Tras su muerte, las reformas introducidas por Deng Xiaoping transformaron la economía, comenzó su liberación, permitió la propiedad privada y descentralizó el poder, por la que en regiones como Xinjiang los uigures pudieron ver el florecimiento de su cultura.

Xi Jinping por su parte, parece estar disfrutando los beneficios de las reformas de Deng, pero restringiendo todo tipo de libertades para evitar perder control de la nación. Acabar con las minorías es una forma rápida de evitar cualquier sublevación que se base en esas diferencias. Erradicar cualquier forma distinta de pensamiento consagra a Xi como el Mao del siglo XXI.

Es responsabilidad directa de Xi la tragedia de los uigures en Xinjiang que de continuar se convertirán en una minoría extinta en la región.

China, petróleo y Venezuela. Nieves C. Pérez Rodríguez

Washington.- China ha invertido enormes cantidades de dinero en Venezuela. De acuerdo con el Atlantic Council esta cantidad asciende a cerca de unos 67 mil millones de dólares en distintos fondos y proyectos. Indudablemente Beijing ha visto potencial en la nación con las mayores reservas de petróleo del mundo, pero también hay que reconocer que fue el mismo Hugo Chávez quien viajó en varias ocasiones a China, en la primera década del siglo, para reunirse con su homólogo y explorar mayores y más profundas relaciones entre ambos países.

4Asia asistió la semana pasada a la discusión sobre China, petróleo y Venezuela organizada por el Atlantic Council, y tuvo oportunidad de conversar directamente con algunos de los expertos invitados. Tal fue el caso de la profesora Ann Lee -reconocida internacionalmente como una autoridad en las relaciones económicas china, egresada de la escuela de negocios de Harvard.

Lee afirma que “Las relaciones entre Venezuela y China antes de la llegada al poder de Chávez eran casi inexistentes. En efecto, los intercambios económicos suponían alrededor de 500 millones de dólares. Pero a partir de 1999 y hasta el 2013 esas relaciones crecieron exponencialmente. Fue el mismo Chávez quién viajó en múltiples ocasiones a China para cortejar a los chinos y establecer relaciones económicas y diplomáticas, e incluso en busca de ayuda militar para poder librarse de los estadounidenses”.

Chávez muere, pero en ese momento ya los chinos tenían interés y negocios en Venezuela y habían invertido en diferentes áreas: construyeron una fábrica de teléfonos móviles, ayudaron a Venezuela a lanzar un satélite y en diferentes proyectos de viviendas, así como proyectos mineros. Los chinos no imponen su modelo en ningún país, sostiene Lee, por eso hacen negocios con dictadores africanos o líderes democráticos. Para ellos la ideología no tiene que ver hacer nada con los negocios.

Lee afirma que la prioridad de Beijing es asegurarse su crecimiento, pues todavía tienen unos 500 millones de personas en situación de pobreza, y para poder sacarlos de esta tienen que seguir creciendo económicamente. Visualizan como ideal un escenario de paz y estabilidad internacional como el más favorecedor para sus intereses. Es lo que está haciendo Beijing a través de la Ruta de la Seda; mientras ellos crecen, ayudan a crecer al resto de las naciones. Las ambiciones políticas chinas están atadas a sus ambiciones económicas, enfatiza Lee.

 China no quiere intervención extranjera en sus asuntos internos. Un buen ejemplo es Taiwán o Hong Kong, razón por la cual apoyan a Maduro. Beijing percibe a Washington como violador de la soberanía venezolana al meterse en los asuntos internos de ese país, afirma Lee.

El 60% del total de los créditos que China ha otorgado en Latinoamérica y el Caribe han ido a Venezuela de acuerdo con el Atlantic Council. Sin embargo, casi todos los créditos fueron dirigidos a entidades gubernamentales, no fueron a la industria petrolera venezolana, lo que es parte del problema hoy, que se abandonaron los trabajos de mantenimiento de los equipos según Francisco Monaldi, experto en energía y petróleo y profesor de la Universidad Rice en Texas.

En cuanto al sector petrolero, hoy día en Venezuela los actores internacionales presentes en ese campo son tres: Rusia con unas 254 firmas y empresas en el área; China con 294 consultoras y empresas operando en terreno, y Estados Unidos, con menos presencia cada día. Un país en el que su principal industria registrará perdidas por orden de 1.900 millones de dólares por la venta o descuentos que ha tenido que hacer para eludir las sanciones estadounidenses, según Monaldi, lo que se traduce en una contracción de la economía venezolana en 39,9% en el 2019 respecto al 2018, y una disminución del PIB del sector petrolero del 18,7% según Ecoanalítica.

La profesora Lee es contundente en cuanto a la razón por la que Beijing tolera la ignorancia y la incompetencia de Maduro: es porque ellos fueron también incompetentes y pudieron cambiar. A Maduro lo están ayudado con ayuda humanitaria sin pedir pagos a cambio. Así mismo, afirma que el hecho de que Washington siga siendo el proveedor de equipos militares de Taiwán motiva a Beijing a quedarse cercano a Maduro, debido a que Venezuela es el patio trasero de los Estados Unidos, como una estrategia geopolítica.

China no apoyará a un tercer candidato cuándo Maduro ha sido elegido libremente, afirma Lee. Los chinos considerarían eso como intervención en asuntos venezolanos. Si el gobierno de Maduro -apunta- invitara a China a una mediación, Beijing lo haría si (y solo si) contara con el acuerdo de Washington, pues saben que si Estados Unidos no está de acuerdo, no se materializará.

Carrie Filipetti, asistente a la secretaría de Asuntos Occidentales del Departamento de Estado, precisó que China usa repetidamente la palabra neutralidad para referirse a los asuntos internacionales. Sin embargo, apuntó que no es neutralidad mantener silencio ante las atrocidades de Maduro, eso se llama complicidad. Particularmente, hay complicidad cuando el régimen es ayudado con sistemas de monitoreo vendidos por China, explicó. Y también hay complicidad cuando se usan los sistemas multilaterales para su sobrevivencia.