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El ataque de los clones. Ángel Enriquez De Salamanca Ortiz

TikTok o Dǒuyīn, es una aplicación de origen chino cuyo objetivo es que los usuarios graben y suban a las redes sociales videos, bailando o cantando, de corta duración. Fue creada por ByteDance, que lanzó la aplicación en septiembre del año 2016. 

ByteDance es una empresa tecnológica con sede en Pekín (China), fundada en el año 2012 por Zhang Yiming, que en el año 2018 tenía un valor de casi 20.000 millones de dólares y, a día de hoy esta start-up ya vale más de 75.000 millones de dólares americanos, un incremento de más de 350% que le ha llevado a convirtiéndose en el unicornio mejor valorado a día de hoy, la red social arrasa en el mundo y eso se nota en las cuentas de ByteDance.

(Fuente: Statista.com)

Este incremento de valor de la empresa, se ha debido, en parte gracias a la aplicación TikTok que ya supera los 800 millones de usuarios en todo el mundo y, no es de extrañar, que en el año 2019 fuera la tercera aplicación más descargada del mundo, de las cuales 46 millones de descargas fueron solo en Estados Unidos. La descarga de la aplicación para subir videos de corta duración en las redes sociales se ha convertido, quizás impulsado por el confinamiento y aislamiento domiciliario, en un fenómeno a escala global.

(Fuente: Statista.com)

El pasado mes de agosto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció sanciones contra la aplicación TikTok y WeChat por supuesto robo de información, dejando los datos de los usuarios vulnerables al acceso del Partido Comunista Chino. Estas sanciones entraron en vigor el 20 de septiembre y, la Casa Blanca, dio hasta el 12 de noviembre para solventar estos problemas de robo de información. Pero estas sanciones no han sido solo por parte de Donald Trump, sino que también vinieron de la India en el año 2019 por supuestos problemas de moralidad por no salvaguardar los datos de los usuarios más jóvenes. Aun así, a día de hoy, TikTok es la aplicación de referencia en el mundo entero.

Con tanto éxito como ha tenido la App china en el mundo entero, no es de extrañar que, otras redes sociales como Instagram o YouTube hayan creado “clones” para intentar emular esta exitosa aplicación.

Reels, de Instagram, es una aplicación que permite crear videos cortos como los de TikTok, de tal manera que los usuarios no tienen que abandonar la App para hacerlo.  A día de hoy esta aplicación está lejos de alcanzar la popular aplicación de China, ya que solo cuenta con algo más de 100 millones de usuarios en todo el mundo, aunque también hay que decir que esta aplicación fue lanzada hace relativamente poco al mercado.

Tal es el éxito de la aplicación china que Instagram,  propiedad de Facebook está haciendo ofertas lucrativas a usuarios de TikTok para atraerlos a Reels y así conseguir más descargas y usuarios, y poder superar a la exitosa aplicación de ByteDance.     

Pero Mark Zuckerberg  (propietario de Facebook, Inc.) no se ha conformado solo con Reels, sino que también ha lanzado para Facebook la aplicación Lasso, una App que permite hacer videos cortos y subirlos a las redes. Al igual que ocurre con TikTok, esta aplicación permite hacer videos con filtros y otros efectos visuales y sonoros para intentar atraer a más seguidores. A Pesar de los esfuerzos, la aplicación no tuvo éxito en América Latina y no llegó a Europa, por lo que se decidió cerrar la aplicación.

Shorts de Youtube también intentó hacerle la competencia a la aplicación china, pero esta tiene una ventaja considerable: lleva más de 4 años en el mercado. La ventaja de la aplicación Shorts respecto a TikTok son todas las licencias de música de las que dispone, una gran ventaja por disponer de una biblioteca musical mucho más amplia.

Otras aplicaciones se han lanzado a hacerle competencia a TikTok; Aplicaciones como Likee con sede en Singapur o la india Chingari, o Fuminate, Triller o Dubsmash han conseguido millones de seguidores en determinados países, pero ninguna a escala mundial como es la china TikTok

Hace algo más de una década el mundo entero acusaba a China de plagiar o de copiar productos occidentales como móviles, ordenadores etc… Quizás, ahora es occidente quien plagia o clona ideas innovadoras de la RPCh.

La guerra comercial entre China y Donald Trump continua, no solo en el ámbito comercial-arancelario, sino que también en el tecnológico, ya que el presidente ha acusado a la marca China de espionaje, al igual que acuso a Huawei hace ya unos años.

Ángel Enriquez De Salamanca Ortiz es Doctor en Economía por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Relaciones Internacionales en la Universidad San Pablo CEU de Madrid

www.linkedin.com/in/angelenriquezdesalamancaortiz

@angelenriquezs

THE ASIAN DOOR: La innovación como leitmotiv. Águeda Parra

China ha hecho de la innovación su leitmotiv para consolidar el desarrollo económico que le ha llevado a situarse en segunda posición entre las economías mundiales más importantes en apenas 40 años. El crecimiento de China no tiene precedentes en la historia, y si las reformas económicas y la apertura al exterior han sido la clave que han marcado la transición del gigante asiático hacia una economía avanzada en estas últimas cuatro décadas, China cuenta con la inversión en innovación como la palanca que va a caracterizar el desarrollo futuro del gigante asiático en las próximas décadas.

Los planes de China pasan por convertirse en una “nación de innovación” en 2020, como así se refleja en el XIII Plan Quinquenal (2016-2020), con el objetivo de posicionarse como “líder de la innovación internacional” en 2030 y ser una “potencia mundial de innovación científica y tecnológica” en 2050. La inversión en investigación y desarrollo ha sido una prioridad en estos últimos años, duplicando el gasto en I+D desde el 0,9 que registraba en el año 2000, a alcanzar el 2,1 en 2017, sobrepasando desde 2013 la inversión que realiza la Unión Europea. En relación con Estados Unidos, la inversión china en I+D ya supone el 88% de la norteamericana en paridad de poder adquisitivo, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD) de 2017. Aunque el gasto en porcentaje del PIB de China se sitúa por debajo de la media de los países OECD, que se sitúa en el 2,37%, la determinación de China por convertirse en potencia innovadora hará que en los próximos años estas cifras sean similares, o incluso superiores a la de otros países más desarrollados.

Hoy China genera más graduados en las disciplinas STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) donde el enfoque científico de las carreras de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas está generando un capital humano de talento tecnológico protagonista en la creación del ecosistema que está propiciando la revolución tecnológica que vive el país. El Índice Global de Innovación (GII, Global Innovation Index) en su edición de 2019 sitúa a China en la posición 14 (Hong Kong aparece incluso mejor posicionada en la posición 13), por delante de Japón (15), Francia (16) y a gran distancia de España (29), en una lista de 129 países. Como clusters de innovación mundial, el informe destaca dos ciudades de China en el Top 50, Shenzhen-Hong Kong en la posición 2, por detrás de Tokio-Yokohama, y Beijing en la posición 4, por detrás de Seúl.

En la carrera por convertirse en país de innovación, China cuenta con dos palancas que están resultando determinantes en la capacidad del gigante asiático de modernizarse a través de la generación de innovación tecnológica. Una de ellas es la capacidad de China de generar unicornios, aquellas empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares, convirtiéndose en uno de los verdaderos artífices del potencial de innovación del gigante asiático, consiguiendo generar más unicornios que Estados Unidos por primera vez en la historia, 206 por parte de China frente a 203 del lado norteamericano. Asimismo, la iniciativa Made in China 2025 es la segunda palanca de innovación con la que el país aspira a producir contenido nacional de componentes y materiales básicos que le permita ser cada vez más independiente de la tecnología extranjera. La previsión es que alcance el 40% en 2020 para pasar al 70% de producción nacional cuando se complete la iniciativa en 2025.

El potencial tecnológico que está generando este nuevo ecosistema de innovación ha propiciado la transformación de muchas ciudades chinas que basan su desarrollo económico en convertirse en hubs de innovación capaces de rivalizar con Silicon Valley. Este nuevo entorno de creación tecnológica que confluye en el delta del río Perla, en la provincia de Cantón, reúne a ciudades como Shenzhen, más conocida por ser la ciudad del software, Macao y Hong Kong, un núcleo de innovación que China pretende consolidar con la creación de la iniciativa conocida como Greater Bay Area.

Se trata de una región en la que viven 68 millones de personas con un PIB conjunto que alcanza los 1,5 billones de dólares, equivalente a las economías de Australia o Corea del Sur. Se trata de aunar el potencial de once ciudades de la región, que van desde Guangzhou, Shenzhen, Zhuhai, así como Hong Kong y Macao, para dar forma al gran proyecto de China de construir un centro de innovación tecnológico global. Esta megaciudad, la más grande del mundo con el doble del tamaño de Tokio, reunirá a centros de desarrollo tecnológico e instituciones financieras que rivalizarán a la vez con Silicon Valley y Wall Street. La presión de la guerra comercial con Estados Unidos ha supuesto un retraso en las ambiciones de China de construir el Greater Bay Area, lo que ha motivado que haya decidido priorizar los objetivos establecidos en la iniciativa Made in China 2025.

 

THE ASIAN DOOR: Asia en el centro de la geotecnología. Águeda Parra

Los inicios de esta década comenzaron con la predicción de que el centro de poder se trasladaría hacia el este. El movimiento del epicentro económico desde occidente hacia oriente estaba fundamentado principalmente en la hipótesis del ascenso de China como una gran potencia. Una década después la transición todavía no se ha completado, pero todos los expertos coinciden en afirmar que el siglo XXI será el de Asia, donde el impulso del gigante asiático está siendo decisivo para que las previsiones del gran ascenso de China se materialicen en las próximas décadas.

Entender que Asia se está posicionando como el próximo centro económico pasa por cambiar la visión tradicional de observar el mapamundi con Europa en el centro, quedando la región de América a la izquierda y Asia Pacífico a la derecha, por una aproximación algo más asiática, al estilo de cómo concibe el mundo China. Los mapas chinos sitúan al gigante asiático en el centro (de ahí su nombre 中国, que literalmente significa país del centro), desplazando el dominio occidental hacia ambos laterales, Europa a la izquierda y la región de América a la derecha. Esta aproximación china del mapamundi otorga mayor relevancia a la zona de Asia-Pacífico, situando el eje geoeconómico y geopolítico mundial en torno a los países asiáticos y a la influencia de Estados Unidos en una región donde el poder de la tecnología se está convirtiendo en una de las palancas que mayor influencia va a tener en la geoestrategia mundial en las próximas décadas.

Asia sitúa en el Top 10 de grandes economías mundiales a tres países, representando un tercio del poder mundial. China en la segunda posición, Japón en la tercera, e India en el puesto sexto son los referentes asiáticos a nivel económico, pero también los principales impulsores del desarrollo de las nuevas tecnologías a nivel mundial. Japón hizo de la tecnología su principal herramienta para transformar su economía, y China está apostando por la modernización e innovación como su palanca de cambio que consolidará la transición del gigante asiático en una economía avanzada. La inversión en I+D se convierte así en el principal mecanismo de transformación, y China, como segunda mayor potencia, junto con Estados Unidos, son el origen del 20% y el 26% de toda la I+D mundial, medido en paridad de poder adquisitivo. Es decir, casi la mitad de todo el gasto que se dedica a innovación se concentra en dos grandes polos mundiales que está propiciando que la tecnología se convierta en una nueva ruta de poder en la geoestrategia mundial. En esta clasificación, en los diez primeros puestos encontramos 4 economías asiáticas, Japón en tercer lugar, Corea del Sur en quinta posición e India que ocupa el puesto 7, son las grandes apuestas de Asia para posicionarse en el epicentro de la generación de nuevos desarrollos tecnológicos.

En Asia se dan cita además grandes potencias del mundo de Internet, aportando la región hasta 5 economías en el Top 10 de grandes potencias de usuarios de Internet. China e India, en el primer y segundo puesto, concentran el 19% y el 13%, respectivamente, de los usuarios de Internet del mundo, un tercio de las personas que se conectan al mundo online. En esta clasificación, Indonesia, Japón y Bangladesh, en los puestos quinto, sexto y noveno, respectivamente, completan la aportación de Asia al cada vez más creciente ecosistema digital que está posicionando a la región como el destino más atractivo para impulsar los nuevos negocios que florecerán al abrigo de tecnologías como la Internet de las Cosas (IoT), el 5G y la Inteligencia Artificial.

En el competitivo mundo de las compañías tecnológicas más grandes del mundo, 65 son de origen norteamericano, una cantidad similar al bloque de las empresas asiáticas que conjuntamente agrupan a 62 de las más importantes, mostrando la aportación que la región realiza al impulso del desarrollo tecnológico mundial. China lidera el grupo de las empresas asiáticas, aportando 20 empresas, una cantidad que será susceptible de ir creciendo a medida que el gigante asiático avance en el despliegue de su gran proyecto tecnológico, Made in China 2025.

En cuestión de generación de unicornios, la inversión en startups ha experimentado un giro significativo desde el centro hegemónico que durante décadas ha representado Silicon Valley para pasar a ocupar otros puntos preferentes en el mundo. El destino es Asia, y en los últimos cinco años, China acumula una inversión en startups de 106.000 millones de dólares, frente a los 110.800 millones de dólares que acumula Estados Unidos, según datos de Preqin. Sin embargo, la zona asiática cuenta con otros polos de inversión en startups que realizan una aportación muy significativa, como India, que aporta unos 10.000 millones de dólares, Malasia que acumula 5.100 millones de dólares y Corea del Sur y Japón que han invertido 3.500 millones de dólares y 2.500 millones de dólares, respectivamente, en la nueva generación de startups en el último lustro.

Durante el primer semestre de 2019, y por primera vez en la historia, China atesora un número mayor de unicornios que Estados Unidos, 206 frente a 203, según datos del Instituto de investigación Hurun. Un hito histórico que ha sido posible como resultado del proceso de innovación y de modernización que está transformando el modelo económico de China. Entre los países asiáticos, la aportación de China con 46 unicornios sobresale respecto a la presencia de este tipo de empresas en otros polos de innovación entre 2012 y 2017, según datos de CB Insights. En el caso de India, Nueva Delhi y Bangalore han conseguido atraer conjuntamente la inversión de 8 unicornios, mientras en este mismo período, Seúl ha aportado 2 unicornios, los mismos que Tokio. En esta categoría, las ciudades chinas de Beijing y Shanghai se configuran como los grandes polos de atracción de unicornios dentro de Asia, reuniendo 29 y 17 startups, respectivamente, poniendo de manifiesto el atractivo que tiene la capital china para atraer talento tecnológico. Con todo ello, en la próxima década comenzará a materializarse el movimiento económico y tecnológico que hace tiempo se estimaba que se trasladaría hacia el este, configurándose la aportación de China en el desarrollo de nuevas tecnologías como un nuevo polo de la geoestrategia mundial.

THE ASIAN DOOR: Cuando la tecnología forma parte de la geopolítica. Águeda Parra

Uno de los principales desafíos que tendrán que afrontar las grandes economías mundiales en las próximas décadas se llama “revolución tecnológica”. El modelo actual donde Estados Unidos ha sido el principal precursor de la innovación y del desarrollo tecnológico como potencia hegemónica, con Europa como referente en determinados sectores industriales, corre el peligro de desaparecer. La creciente bipolaridad tecnológica que se está generando entre Estados Unidos y China como principales centros de innovación, que marca las directrices del futuro digital más próximo, puede conducir a que Europa corra el riesgo de quedarse descolgada de esta carrera por la tecnología puntera.

China aspira a consolidar su influencia como poder global con capacidad para influir en las cuestiones mundiales al estilo de otras grandes economías. De ahí que China haya encontrado en la tecnología la mejor herramienta para convertirse en líder tecnológico mundial en 2030, convirtiendo la tecnología en el nuevo input de la geopolítica. La carrera por la innovación que ha emprendido China está generando un nuevo equilibrio de poder en el juego geoestratégico mundial, obligando a que la Unión Europea adopte nuevas medidas para asegurar el crecimiento económico de sus países miembros.

Estados Unidos ha centralizado en Silicon Valley su propio modelo de innovación para crear startups tecnológicas que compiten en entornos globales. Microsoft, Alphabet, Apple, Intel, Facebook, Twitter han sido los referentes mundiales que han marcado el ritmo de desarrollo tecnológico en las últimas décadas. Por su parte, la apuesta de China ha sido impulsar la creación de grandes titanes tecnológicos, conocidos como BAT (Baidu, Alibaba y Tencent) que están generando una economía digital capaz de impulsar el desarrollo económico del país y de crear, asimismo, un entorno de Digital Great Wall al que difícilmente tienen acceso las grandes tecnológicas occidentales.

China tiene a su favor contar con una generación de nativos digitales que son los verdaderos artífices de la transformación del país en una economía avanzada. Consumidores de tecnología, los nativos digitales están dando forma a ecosistemas digitales donde se están desarrollando los nuevos modelos de economía digital, como el e-commerce y las FinTech, de las que China ya es líder mundial.

China es consciente que apostar por la innovación tecnológica requiere de apoyo gubernamental y empresarial. Estados Unidos cuenta con el consolidado modelo de Silicon Valley para crear startups, y la adaptación que ha hecho del mismo China, creando “ciudades de innovación” especializadas en determinados sectores, le ha permitido al gigante asiático desarrollar hubs tecnológicos mundiales. Sin embargo, la creciente bipolaridad tecnológica entre Estados Unidos y China podría conducir a que en el corto y medio plazo los sectores más punteros de la industria europeas queden fuera de la carrera por la innovación tecnológica. Mientras la innovación tecnológica se mueve hacia el este, con epicentro en China, Europa necesita adoptar nuevas medidas que revitalicen la economía gracias al impulso que es capaz de generar la tecnología aplicadas a los sectores industriales y de consumo.

Con la irrupción del 5G, el desafío tecnológico es aún mayor, ya que actualmente China, a través de Huawei, liderada el registro de patentes, el doble de las registradas por la compañía americana Qualcomm, lo que generará mayores tensiones en la geopolítica tecnológica. Ante este desafío, es altamente recomendable que la Unión Europea respalde medidas que fomenten la creación de nuevas startups que potencien la generación de compañías tecnológicas con vocación de competir en los mercados internacionales. Entre los retos que plantea la geoestrategia tecnológica a la Unión Europea está impulsar modelos de financiación para las nuevas startups. Esta medida debe estar apoyada en el fomento de la cultura del mentoring, impulsando el espíritu emprendedor con programas de incubación y aceleración de empresas tecnológicas que favorezcan la generación de nuevo talento digital. Y, por último, impulsar que las ciudades europeas se conviertan en centros de innovación, especializadas en sectores tecnológicos punteros como medio de asegurar el desarrollo económico de todos los países miembros dentro de un nuevo esquema de economía digital.

Foto: Derrick Noh, Flickr.

THE ASIAN DOOR: La distancia tecnológica entre Estados Unidos y China. Águeda Parra

La tecnología es el gran campo de batalla en la rivalidad creciente entre el hegemónico poder de Estados Unidos y la floreciente industria china. Alibaba, Tencent y Ant Financial ya compiten en la misma liga que Apple, Alphabet, Microsoft, Facebook y Netflix, situándose en el Top 10 de gigantes tecnológicos más importantes del mundo. Pero no todo en la revolución tecnológica de China se debe a los grandes titanes, sino que otros actores como Baidu, JD.com, Didi Chuxinb, Xiaomi, Meituan y Toutiao también están alcanzando puestos de relevancia a nivel internacional apareciendo en la clasificación mundial de grandes titanes tecnológicos entre los 20 primeros.

Este nivel de competencia es más apreciable en algunos sectores que en otros. Hablar de China es hablar de e-commerce, y las ventas en el gigante asiático son el doble que las registradas en Estados Unidos. Lo mismo sucede con el fenómeno de los pagos electrónicos, convirtiéndose China en el paraíso en el que se envían 11 veces más dinero por móvil que en Estados Unidos. Solamente en el área de e-commerce e Internet, la valoración de las empresas chinas de forma conjunta alcanza el 53% del valor de las estadounidenses. La comparativa mejora si se tiene en cuenta el potencial de los unicornios, las empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares. Hoy, la gran mayoría de los unicornios nacen en China y viajan por el mundo, alcanzando una valoración de mercado equivalente al 69% de sus rivales estadounidenses. Con 97 nuevos unicornios creados en 2018, China demuestra su capacidad para generar un unicornio cada 3,8 días, formando un ecosistema tecnológico de innovación que ya reúne a un total de 186 unicornios.

Esta posición privilegiada de China en la transformación digital le va a permitir posicionarse como líder global en Inteligencia Artificial en 2030. La característica única de China de ser el país más poblado del mundo, congregando a casi una quinta parte de la población mundial, es el elemento diferencial para que China se convierta en actor destacado de la nueva generación de servicios asociados a la Inteligencia Artificial. Resulta imprescindible una base tecnológica, y China trabaja concienzudamente para convertirse en líder mundial tanto desde el ámbito gubernamental como desde el empresarial. La determinación del gobierno chino incluye la creación de un parque de desarrollo de IA en Pekín con una inversión de 2.000 millones de dólares, mientras que desde el ámbito de los negocios, las empresas chinas son responsables del 78% de las patentes presentadas en la Organización Internacional de Propiedad Intelectual, 473 de titularidad china respecto de un total de 608, estando un tercio de ellas relacionadas con blockchain. Gracias al potencial de los desarrollos en IA, China se encuentra en una posición ventajosa para fomentar un nuevo marco para el desarrollo de los coches autónomos, las ciudades inteligentes y los estándares tecnológicos.

Otra de las claves que están potenciando la revolución tecnológica en China es su liderazgo en energía renovable. China se muestra comprometida con conseguir un crecimiento sostenible de su economía que reporte un mayor bienestar a su población. Resultado de esta determinación es que el gigante asiático tenga el récord de ser el país que más capacidad de energía solar y eólica genera, contando con tres de las cinco plantas solares flotantes más grandes del mundo. El progresivo crecimiento económico del país está fomentando una mayor necesidad de energía, y las previsiones apuntan a que la demanda energética en 2040 será el doble a la actual. Este hecho, conjugado con que China todavía es demasiado dependiente del consumo de carbón para su crecimiento económico, hacen que el gigante asiático sea el más contaminante del mundo. A su favor, China cuenta con ser el país que más invierte en energía renovable, alcanzando el 32% de toda la inversión global de 2018, que alcanzó los 288.900 millones de dólares, según el informe Renewables 2019 Global Status Report que publica REN21. A cierta distancia queda Europa en segunda posición, representando el 21% del total, mientras Estados Unidos se sitúa en tercer lugar alcanzando un 17%.

Con este escenario, y contando China con suficiente potencialidad como para convertirse en un agente tecnológico global, la industria tecnológica del gigante asiático todavía se mantiene unos pasos por detrás de su principal competidor, suponiendo el equivalente al 42% del potencial de Estados Unidos. Teniendo en cuenta que en 2012 la capacidad de China era de apenas el 15%, el trepidante ritmo de mejora muestra el verdadero potencial que ha demostrado China para alcanzar el desarrollo obtenido en estos últimos años. En cuestión de presupuesto las diferencias todavía son notables, representando China el 30% del gasto en tecnología que dedica Estados Unidos. Con esta proyección, algunos estudios auguran que la paridad entre Estados Unidos y China se alcanzará en unos 10-15 años, lo que supondrá para el gigante asiático disponer de un nuevo motor económico. Pero no sólo eso, en ese tiempo el emblemático proyecto Made in China 2025 habrá alcanzado los objetivos previstos y China se posicionará como un nuevo promotor de estándares tecnológicos a nivel mundial.

THE ASIAN DOOR: Los unicornios nacen en China y viajan por el mundo. Águeda Parra

¿Qué es lo que pensáis cuando digo China? Probablemente penséis en una gran cultura milenaria, la Gran Muralla China, o quizás os venga a la cabeza los productos Made in China. Estereotipos lógicos y clásicos. Pero no es de ese tipo de cosas de las que voy a hablar. Me gustaría hablar de la tecnología del día a día que se utiliza en la economía digital de China. Estoy hablando de la revolución tecnológica que se está produciendo ahora en China, a miles de kilómetros y, aunque no lo creamos, es una revolución que está ya aflorando en nuestros mercados de forma imparable.

Si os dijera que existe un país que crea un unicornio cada 3,8 días, posiblemente la mayoría estéis pensando en Estados Unidos como primera opción. Sin embargo, hoy en día es China el país de los unicornios. Este tipo de empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares proliferan en el nuevo ecosistema digital que se está desarrollando en el gigante asiático.

Pero, vayamos por partes. El universo tecnológico que casi dominaba por completo Estados Unidos hace apenas 6 años es parte de la historia, y la historia ahora es que en la próxima década es más posible que los unicornios sean compañías americanas o chinas. De hecho, el Top 20 de grandes titanes tecnológicos mundiales está formado por 12 empresas americanas y 8 chinas. Apple, Amazon, Alphabet, Microsoft y Facebook son las que lideran la clasificación.

Y hasta aquí el dominio estadounidense, porque a la zaga están ya Alibaba y Tencent, los dos grandes referentes tecnológicos chinos. Pero lo curioso de esta nueva historia es que los titanes chinos solamente han necesitado 10 años para conseguir hacer imprescindibles las aplicaciones que gobiernan el día a día en China. Todo parece indicar que es cuestión de tiempo que las empresas chinas entren en el Top 3, e incluso que luchen por liderar el ranking de los mayores titanes de Internet en un tiempo no muy lejano.

Pero, ¿cómo pensáis que se ha producido esta transformación digital en menos de una década? O mejor, ¿cómo explicáis las cosas cuando suceden de forma diferente a cómo las pensamos? Por ejemplo, ¿por qué la tecnología china está siendo cada vez más innovadora en comparación al resto de tecnológicas mundiales, año tras año? La explicación reside en que hay algunas cosas que las diferencian.

Para conseguirlo, China se ha valido de la combinación de tres factores. En primer lugar, los usuarios que tienen acceso a Internet. El mercado digital de China es el mayor del mundo, ya que la mitad de la población tiene acceso a Internet, y eso es mucha gente. Tantos como más de 700 millones de usuarios, dos veces la población de Estados Unidos. Precisamente ésta es una de las principales ventajas que facilitan que los unicornios se expandan y desarrollen nacionalmente a la velocidad a la que lo hacen.

En segundo lugar, los nativos digitales. Los nativos digitales son los grandes artífices de que China se haya convertido en un gran hub de innovación. Se trata de una generación de jóvenes que no han conocido el teléfono fijo en casa, y en el 95% de los casos hacen uso del Smartphone como el dispositivo preferido para acceder a Internet. En China, los nativos digitales representan el 16% de la población que, teniendo en cuenta la dimensión de la población china, suponen más de 220 millones de personas, un grupo que en magnitud supone toda la población de Alemania, Francia y Reino Unido juntas. Solamente ellos van a ser los responsables del crecimiento del consumo en China en un 20% de ahora hasta 2030.

Por último, el tercer factor es el nuevo modelo de economía digital. Los BAT, como se conoce a Baidu, Alibaba y Tencent, son sólo una parte del universo tecnológico de China. Alipay, de Alibaba, domina los medios de pago, y la omnipresente WeChat, de Tencent, es la aplicación con la que se puede hacer casi de todo. Desde comprar entradas, pedir una cita médica, hasta solicitar el inicio de los trámites de divorcio y pedir una licencia matrimonial. Todo sin salir de la aplicación. Así de amplio es el universo WeChat. Es, sin duda, la mayor red social del mundo; cuenta con mil millones de usuarios activos. Sí, mil millones, ésa es la magnitud del gran universo digital de China. Tal es su éxito, que Facebook aspira a convertirse en el WeChat americano con su propuesta de integrar en su aplicación Messenger, Instagram y WhatsApp.

THE ASIAN DOOR: Ha nacido un país de unicornios. Águeda Parra

Que a los unicornios les gusta China es una afirmación que hoy en día ya muy pocos cuestionan. No se trata de que Estados Unidos haya dejado de competir con el gigante asiático en la creación de este tipo de empresas, valoradas en más de un 1.000 millones de dólares. Más bien es que China ha entrado en una dinámica de revolución tecnológica que alcanza a todos los ámbitos de su economía y que le está impulsando a liderar la creación de grandes centros de innovación al estilo de Silicon Valley.

Existe todo un ecosistema que propicia este ritmo de generación de nuevas startups en China. Las reformas económicas introducidas por el gigante asiático hace 40 años han conseguido generar una sociedad que ha incrementado su nivel de ingresos significativamente, lo que conlleva un mayor nivel de consumo y una capacidad de compra que ha crecido rápidamente. De este modo, se ha llegado a abordar una revolución digital que tiene a más de la mitad de su población conectada a Internet, superando los 700 millones de personas, usuarios todos ellos de un complejo entramado de plataformas tecnológicas que conforman el ecosistema digital de China. Esta trepidante dinámica de digitalización de la sociedad ha llevado a que China cree un unicornio cada 3,8 días en 2018, según un estudio de Hurun Report, posicionando la tecnología Made in China en la vanguardia mundial.

China, un país de unicornios, acoge a 186 de estas empresas, generando un crecimiento del 50% respecto a los 120 con los que contaba en 2017. No solamente el crecimiento es significativo en el número de nuevas empresas, sino que los 181 unicornios tienen un valor agregado de más de 736.000 millones de dólares, casi el doble de la valoración de los 120 unicornios de 2017 que alcanzaban los 433.000 millones de dólares. En la creación de este tipo de empresas juegan un papel destacado los grandes titanes tecnológicos en su papel de incubadoras o aceleradoras, contando hasta 11 unicornios con el apoyo de Alibaba, mientras que Tencent ha confiado su inversión en 28 de estas empresas.

A medida que existen ciertos sectores que con el tiempo empiezan a considerarse ya maduros en el mercado chino, como el e-commerce, comienzan a estar en alza otros nuevos intentando satisfacer rápidamente la demanda de los usuarios. Por sectores, lideran la clasificación los unicornios relacionados con los servicios de Internet, seguidos del e-commerce y las FinTech. Precisamente es en el sector de los servicios financieros online donde se encuentra el unicornio con mayor valoración de mercado, Ant Financial, compañía de la que Alibaba posee un 33% y que está valorada en 148.400 millones de dólares. Por ubicación, Beijing sigue siendo la ciudad elegida para desarrollar el mayor número de unicornios que genera China, tanto por los ya existentes como por los nuevos creados durante el último año. Las ciudades de Shanghai y Hangzhou, ciudad natal de Jack Ma, ocupan el Top 3 de los grandes hub de innovación que está desarrollando China, aunque en el último año Nanjing ha conseguido posicionarse como uno de los centros con más atractivo para atraer la innovación, principalmente por la vocación de la ciudad por desarrollar la tecnología del automóvil del futuro.

De los 97 nuevos unicornios creados en 2018, 23 de ellos están relacionados con el sector servicios, principalmente relacionados con la demanda de las bicicletas y coches compartidos. El siguiente grupo que mayor número de unicornios agrupa es el de salud y medicina, seguido del de educación, Big Data y Cloud Computing, que muestran el creciente interés de la sociedad china por estas nuevas tecnologías y los servicios asociados a las mismas. Por el contrario, la madurez del mercado del e-commerce en China, donde los consumidores cubren plenamente sus demandas con los servicios que ofrecen los titanes tecnológicos chinos como Alibaba y JD.com, supone que apenas sean dos los nuevos unicornios creados en este ámbito.

Ahora que la economía china está sufriendo una importante desaceleración motivada por la guerra comercial con Estados Unidos, la aportación de los unicornios a la nueva economía digital resulta fundamental para mantener los ritmos de crecimiento económico de China. El escenario de inestabilidad que está provocando a nivel mundial el conflicto internacional ha lastrado las exportaciones chinas en enero hasta un 21% respecto al año anterior, un impacto mayor de lo que habían pronosticado los analistas, lo que está provocando retrocesos en el resto de economías mundiales. De ahí que China siga confiando en sus unicornios para intentar mantener el ritmo de desarrollo económico ante una situación que ya ha sobrepasado la tregua de tres meses establecida y cuyas consecuencias en el medio plazo todavía son inciertas. (Foto: Andrew Morrell)

THE ASIAN DOOR: China, el dragón de las FinTech. Águeda Parra

La revolución tecnológica es una de las grandes señas de identidad del siglo XXI. Durante este período, el mundo será testigo de grandes innovaciones que afectarán a las costumbres y hábitos de una sociedad que está inmersa en un frenesí de cambios tecnológicos. En este principio de siglo, los avances en cloud computing, las múltiples aplicaciones de la inteligencia artificial, y el big data, están siendo los grandes protagonistas de redefinir cómo la sociedad interactúa con el entorno, mientras las empresas se encuentran obligadas a adaptar sus procesos para hacerse más ágiles, más dinámicas, y más innovadoras al fin y al cabo.

De ahí la aparición de las FinTech, empresas que combinan las finanzas con la tecnología para prestar nuevos servicios financieros basados fundamentalmente en las innovaciones que proporciona la tecnología en este ámbito. Uno de los mercados más conocidos donde operan las FinTech son en el entorno de los medios de pagos digitales, aunque el sector lo componen otros mercados claves que incluyen, por ejemplo, los préstamos en línea, la gestión de finanzas personales, y los seguros online, entre los más destacados.

Y si hablamos de medios de pago digitales, China está emergiendo como una gran potencia en el mercado FinTech no sólo en el ámbito de Asia Pacífico, sino también globalmente gracias a que el gigante asiático es el líder mundial indiscutible del mercado del e-commerce. De hecho, el milagro de las FinTech en China se entiende gracias a una población experta en tecnología, donde las nuevas generaciones de nativos digitales son los grandes referentes para modelar el futuro del e-commerce y la economía digital mundial.

A finales de 2017, China registró un nuevo record en usuarios de Internet, alcanzando los 772 millones de internautas, que representan un ecosistema digital mayor que toda la población de Europa, que alcanza los 744 millones de personas. A lo que hay que sumarle un incremento en los ingresos de una clase media creciente que consume cada vez más y es capaz de generar un gasto en e-commerce en 2016 de  782.000 millones de euros, mayor que el registrado por Estados Unidos y Reino Unidos juntos.

Todo ello favorece que las inversiones FinTech realizadas en China durante los últimos años se hayan disparado. Entre julio de 2015 y junio de 2016, se alcanzó la cifra de 8.800 millones de dólares, lo que supone un incremento del 252% respecto a 2010. Situación a la que ha contribuido la irrupción de nuevos modelos innovadores de firmas tecnológicas chinas que han nacido en la última década, como es el caso del servicio de mensajería más famoso de China, WeChat, lanzado en 2011. Plataforma que ha sido esencial para que 688 millones de chinos pudieran realizar el envío durante la pasada celebración del Año Nuevo chino de 46 billones de hongbao, los tradicionales sobres rojos en su modalidad digital, superando con creces los 7,6 billones de pagos realizados por PayPal durante todo 2017.

Otro de los gigantes tecnológicos de China presenten en el sector FinTech es Alibaba que, con Tencent, se reparten el 90% de los pagos digitales en China, a través de las plataformas de Alipay de Alibaba, con un 54% del mercado, y TenPay de Tencent, con un 37%. La expansión del turismo chino se ha convertido en el gran aliado de los gigantes del e-commerce, ya que tanto Alipay como WeChat Pay son los medios de pago utilizados por los 135 millones de turistas chinos que gastaron 261.000 millones de dólares en sus viajes en el extranjero durante 2016.

En China, los sectores del e-commerce y los seguros online están liderando la industria FinTech, de modo que no es extraño que China cuente con 8 de los 27 “unicornios” FinTech, es decir, las startups que los inversores valoran por encima de los 1.000 millones de dólares, mientras Estados Unidos cuenta con 12, demostrando que una parte importante de los nuevos unicornios FinTech está naciendo en China. Una prueba más de que las empresas chinas se están haciendo globales y son las actuales líderes mundiales de la industria FinTech.

THE ASIAN DOOR: A los unicornios les gusta China. Águeda Parra

Hasta hace unos años, era normal que Estados Unidos fuera el país que contara con un número mayor de unicornios, es decir, las denominadas startups tecnológicas de inversión privada que tienen un valor superior a los 1.000 millones de dólares. Sin embargo, con el milagro tecnológico que está experimentado China en los últimos años, los unicornios comienzan a proliferar fuera de Silicon Valley y emprenden su estrategia de hacerse globales desde China hacia los mercados internacionales.

Durante 2017 ha seguido creciendo el número de empresas tecnológicas globales que se han convertido en unicornios, hasta 46 compañías, según un informe de CB Insights, situación que ha intensificado la competencia entre la primera y la segunda potencia mundial por conseguir situar un mayor número de unicornios en la clasificación mundial. Solamente en 2017, China consiguió crear 17 de estas grandes empresas tecnológicas globales, a poca distancia de las 19 compañías que aportaba Estados Unidos.

La carrera en estos años ha sido trepidante, y China ya sitúa a 56 titanes tecnológicos en la clasificación de 2017, cuando en 2014 solamente tenía 8 unicornios. Por tanto, no parece extraño que en el próximo lustro la situación cambie y China pueda comenzar a liderar la clasificación mundial de unicornios, una vez que ya ha adelantado a Europa en la creación de este tipo de empresas.

El desarrollo tecnológico en China ha sido el gran desencadenante de que el gigante asiático se esté disputando los primeros puestos en el Top 10 de unicornios más grandes del mundo en 2017. En esta clasificación, el gigante asiático aporta cuatro empresas, la firma de transporte Didi Chuxing, y el fabricante de teléfonos móviles Xiaomi, en segundo y tercer puesto, liderando el Top 3 la estadounidense del transporte privado, Uber. Los otros dos titanes tecnológicos se sitúan al final del grupo de los 10 principales unicornios, ocupando Lu.com y China Internet Plus Holding los puestos octavo y noveno, respectivamente.

Una de las principales ventajas que tienen los unicornios chinos es el tamaño del mercado en el que se desarrollan. Las dimensiones del gigante asiático facilitan que se puedan expandir y desarrollar nacionalmente. La competencia en el mercado chino y la amplia experiencia adquirida durante este tiempo terminarán por animar a los unicornios de creación China a que den el salto hacia los mercados internacionales, donde ya comienzan a realizar las primeras incursiones. Con ello, los unicornios chinos entrarán en competencia directa con las empresas extranjeras en su propio territorio, y la lucha no será únicamente por conseguir una mejor cotización bursátil, sino por quién capta un número mayor de usuarios.

Otro aspecto destacado es el uso masivo de la tecnología en la sociedad china, que cuenta con una clase media creciente que está ampliando su nivel de gasto, facilitando que se creen un número mayor de nuevos unicornios en torno al sector del e-commerce y de las plataformas online. Y son las grandes tecnológicas de China del sector de los pagos digitales las que están invirtiendo para desarrollar la industria, de ahí que el 46% de los unicornios chinos hayan recibido la participación de empresas como Baidu, Alibaba y Tencent, según el citado informe.

La irrupción de los unicornios chinos en la escena internacional ha supuesto una duplicidad entre las grandes tecnológicas mundiales, como Tencent, que es la versión china de Google, Didi que emula el negocio de Uber, y WeChat, que es lo más parecido a Facebook. Empresas que se están viendo favorecidas por el efecto de los “sea turtles”, nombre como se denomina a los graduados chinos en universidades extranjeras que deciden regresar a los centros tecnológicos de China donde se está apostando por la innovación y el talento. Durante 2016, 432.000 graduados decidieron que China aportaba mejores oportunidades para desarrollar su trayectoria profesional que las que podrían encontrar en Silicon Valley.

El mercado chino se mueve con rapidez, y el ritmo de crecimiento de la economía del 7%, muy superior al alcanzado por el resto de grandes potencias mundiales, favorece la creación de nuevos unicornios tecnológicos, impulsado, fundamentalmente, por la apuesta del gobierno chino de convertirse en la primera economía mundial en 2030. Los unicornios chinos han venido para quedarse, y para crecer en número cada año, de modo que dependerá del dinamismo tecnológico del resto de economías que haya competencia en la futura economía digital. (Foto: DWRL U. Texas, Flickr)