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THE ASIAN DOOR: Los consumidores chinos lideran la sostenibilidad ambiental. Águeda Parra

El cambio climático es una realidad patente en nuestro entorno mientras las economías mundiales se enfrentan al reto de alcanzar la neutralidad del carbono antes de que los daños sean irreparables. China ya ha mostrado su compromiso a la ONU de alcanzar el pico de emisiones de CO2 en 2030, aunque todas las estimaciones apuntan a que podría conseguirse en una fecha anterior, mientras aspira alcanzar la neutralidad del carbono en 2060. Un reto al que se unen los consumidores chinos demandando una mayor sostenibilidad entre las marcas sin encarecer el precio.

El desarrollo sostenible está provocando que las marcas afronten un cambio de actitud entre los hábitos de los consumidores que requieren de la industria ser más activa y respetuosa con el medio ambiente. Una tendencia que se generaliza a nivel global y que tiene entre los consumidores chinos a los principales game-changers de cómo la demanda de una producción más sostenible puede impactar sobre la industria de consumo.

Ser la fábrica del mundo ha supuesto que China afronte en los próximos años ambiciosos objetivos para limitar el calentamiento global. Los efectos de la polución del aire en las ciudades son tangibles en China, situándose la ciudad de Hotan, muy expuesta a las tormentas de arena por su cercanía al desierto de Taklamakán, en el primer puesto del informe de ciudades más contaminadas del mundo en 2020 que publica la empresa suiza de tecnología del aire IQAir. A pesar de que la contaminación sigue siendo un importante caballo de batalla para el gigante asiático, solamente dos ciudades chinas figuran en esta clasificación, ocupando Kashgar el puesto 15, mientras es India el país que incluye hasta 16 ciudades entre los primeros veinte puestos.

En los últimos años, la polución y otros fenómenos climáticos severos han ido generando mayor conciencia ambiental entre la población que demanda en las cadenas de producción cambios para alcanzar un consumo más responsable. En este punto, el compromiso de los consumidores chinos parece liderar esta tendencia, siendo el grupo de opinión con mayor predisposición a contribuir con el 0,5% de su salario anual a combatir el cambio climático, según la encuesta realizada por Wunderman Thompson. De los tres grupos de opinión participantes, los internautas chinos con el 86% se sitúan por delante de los encuestados en Reino Unido y Estados Unidos donde el porcentaje de aquellos dispuestos a contribuir financieramente alcanzó el 64% y 62%, respectivamente.

La cuestión de actuar por el medioambiente no solamente forma parte de la conciencia de los consumidores chinos, sino que son estos mismos los que en un porcentaje mayor a los otros dos grupos de opinión esperan que las empresas tomen un papel más destacado en la solución de los grandes desafíos que plantea el cambio climático. Mientras las marcas con mayor compromiso en sostenibilidad ven mejoradas sus ventas por una mayor conciencia ambiental, no es menor el compromiso de los grandes titanes tecnológicos chinos por incorporar la energía limpia como activo para mejorar su valoración como empresa medioambientalmente responsable.

El bajo rendimiento en el uso de energías limpias ha supuesto para Alibaba quedar desbancada del primer puesto en el sistema de puntuación que realiza Greenpeace East Asia de los proveedores cloud en China a favor de Tencent. Entre las grandes tecnológicas chinas comienza a implantarse el uso de las energías renovables, siendo una realidad ya entre 13 de las 22 más importantes del país, cinco más que en 2019, según Greenpeace.

Consumidores y grandes tecnológicas se suman a los objetivos comprometidos por China para abordar el calentamiento global, una tendencia que las marcas y las empresas que operan en el país deben tener en cuenta para captar el entusiasmo de un consumidor cada vez más sensible con el medio ambiente. (Foto: Flickr, chrisffoto)

THE ASIAN DOOR: La pirámide (invertida) de la digitalización financiera. Águeda Parra.

Apenas dos décadas separan el nacimiento de Internet del mundo digital en el que nos movemos actualmente. En este tiempo, el despliegue de las tecnologías ha ido definiendo la evolución de los servicios disponibles. Sin embargo, una pandemia y nuevas necesidades tecnológicas están imprimiendo un ritmo de digitalización más dinámico, imponiendo una aceleración en la transición hacia el siguiente nivel tecnológico, a diferencia de cómo había sido hasta el momento.

Algunos estudios muestran que han bastado dos meses de pandemia para acelerar la digitalización mundial cinco años, un efecto al que el sector financiero no ha sido ajeno. La situación de crisis sanitaria ha impulsado de forma significativa las previsiones de crecimiento del mercado e-commerce a nivel global, a la vez que se ha acelerado la transición entre los pagos físicos a los móviles. De hecho, el efecto del COVID-19 ha generado un incremento en los niveles de transacciones de pagos digitales similar al que estaba previsto alcanzar en un intervalo de dos a cinco años vista. Y es precisamente esta aceleración de las tendencias digitales en el entorno FinTech lo que va a provocar la disrupción en el sector. Aquellos que sepan adaptarse a las nuevas necesidades digitales verán impulsada su actividad, mientras que la selección natural darwiniana dejará atrás a los que se vean superados por los ritmos de digitalización que ha impuesto la pandemia.

Una nueva era. Así es como ya ven los mercados de capitales la rápida irrupción de las empresas FinTech en el mercado financiero. Si los avances tecnológicos han promovido el despliegue de nuevas generaciones de telefonía móvil, los servicios implementados han ido evolucionando igualmente al ritmo (o incluso a mayor velocidad) al que lo ha hecho la tecnología. El valor de los bancos convencionales parece estar en caída libre. Si en una década han pasado de representar el 95% al 81% del valor del mercado total de la industria bancaria y de pagos, solamente en el último año han caído al 72%. Espacio que han ido ocupando las empresas FinTech que ya representan un 11%. Entre ellas destacan la china Ant Group y la estadounidense PayPal, cuyo valor de mercado se ha duplicado este año hasta los 900.000 millones de dólares. El mercado lo completan las empresas convencionales de pagos no bancarios como Visa, que también ha experimentado un importante crecimiento, representando el 17% del mercado restante, según The Economist.

La rápida proliferación de iniciativas en distintos sectores que compiten por convertirse en la plataforma que aglutine los servicios de pagos, los seguros y las actividades de inversión financiera muestran la dinámica del mercado en la que players ajenos a la industria pasan a suponer una parte importante del mercado bancario y de pagos que cubre todas las necesidades financieras de los usuarios digitales. Una tendencia que ya comienza a estar ampliamente desarrollada en China donde Alibaba y Tencent, los grandes titanes tecnológicos, llevan años avanzando en este tipo de integración, beneficiándose de la incorporación de las capacidades de la IA, el cloud computing y el big data para conocer al instante el perfil crediticio de los consumidores y poder así adaptar la prestación de estos servicios a la demanda.

Si la pandemia ha sido disruptiva en la adopción de hábitos digitales, mayor será el impacto que genere el despliegue de la quinta generación de telefonía móvil. Promotor de grandes avances en la digitalización de varias industrias, es muy posible que se invierta la pirámide financiera por efecto del 5G. Las FinTech están destinadas a adquirir un mayor protagonismo entre los consumidores ávidos por incorporar las nuevas tecnologías a este ámbito, aunque los bancos tradicionales seguirán siendo necesarios para mantener el funcionamiento de la industria financiera.

THE ASIAN DOOR: Los unicornios nacen en China y viajan por el mundo. Águeda Parra

¿Qué es lo que pensáis cuando digo China? Probablemente penséis en una gran cultura milenaria, la Gran Muralla China, o quizás os venga a la cabeza los productos Made in China. Estereotipos lógicos y clásicos. Pero no es de ese tipo de cosas de las que voy a hablar. Me gustaría hablar de la tecnología del día a día que se utiliza en la economía digital de China. Estoy hablando de la revolución tecnológica que se está produciendo ahora en China, a miles de kilómetros y, aunque no lo creamos, es una revolución que está ya aflorando en nuestros mercados de forma imparable.

Si os dijera que existe un país que crea un unicornio cada 3,8 días, posiblemente la mayoría estéis pensando en Estados Unidos como primera opción. Sin embargo, hoy en día es China el país de los unicornios. Este tipo de empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares proliferan en el nuevo ecosistema digital que se está desarrollando en el gigante asiático.

Pero, vayamos por partes. El universo tecnológico que casi dominaba por completo Estados Unidos hace apenas 6 años es parte de la historia, y la historia ahora es que en la próxima década es más posible que los unicornios sean compañías americanas o chinas. De hecho, el Top 20 de grandes titanes tecnológicos mundiales está formado por 12 empresas americanas y 8 chinas. Apple, Amazon, Alphabet, Microsoft y Facebook son las que lideran la clasificación.

Y hasta aquí el dominio estadounidense, porque a la zaga están ya Alibaba y Tencent, los dos grandes referentes tecnológicos chinos. Pero lo curioso de esta nueva historia es que los titanes chinos solamente han necesitado 10 años para conseguir hacer imprescindibles las aplicaciones que gobiernan el día a día en China. Todo parece indicar que es cuestión de tiempo que las empresas chinas entren en el Top 3, e incluso que luchen por liderar el ranking de los mayores titanes de Internet en un tiempo no muy lejano.

Pero, ¿cómo pensáis que se ha producido esta transformación digital en menos de una década? O mejor, ¿cómo explicáis las cosas cuando suceden de forma diferente a cómo las pensamos? Por ejemplo, ¿por qué la tecnología china está siendo cada vez más innovadora en comparación al resto de tecnológicas mundiales, año tras año? La explicación reside en que hay algunas cosas que las diferencian.

Para conseguirlo, China se ha valido de la combinación de tres factores. En primer lugar, los usuarios que tienen acceso a Internet. El mercado digital de China es el mayor del mundo, ya que la mitad de la población tiene acceso a Internet, y eso es mucha gente. Tantos como más de 700 millones de usuarios, dos veces la población de Estados Unidos. Precisamente ésta es una de las principales ventajas que facilitan que los unicornios se expandan y desarrollen nacionalmente a la velocidad a la que lo hacen.

En segundo lugar, los nativos digitales. Los nativos digitales son los grandes artífices de que China se haya convertido en un gran hub de innovación. Se trata de una generación de jóvenes que no han conocido el teléfono fijo en casa, y en el 95% de los casos hacen uso del Smartphone como el dispositivo preferido para acceder a Internet. En China, los nativos digitales representan el 16% de la población que, teniendo en cuenta la dimensión de la población china, suponen más de 220 millones de personas, un grupo que en magnitud supone toda la población de Alemania, Francia y Reino Unido juntas. Solamente ellos van a ser los responsables del crecimiento del consumo en China en un 20% de ahora hasta 2030.

Por último, el tercer factor es el nuevo modelo de economía digital. Los BAT, como se conoce a Baidu, Alibaba y Tencent, son sólo una parte del universo tecnológico de China. Alipay, de Alibaba, domina los medios de pago, y la omnipresente WeChat, de Tencent, es la aplicación con la que se puede hacer casi de todo. Desde comprar entradas, pedir una cita médica, hasta solicitar el inicio de los trámites de divorcio y pedir una licencia matrimonial. Todo sin salir de la aplicación. Así de amplio es el universo WeChat. Es, sin duda, la mayor red social del mundo; cuenta con mil millones de usuarios activos. Sí, mil millones, ésa es la magnitud del gran universo digital de China. Tal es su éxito, que Facebook aspira a convertirse en el WeChat americano con su propuesta de integrar en su aplicación Messenger, Instagram y WhatsApp.

THE ASIAN DOOR: En los juegos digitales Tencent es el rey. Águeda Parra

De la economía digital en China se conoce mucho a sus actores, los grandes titanes tecnológicos que están impulsando el desarrollo de las nuevas tecnologías en el país. Baidu, Alibaba, Tencent, más conocidos como los BAT, figuran entre los grandes referentes de la revolución tecnológica que está experimentando el país. Muchos de ellos ya han traspasado la “Gran Muralla china” digital y están desarrollando sus planes de expansión internacional con éxito entre los países asiáticos, pero también entre las grandes potencias occidentales. De entre los sectores que hacen posible la floreciente economía digital en China, el e-commerce, las FinTech y la inteligencia artificial figuran entre los más importantes, pero existen muchos otros, menos conocidos, como los juegos digitales, que también están realizando una gran aportación a una cada vez más importante economía digital en China.

Podríamos decir que Alibaba representa para el e-commerce lo que Tencent a los juegos digitales, un gran imperio que le ha llevado a ser la firma de juegos más grande a nivel mundial con los mejores juegos para móvil y PC del mundo por ingresos. Conseguir esta posición de liderazgo ha sido el resultado de la adquisición de otras compañías extranjeras que ha permitido a las empresas chinas disponer de los juegos con mayor número de jugadores online. De hecho, las compañías chinas fueron responsables de hasta el 70% de todas las adquisiciones de compañías de juegos digitales entre 2015-2017, un escenario que difícilmente se volverá a producir después de que el gobierno chino incorpora en agosto de 2017 una nueva ley sobre inversiones en el extranjero que prohíbe la adquisición de este tipo de empresas. No obstante, el entorno de enfrentamiento entre Estados Unidos y China con el trasfondo de la guerra comercial harían en la actualidad muy complicadas este tipo de negociaciones.

Una clase media con mayores ingresos y una creciente penetración de usuarios de Internet ha llevado a que China se posicione como el mercado más grande del mundo con un 26% de cuota por ingresos, según la consultora especializada NewZoo. El liderazgo en esta ocasión corre a cargo de Tencent, que cuenta con un 46% de la cuota de mercado del país, lo que además le permite situarse como la compañía de juegos digitales más importante del mundo por ingresos con 10.200 millones de dólares, según Niko Partners. Esto supone que la compañía china acapara un 13% de los ingresos globales de los juegos digitales, que le permite posicionarse por delante de otras grandes empresas del sector como Sony, Activision Blizzard, Microsoft, Apple y Electronisc Arts que, junto a Tencent, ocupan el Top 5 mundial de las empresas de juegos más importantes. En el mercado chino, por el contrario, solamente NetEase, la sexta compañía más importante del mundo, consigue con un 15% de cuota de mercado hacerle algún tipo de competencia al gigante Tencent, propietario además de la omnipresente aplicación WeChat, elemento clave del ecosistema digital de China.

El mercado de juegos digitales ha conseguido duplicar en poco tiempo sus cifras de negocio, creciendo entre 2013-2017 desde los 13.800 millones de dólares a los 32.500 millones de dólares, una cifra que se consigue reuniendo a más de 575 millones de jugadores online, según NewZoo. El creciente mercado de juegos digitales en China ha superado con creces al de Estados Unidos que alcanzó los 25.000 millones de dólares en 2017, registrando 180 millones de usuarios menos que el chino. Este menor rendimiento del negocio de empresas estadounidenses en China no procede, sin embargo, de un menor interés por los productos que ofrecen, más bien al contrario. El juego para PC más popular en el gigante asiático es el League of Legends, desarrollado por la empresa estadounidense Riot Games que fue adquirida por Tencent, mientras que el más popular entre los juegos para móvil es Honor of Kings, una adaptación de League of Legends. Sin embargo, la situación a la inversa no suele darse, es decir, que las empresas chinas que desarrollan juegos digitales populares en el mercado nacional consigan traspasar la “muralla china” y posicionarse entre los más descargados en otros países.

El gran dominio de Tencent se produce gracias a la obligación impuesta por las leyes chinas que requieren que las empresas extranjeras se asocien con una compañía local para operar en China. La cesión obligatoria de las licencias supone que las compañías extranjeras reciban en torno al 30%-50% de los ingresos asociados a los juegos de PC disponibles en el mercado chino, mientras que en el caso de los diseñados para móvil ese porcentaje puede ascender hasta el 60%. Una situación que dificulta la operativa de las compañías extranjeras en China, donde el mercado de juegos digitales está experimentando un gran crecimiento después de que el gobierno levantara en 2015 la prohibición de 14 años impuesta en 2000 de importar consolas de juego extranjeras por considerar que podrían ser perjudiciales para la salud por cuestiones de adicción. La situación llegó al extremo en China cuando en 2007 el gobierno obligó a los operadores a incluir un “software anti-adicción” para evitar un uso excesivo entre los jóvenes.

Una de las preocupaciones de este monopolio entre las empresas chinas del sector de juegos digitales es el acceso a la información que se recopila de los terminales de juego, que puede incluir la geolocalización, acceso a la cámara, lista de contactos y hábitos. Información sensible si se tiene en cuenta que en el caso de Tencent la compañía también dispone de los datos que le proporciona WeChat, la aplicación omnipresente con la que los usuarios pueden realizar compras e-commerce, pagos online, solicitar citas médicas, pedir comida a domicilio, solicitar transporte compartido, bicicletas de alquiler y un largo etcétera. Unos datos que podrían llegar al gobierno, si así se lo requiriesen por normativa legal. Mientras los usuarios de WeChat en el extranjero siguen siendo una minoría, la información actual corresponde principalmente a los ciudadanos chinos.

THE ASIAN DOOR: Reinventando el sector salud con Ping An y Tencent. Águeda Parra

El envejecimiento de la población de China ha pasado de ser una preocupación para el gobierno chino a convertirse en una cuestión de máxima prioridad. El sueño del presidente Xi Jinping de alcanzar el “rejuvenecimiento de la nación china” tiene como objetivo un incremento demográfico que evite el colapso del desarrollo económico del país. Pero entre los grandes desafíos que plantea el envejecimiento de la población también figura la presión que ejerce para la sanidad un número creciente de personas mayores.

Entre las principales economías mundiales, el sector de la salud de China es el que más rápido crece, pasando de representar un 4% del PIB en 2007 al 6% en 2018, aunque todavía se sitúa por detrás de otras grandes potencias como Estados Unidos, que dedica un 17%, y el 9% del Reino Unido. Pero las previsiones indican que crecerá un 12% anual hasta alcanzar el billón de dólares en 2020, pudiendo alcanzar los 2,3 billones de dólares en 2030, según un informe de McKinsey & Company.

Protagonistas de primer nivel de la revolución tecnológica que vive China, las startups chinas están surgiendo como los mejores aliados del gobierno para impulsar el sector de la salud del país. Los avances en inteligencia artificial, big data y cloud computing que están aportando los BAT (Baidu, Alibaba y Tencent) forman parte de la capacidad de innovación tecnológica que está alcanzando el gigante asiático con el impulso del Made in China 2025. Gracias a la incorporación de los grandes titanes tecnológicos se estima que el mercado de salud online de China alcance los 2.610 millones de dólares en 2019, lo que representa un crecimiento interanual del 17,2% respecto al año anterior, según datos de iResearch. De esta forma, China podría mejorar los servicios de salud del país incorporando las nuevas tecnologías aunque todavía sufra de una importante escasez de médicos en comparación con los países desarrollados. En el caso de las economías de la OCDE, la asistencia sanitaria contempla 3,19 médicos por cada 1.000 personas, mientras que en China la proporción desciende hasta los 2,22 médicos por cada 1.000.

Una de las grandes apuestas es Tencent Trusted Doctor, que después de conseguir 250 millones de dólares en una ronda de financiación, ha situado el valor de la compañía en más de 1.000 millones de dólares. Actualmente cuenta con 440.000 médicos que atienden a más de 10 millones de pacientes online a los que ofrecen el servicio de reconocimiento médico en línea, la posibilidad de realizar envíos de medicamentos gracias a las compras online que permite la aplicación e incluso la opción de solicitar consultas médicas en hospitales físicos. Estos servicios se encuentran disponible a través Tencent Health, una aplicación accesible desde WeChat, el emblema de Tencent en el complejo ecosistema tecnológico de China.

La apuesta de Ping An, empresa de seguros del grupo Alibaba, compite en el sector de la salud en China con Good Doctor, una iniciativa que conjuga perfectamente la estrategia omnicanal que tan buenos resultados está aportando al titán tecnológico. En esta apuesta por la diferenciación, las más de 1.000 cabinas de 3 metros cuadrados conocidas como “clínicas de un minuto” realizan un diagnóstico a los más de 228 millones de usuarios registrados, equivalente a toda la población de Canadá, Estados Unidos y México. En el millar de unidades disponibles en 8 provincias, los médicos virtuales ofrecen el diagnóstico sobre 2.000 enfermedades comunes en base a los beneficios que aporta la inteligencia artificial y los datos de más de 300 millones de consultas previas, al que después le sigue la interacción con un médico real por videoconferencia. La facilidad de conseguir el medicamento offline desde la propia cabina completa el servicio que ya proporcionaba Ping An de realizar las compras de medicamentos online en farmacias.

Los avances en los servicios de salud en China también abarcan al dinámico mercado del equipamiento médico, el segundo más grande del mundo que alcanzó un valor de 75.900 millones de dólares en 2017, lo que representa el 18,8% del total mundial, según los últimos datos oficiales. En este ámbito también destacan los grandes titanes tecnológicos como Baidu, Tencent y Huawei, especialmente por los acuerdos suscritos con otras empresas internacionales especializadas en este mercado. En el caso de Tencent, destaca la colaboración estratégica suscrita con Philips para cooperar en la investigación y desarrollo de dispositivos médicos inteligentes. Un acuerdo al que hay que sumar el alcanzado con la multinacional farmacéutica Novartis con el que se pretende crear una plataforma de redes sociales donde reunir a personas con enfermedades crónicas. En el caso de Huawei, destaca la intención de la compañía china de añadir los dispositivos médicos a sus áreas de negocio, mientras que el último movimiento de Baidu en este sector ha sido la inversión en la empresa Neusoft, un fabricante de equipamiento médico de alta calidad.

Existen ciertos factores que están animando las inversiones en el sector de la salud en China. De una parte, el gobierno debe afrontar un envejecimiento de la población que va a requerir más medios y servicios por parte del sector público. Sin embargo, la inversión privada está saliendo al rescate de una mayor presión sobre el presupuesto gubernamental. Una creciente clase media china con mayor disposición de ingresos, que cada vez tiene una mayor consciencia sobre la importancia de la salud y la calidad de vida, resulta ser el elemento dinamizador más determinante de una nueva era en la sanidad china. Una oportunidad que las empresas extranjeras deberían aprovechar ante las buenas previsiones de crecimiento que plantea el sector en los próximos años y ante los retos tan desafiantes que plantea el sector de la salud en China. (Foto: Davide Simonelli)

THE ASIAN DOOR: Meituan se come a Goliat. Águeda Parra

Pedir comida a domicilio en China resulta cada vez más barato y más cómodo. Muchas personas comienzan a plantearse la necesidad de cocinar y hacer la compra cuando los servicios que ofrecen las empresas de distribución de comida han conseguido atraer a más de 355 millones de personas. Esto supone que casi un cuarto de la población china solicita a través de su Smartphone el envío de comida.

No ha pasado todavía una década desde que Wang Xing fundara en 2010 Meituan, una empresa que hoy está valorada como la cuarta startup tecnológica mundial más valiosa, alcanzando una valoración de 30.000 millones de dólares. Meituan corresponde a esa nueva generación de startups que, al margen de los grandes titanes tecnológicos chinos como Alibaba, Tencent y Baidu, los denominado BAT, están consiguiendo posicionarse en la boyante economía digital china. Fundada conjuntamente con Alibaba en sus inicios, el gran éxito de Meituan ha sido conseguir convertir el incipiente nicho de mercado que era la distribución de comida a domicilio hace una década en un floreciente sector por el que compiten las grandes tecnológicas chinas. Cambiar la estrategia inicial de descuentos por volumen en restaurantes, similar a Groupon, por la distribución directa de comida, le ha permitido al nuevo genio tecnológico chino ser el número 1, consiguiendo en sólo unos años que el mercado digital de la distribución de comida pase de representar un 10% a más del 60%.

Meituan es el líder indiscutible con un 63% de cuota en el mercado chino en 2018, según Bernstein Research, mientras Alibaba ha invertido miles de millones de dólares intentando hacer más competitiva su marca Ele.me, la cadena de supermercados de productos frescos y de comida a domicilio con la que alcanza el 36% restante del mercado. De hecho, aunque fundada conjuntamente en sus inicios con Alibaba, Wang Xing disolvió la asociación para terminar asociándose años después con el mayor competidor del coloso del e-commerce, Tencent, ahora accionista de referencia al aportar una financiación de 1.000 millones de dólares a cambio de fusionar su propia compañía de servicio de distribución con Meituan y hacer que ésta forme parte del universo de WeChat, aunque operando de forma independiente.

Meituan ha tomado el camino de otras startups chinas que han elegido la bolsa de Hong Kong para presentar su IPO, siguiendo el ejemplo de tecnológicas chinas como Xiaomi, continuando la dinámica de sustituir el parqué americano por el asiático. Las cifras de la startup china dan una muestra de la magnitud del mercado, que cuenta con 600.000 conductores para la distribución de comida, en China se realiza en motocicletas, dando servicio a más de 400 millones de clientes al año en más de 2.800 ciudades. Las cifras pueden llegar a ser mareantes en el caso de China, donde existen 156 ciudades con más de un millón de personas, en Estados Unidos solamente son 10, y el coste del reparto se sitúa en 1 dólar, mientras que en el mercado americano alcanza los 5 dólares, según iResearch.

En esta nueva etapa, Meituan busca revolucionar el mercado de distribución de comida, que alcanzó en 2018 un valor de 35.000 millones de dólares, con la incorporación de la inteligencia artificial como principal arma innovadora. La incorporación de este tipo de software permitirá mejorar el itinerario de los conductores, que de media realizan unos 25 repartos al día, comparado con los 17 que realizaban hace apenas tres años. Las mejoras por la incorporación de las nuevas tecnologías podrían suponer incrementar significativamente los más de 20.000 millones de repartos que se realizan diariamente en China, el mayor imperio mundial de distribución de comida a domicilio.

En el espíritu emprendedor de Meituan, la aplicación de las nuevas tecnologías es la piedra angular del imperio que poco a poco está creando. De ahí, que la inyección de capital en innovación no esté únicamente destinada a mejorar las capacidades de su propio negocio, sino que los restaurante son también parte del objetivo tecnológico de la startup. De esta forma, Meituan pretende invertir unos 1.700 millones de dólares durante 2019 para que los comerciantes mejoren su ecosistema digital. A través de impulsar ayudas en los servicios digitales, de marketing y de cadena de suministro, Meituan pretende afianzar la relación con sus socios, asegurándose una mejor posición en el competitivo mercado de la distribución de comida.

Ante una competencia tan feroz, y con la presión de unos ingresos que no crecen al ritmo de épocas anteriores, la estrategia de Alibaba será extender su cadena de supermercados Ele.me fuera de las grandes ciudades, donde los servicios de distribución de comida a domicilio mediante aplicación todavía no están presentes. La evolución es un proceso natural en un país donde la revolución digital pretende ser ubicua a toda la población, alcanzando también al medio rural. De este modo, la transformación que ha propiciado la competencia entre Alibaba y JD.com en el mercado del e-commerce es similar a la que están librando Ele.me y Meituan, aunque en este caso sea David el que se esté comiendo a Goliat.

THE ASIAN DOOR: El Gran Salto Adelante de la IA en China. Águeda Parra

Una de las carreras tecnológicas más feroces que van a librar las economías avanzadas en los próximos años será por el liderazgo de la inteligencia artificial (IA). La frase del presidente de Rusia, Vladimir Putin, suele ser la más utilizada para explicar este fenómeno que modificará nuestras vidas en los próximos años, indicando que aquél que lidere la inteligencia artificial “dominará las reglas del mundo”.

China ya dispone de una estrategia nacional desde julio de 2018 con la publicación del documento “Plan de Desarrollo de Nueva Generación de Inteligencia Artificial” por parte del Consejo de Estado. La aspiración es situar a China como “principal centro de innovación de IA” en 2030, con una industria capaz de generar 22.000 millones de dólares en 2020, 60.000 millones en 2025 y 148.000 millones en 2030. Esto en la previsión a medio plazo, porque a corto, China ya ha conseguido acaparar el 60% de la inversión mundial en IA en 2018, englobando capital riesgo, capital privado y titanes tecnológicos, lo que podría añadir entre 0,8 y 1,4 puntos porcentuales al crecimiento anual del PIB de China, según McKinsey.

A pesar de que Estados Unidos se mantiene por delante de China en este campo, acaparando el 33% de las capacidades totales de la IA, en comparación con el 17% que representa China, Washington ha esbozado su propia estrategia nacional, denominada “American AI Initiative”, dos años después de que lo hiciera China, y además no viene acompañada de nueva inversión. De ahí que, aunque Estados Unidos todavía se posicione un paso por delante de China en IA, existen muchos otros factores que pueden determinar que la carrera por el liderazgo se resuelva a favor del gigante asiático.

Entre los factores clave destaca la inversión en investigación. Mientras la administración Trump ha recortado el presupuesto, China lo ha incrementado y ha sido el promotor de 641 patentes relacionadas con IA en 2017, comparadas con las 130 de Estados Unidos, según CB Insights. Ambas potencias figuran como cabezas de lista en la competición mundial que se libra por el dominio de la IA, según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, con más de la mitad de las patentes presentadas a partir de 2013 desde que se acuñara el término en 1956, figurando IBM como el gran gigante tecnológico estadounidense con mayor número de patentes en IA. China, por su parte, cuenta con 17 de las 20 instituciones académicas más importantes, principalmente en el ámbito del deep-learning, que es parte de las técnicas de machine-learning que estudian los sistemas de reconocimiento de voz.

China tiene a su favor un modelo político que otorga mayor viabilidad a aquellos proyectos diseñados para sustentar el desarrollo económico del país, pero también una población de 1.300 millones de habitantes que le confiere una masa crítica de datos excepcional para avanzar en la investigación de la IA. Y otro factor a tener en cuenta es el papel que juega el ecosistema tecnológico en China, donde los ciudadanos realizan pagos por el móvil 50 veces más que en Estados Unidos, realizan 10 veces más pedidos de comida a domicilio y hacen uso de las bicicletas compartidas 300 veces más que su principal competidor, según Sinovation Ventures.

El despliegue de las denominadas “granjas de IA” también es una parte importante de la estrategia. Para la provincia de Guizhou, este nuevo tipo de empresas representa lo que supuso para las provincias del sur el despliegue de fábricas de manufactura cuando China decidió convertirse en un país exportador. El lugar ha sido elegido por sus condiciones climatológicas, al requerir menor inversión en sistemas de refrigeración, y por una mano de obra que sigue siendo barata. El trabajo resulta sencillo, etiquetar diariamente cientos de imágenes que permitan perfeccionar los algoritmos aplicados a los coches autónomos, y escuchar y transcribir cintas de audio, que sirven para un mejor procesamiento de los modelos de reconocimiento de voz. Dos ámbitos en los que China está centrando el desarrollo de la IA, aunque ya se ha utilizado como tecnología asistencial en un proceso judicial, y no descartan aplicar estos avances a los submarinos nucleares.

Sin embargo, la financiación de startups de IA es un ámbito que lidera China. Las empresas dedicadas al reconocimiento facial y al sector de los chips fueron las principales receptoras de una inversión china que durante 2017 financió el 48% del total de startups de IA mundial, superando el 38% que recibieron las de Estados Unidos. Una parte importante de esta financiación ha tenido su origen en cuatro grandes titanes tecnológicos chinos, como Baidu, Alibaba, Tencent y Huawei, que han invertido, o se han aliado, con 48, 37, 31 y 9 empresas, respectivamente, lo que representa casi el 65% de las cerca de 200 nuevas firmas chinas dedicadas a IA. En cada caso, la inversión de los titanes tecnológicos ha estado asociada a intereses de negocio comunes, siendo el foco de atención de Alibaba las empresas dedicadas a la capa de aplicación, en el caso de Tencent a la fabricación de coches, mientras Baidu y Huawei se interesaron por aquéllas especializadas en la capa de tecnología y el desarrollo de plataformas de código abierto. Pero también ha fijado su atención en las startups de IA chinas la inversión de capital riesgo, a pesar de que Estados Unidos sigue acaparando la mitad de este tipo de inversión. Empresas como Didi Chuxing, Meituan-Dianping, Nio, Guazi.com y Hellobike han sido las principales receptoras de este tipo de financiación, alcanzándose el valor récord de 40.000 millones de dólares en 2017, un 15% más respecto al año anterior.

De ahí que de este entorno de emprendimiento e innovación surja SenseTime Group Ltd. como la startup de IA más valiosa del mundo gracias a haber recaudado 600 millones de financiación de parte de Alibaba y otros inversores, consiguiendo duplicar su valor hasta los 3.000 millones de dólares en apenas unos meses. Un ejemplo del potencial de la inversión china en innovación y modernización de toda su estructura económica, que antes o después supondrá un conflicto con Estados Unidos superior al que se está viviendo con la guerra comercial.

THE ASIAN DOOR: MYBank y WeBank al rescate de la economía china. Águeda Parra

La alta penetración de los Smartphone y el crecimiento del poder adquisitivo familiar han propiciado el acceso de la sociedad china a un nuevo entorno de servicios financieros. Pero no de la forma tradicional, ya que los bancos han orientado su actividad de concesión de préstamos hacia las grandes corporaciones, principalmente las estatales, con escasa o nula actividad entre los pequeños ahorradores.

La falta de un historial crediticio de la población ha sido uno de los principales factores que han valorado las grandes corporaciones financieras para conceder préstamos sin garantías reales de pago. De ahí que los grandes titanes tecnológicos se hayan convertido en la opción más idónea para unos usuarios que acceden a créditos de forma más sencilla que si lo hicieran a través de los bancos, y sólo a un clic de distancia de su teléfono móvil.

Más de una década después de que Alibaba lanzara en 2004 su filial Ant Financial para facilitar los pagos e-commerce que se realizan a través de Alipay, y Tencent siguiera su estela con el lanzamiento de Tenpay en 2005, posteriormente incorporada en WeChat, el negocio de los pagos online que gestionan ambas tecnológicas no ha dejado de crecer. El escaneo de los códigos QR desde el móvil se ha convertido en la forma más sencilla de realizar los pagos en China, una nueva modalidad que se ha consolidado gracias a la transformación que está provocando la revolución tecnológica en la sociedad china.

Alipay es líder del mercado de pagos a través del móvil con una penetración del 54%, gracias a los 520 millones de usuarios que ha conseguido captar en estos últimos 15 años, casi la mitad que su competidor más inmediato, pero con la ventaja de trabajar con más de 250 empresas financieras extranjeras que permiten al turista chino mantener sus hábitos de pago casi en cualquier lugar a donde viaje. El segundo gran protagonistas del nuevo fenómeno de las FinTech en China es Tencent, que cuenta con una cuota del 40%, aunque es posible que sus más de 1.000 millones de usuarios le proporcionen en un futuro una posición más ventajosa en el mercado de pagos en China. Entre ambos, han conseguido un volumen de transacciones de 18,7 billones de dólares en 2017, una cantidad 100 veces superior a la registrada en 2013, y superior al valor que alcanzan mundialmente Visa y MasterCard juntas, según iResearch. El resto de actores apenas es representativo en el mercado de servicios financieros del gigante asiático, donde la penetración de las aplicaciones de los tres bancos más grandes de China apenas alcanza el 7%-11%, según Aurora Mobile.

Este negocio está posicionando a los titanes tecnológicos chinos al mismo nivel que otras grandes entidades financieras. Los servicios financieros de Tencent están englobados dentro de la propia matriz, con un valor de mercado de 400.000 millones de dólares, pero en el caso de Ant Financial la capitalización bursátil alcanza los 150.000 millones de dólares, situándose como la cuarta entidad bancaria mundial más importante después de JPMorgan, China Construction Bank y Bank of America, según Investing.com.

Después de aglutinar casi por completo el sector financiero minorista, el siguiente paso para las grandes tecnológicas financieras chinas ha sido lanzarse a por el segmento de los autónomos, micro y pequeñas empresas, el gran olvidado por los bancos que están más orientados a cubrir las necesidades financieras de las grandes empresas estatales. Casi el 80% de los 90 millones de pequeñas y grandes empresas en China carecen de un crédito en el banco, un nuevo negocio para las empresas de préstamos online MYbank y WeBank, propiedad de Alibaba y Tencent, respectivamente. En estos casos, gracias a la ingente información de pagos del e-commerce, MYBank y WeBank disponen del historial crediticio que les permite conocer si las pequeñas empresas están en disposición de devolver los préstamos, datos que los bancos no pueden conseguir y una de las razones por las que este segmento acapara únicamente el 37% del total de préstamos que conceden las grandes corporaciones financieras.

En unos pocos minutos, un autónomo o pequeña empresa puede acceder online a los créditos de MYbank, que rondan los 1.469 dólares de media. Una opción que han elegido unos 9,78 millones de pequeños empresarios, acumulando un volumen de crédito de más de 176.000 millones de dólares, sólo hasta finales de septiembre de 2018, según la propia Ant Financial, registrando únicamente un 1% de préstamos fallidos. Por su parte, Tencent seguía la estela de Alibaba extendiendo también WeBank a los pequeños autónomos y empresas a finales de 2017, aunque disponible únicamente en determinadas provincias.

Con la incorporación de este nuevo segmento, las grandes tecnológicas chinas han encontrado un nuevo segmento cuyo negocio está resultando muy rentable, sobre todo ahora que las ventas del e-commerce comienzan a ralentizarse por efecto de la guerra comercial con Estados Unidos y por la exigente regulación que está aplicando el gobierno chino a las FinTech. Tan rentable, que los bancos no han permanecido ajenos a la oportunidad que podrían estar perdiendo, de ahí que muchos bancos, aseguradoras, corredores de bolsa y empresas de gestión de activos estén demandando acuerdos con Alibaba, Tencent y Baidu para incorporar la tecnología FinTech a su negocio, principalmente atraídos por las posibilidades que la inteligencia artificial está incorporando en los servicios financieros.

THE ASIAN DOOR: Quién gana y quién pierde con la vuelta de Google a China. Águeda Parra

Cuando Google decidió irse de China disponía ya de una versión del buscador con información censurada, pero las discrepancias con el gobierno y el ataque de hackers chinos dirigido a la propiedad intelectual de la compañía y contra algunas cuentas de Gmail de activistas de derechos humanos en Estados Unidos le hicieron abandonar el país. Google puso en práctica su lema “don’t be evil” para ejecutar su salida e intentar así hacer cambiar a China, sin mucho éxito, mientras el resto de competidores americanos han seguido operando en el país participando del desarrollo tecnológico sin precedentes que ha experimentado China en este tiempo.

Ocho años después, Google se ha replanteado aquella decisión y ha iniciado su regreso al país poniendo en marcha el proyecto conocido como “Dragonfly”, no sin el rechazo de los empleados de Google. El desarrollo de la versión censurada estaría en línea con las indicaciones del gobierno de China, situación no muy distinta a lo que sucede en otros países que también solicitan cumplir con las leyes locales y que Google acepta si quiere seguir haciendo negocios. Con una versión muy avanzada del nuevo buscador y a expensas de que China considere no sólo que cumple las reglas, sino que le es de utilidad, el regreso de Google a China ha sido paulatino. En los últimos años, la empresa americana ha reaccionado al avance tecnológico con la construcción de un centro de datos cloud en Hong Kong y abriendo en el mes de enero un centro de investigación de inteligencia artificial que le permitirá cumplir con la obligación que impone China de que la información digital resida en el país.

El siguiente paso es poder ofrecer sus servicios cloud en el segundo mayor mercado cloud mundial, para lo que Google ha iniciado conversaciones con Tencent a la espera de que China decida si acepta que regrese a un país que ya no necesita de las compañías americanas para crear plataformas digitales. Los avances tecnológicos ya no son exclusivos de Silicon Valley, y China es el principal artífice de la transformación de Internet, atrayendo talento local y extranjero a los centros de investigación del país. De ahí que con el regreso a China, Google también conseguiría mejorar posiciones en el mercado cloud asiático, donde se sitúa cuarto por detrás de Amazon, Alibaba y Microsoft, según Synergy Research Group.

La Internet en China ha sufrido una completa transformación desde que Google dejara el país, principalmente impulsada por una generación de nativos digitales que ha propiciado que en China se desarrollen plataformas tecnológicas de forma muy diferente al resto del mundo. En 2010 el número de usuarios de Internet alcanzaba los 303 millones, y ocho años después ha alcanzado la cifra récord de 802 millones de usuarios, 290 millones más que toda la Unión Europea, de los cuales el 98% se conectan a través del móvil. El tamaño del mercado de Internet en China parece razón más que suficiente para que Google decida volver al mayor ecosistema digital mundial, aunque la guerra comercial entre China y Estados Unidos puede ser uno de los grandes muros que tenga que derribar Google si pretende volver a operar en el país.

Los beneficios del acuerdo con Tencent no son exclusivos de Google, que entraría a formar parte del ecosistema de aplicaciones de WeChat al que acceden un billón de usuarios y que genera más de un tercio del uso de datos móviles en China. Para Tencent supondría conseguir una plataforma cloud que le permitiría competir contra el liderazgo de Alibaba en el mundo cloud en China, de lo que se beneficiarían también muchas otras empresas tecnológicas chinas obteniendo ayuda para expandirse globalmente, algo en lo que todavía no han conseguido tener mucho éxito.

Entre los beneficiados del regreso del buscador más famoso del mundo a China también figuran los propios usuarios de Internet, que en un 90% de los casos prefieren utilizar Google como buscador, mientras sólo un 5,8% seguiría utilizando el buscador chino Baidu, según una reciente encuesta. La posibilidad de acceder a mayor información indexada en otro idioma distinto al mandarín es una de las razones más importantes, comportamiento que contrasta con que en el momento de abandonar el país Google contara solamente con el 30% de la cuota de mercado al no haber podido desarrollar un buscador en chino mandarín tan competitivo como el de sus competidores.

En este tiempo, Baidu ha seguido apostando por la tecnología y la innovación, lo que asegura una fuerte rivalidad entre ambas empresas en la industria de los buscadores. Competencia que se extenderá también al campo de la inteligencia artificial, donde Baidu participa junto a más de 300 socios en ecosistemas globales, mercado liderado por Alibaba. Con nuevos competidores amenazando los mercados donde el gigante del e-commerce tiene una posición dominante, el siguiente paso ha sido la decisión de Alibaba de incorporarse al entorno de las redes sociales, liderado por Tencent, de ahí el intento de Facebook de abrir una oficina en Hangzhou, aunque en menos de un día fuera rechazada por las autoridades chinas.

De confirmarse, la entrada de Google revolucionará todo el ecosistema digital de China, marcando aún más las distancias con los ritmos a los que se desarrolla la Internet en Occidente. Pero sobre todo, supondrá una ventana al mundo para los ciudadanos chinos que hasta ahora han experimentado de Internet una visión reducida en chino mandarín.

THE ASIAN DOOR: Healthy China 2030 y la IA, una pareja de éxito

Xi Jinping ha marcado claramente la senda del desarrollo económico y social del país desde la visión del emprendimiento y la inversión en innovación y desarrollo de I+D. El país más poblado del mundo, y la economía que más rápido crece, afronta uno de los mayores retos como parte de la transición que está abordando hacia una economía avanzada, que no es otro que mejorar el sector sanitario.

Centrarse en la modernización ha sido el primer paso, y utilizar la inteligencia artificial ha sido el modelo elegido para avanzar hacia unos objetivos que se enmarcan en el Healthy China 2030, plan lanzado en 2016 por el Comité Central y Consejo de Estado de China para poner en marcha medidas que den solución a los problemas de rápida industrialización, urbanización, y envejecimiento de la población, tratando de mejorar la esperanza y calidad de vida de la población china.

La herencia histórica de buscar una visión planificada del desarrollo económico hace que los esfuerzos en sanidad estén ampliamente recogidos en el XIII Plan Quinquenal (2016-2020). A este nivel están identificados, y también cuantificados, los desafíos que afronta China en cuestión de desarrollo económico y social, con objetivos que se revisan, adaptan y, cada vez más, se amplían para dar cabida cada cinco años a los retos más prioritarios para el país.

En la era Xi Jinping, se ha establecido que todas las empresas con ganancia operativa de 20 millones de RMB (algo más de 2,6 millones de euros) deben invertir el 2% de sus ingresos en I+D. Inversión que estará destinada a conseguir en 2020 elevar la esperanza de vida en un año, y reducir el ratio de muertes prematuras por causas mayores en un 10%, poniendo especial énfasis en el tratamiento del cáncer y los problemas respiratorios crónicos.

Combatir la escasa disponibilidad de médicos será posible gracias a la incorporación de la inteligencia artificial (IA), que no solamente ha demostrado su aplicación en áreas como los coches sin conductor y el reconocimiento facial, sino que está siendo la gran aliada en el cuidado de la salud. También ayuda la escasa atención que se tiene en China por la privacidad, haciendo que sea mucho más efectivo el desarrollo de IA al conseguir un mayor número de muestras a comparar. Este gran “salto adelante” tecnológico será especialmente significativo en las zonas rurales, donde se mejorará la capacidad de diagnosis donde el cuadro médico solamente cuenta con 2 médicos por cada 10.000 personas, siendo de 1,5 médicos por cada 1.000 personas en las grandes ciudades, apenas la mitad de las cifras de Estados Unidos.

En el país con mayor número de niños obesos del mundo y pacientes con diabetes, los titanes tecnológicos como Alibaba y Tencent están abanderando que China se convierta en su propio laboratorio de pruebas, implementando herramientas de diagnosis online que hacen más eficiente la labor de los médicos. Mientras tanto, en Estados Unidos las grandes empresas tecnológicas están teniendo una participación e implicación más desigual en este ámbito.

China tiene previsto un gasto de 150.000 millones de dólares en herramientas para la salud hasta 2020, según datos de Bernstein. Entre los proyectos más interesantes destacan el anuncio el año pasado de Alibaba de incorporar la inteligencia artificial para ayudar a los médicos en su labor de diagnosis. La colaboración se realiza a través de la inversión del gigante del e-commerce en la start-up YITU Tech que impulsa la investigación y el desarrollo de la IA para identificar estados iniciales de cáncer de pulmón en colaboración con el Hospital Popular de la provincia de Zhejiang.

En esta carrera también compite Tencent, que anunció poco después el lanzamiento de Miying, un programa de imágenes médicas que ayuda a los médicos a detectar los primeros signos de cáncer en la región de Guangxi, y que está disponible en casi 100 hospitales por toda China. Estos avances son posibles gracias al modelo seguido por Tencent de acumular hasta 13 millones de partners de software y desarrolladores de aplicaciones que crean 25 millones de puestos de trabajo y suponen dividendos de 23 billones de yuanes, algo más de 302 millones de euros.

En el universo WeChat de Tencent también está prevista la venta de seguros online. Durante 2016, el 65% de las nuevas pólizas de seguros se vendieron por Internet, y es una industria que espera crecer hasta los 214.100 millones de dólares en 2021, según datos de la firma de consultoría Oliver Wyman. Aunque China tiene previsto desarrollar la industria médica y crear productos que le independicen de las compañías extranjeras, esto al menos no sucederá a corto plazo, aunque los avances serán significativos. Y tendrá que ser en este tiempo cuando se encuentren las oportunidades de colaboración, antes de que se reduzca por completo la distancia en innovación que separa a China del resto de países con tecnologías avanzadas.