THE ASIAN DOOR: La oferta turística española aprende chino. Águeda Parra

China revalida año a año su condición de primera potencia en emisión de turistas al extranjero, alcanzando en 2018 la cifra récord de 149,72 millones de viajeros, según datos del Ministerio de Cultura y Turismo. También sucede que año a año Europa consigue incrementar su atractivo entre los destinos elegidos por los turistas chinos en sus viajes al extranjero, dándose durante 2018 dos circunstancias que favorecieron este crecimiento.

La guerra comercial que mantienen las dos primeras potencias mundiales durante hace más de año y medio ha supuesto una caída en el número de viajeros chinos hacia Estados Unidos de un 5,7%. Esta circunstancia ha generado un flujo hacia otros destinos, entre ellos Europa, que se ha visto favorecida de una situación geopolítica que está reconfigurando el esquema global de relaciones diplomáticas. Asimismo, en el atractivo de Europa como destino para los turistas chinos también ha influido la celebración del Año del Turismo China-UE 2018, considerándose el otro hito importante que ha impulsado la recepción de un número mayor de visitantes chinos hacia Europa. En conjunto, las dos circunstancias han propiciado un incremento en el número de reservas hacia países europeos durante los primeros cuatro meses de 2019 de un 16,9%, según las tendencias del mercado analizadas por Dragon Trail.

Entre los países europeos, España no figura entre los destinos preferentes para el turista chino, ocupando el noveno puesto en el Top 10, poniendo de manifiesto el desequilibrio del atractivo turístico que representa nuestro país como segunda mayor potencia mundial en recepción de turistas, con 82 millones de visitantes en 2018. No obstante, el interés del turista chino por España es creciente, siendo el destino elegido por unos 650.000 visitantes en 2018, lo que supone un incremento del 25,5% respecto a 2017, según datos de la consultora Planet. Sin embargo, el hecho de que el turista chino sea el que más gasto medio hace en sus desplazamientos al extranjero está propiciando cambios para adaptar nuestra tradicional oferta de turismo de sol y playa. El nuevo paradigma para atraer a los visitantes chinos va a hacer prevalecer en la oferta turística la diversidad gastronómica, la rica herencia cultural y el patrimonio histórico, haciendo que el gran atractivo de la oferta turística sea el disfrute de experiencias únicas.

Este cambio de paradigma pasa además por tener más presencia en las agencias turísticas en origen, y prepararse para recibir al nuevo tipo de turista en destino, con una previsión de que serán 400 millones de visitantes chinos los que viajen al extranjero en 2030, según China Outbound Tourism Research Institute. Siendo el aeropuerto el primer punto de entrada, las terminales de Barajas y El Prat serán los primeros puntos que comenzarán a hablar chino. La adaptación de AENA surge del MoU suscrito entre AENA y Ctrip, el mayor proveedor de viajes de China, para incorporar los gustos chinos a la oferta gastronómica, además de contemplar otras costumbres del nuevo tipo de turista, como las típicas fuentes de agua hirviendo en los puntos de embarque.

El objetivo es posicionar España entre los destinos preferentes del turista chino en Europa, haciendo atractiva la ruta de las líneas aéreas que conectan España con diferentes ciudades del gigante asiático, pasando así a competir por captar una cuota de mercado que actualmente circula mayoritariamente por los aeropuertos de París y Londres. A las seis aerolíneas que conectan España con China se unirá próximamente China Southern, que complementa el acuerdo suscrito por Iberia con Spring Airlines para conectar con código compartido vía Shanghai cuatro destinos en China, además del ya existente con Hainan Airlines con el que se conecta con cinco ciudades en el gigante asiático.

Los cambios también incluyen la incorporación de los medios de pago AliPay y WeChat Pay al nuevo esquema de adaptación a las costumbres del turista chino. Estas dos aplicaciones son las más populares en China gracias al efecto que está provocando la revolución tecnológica en la adopción de nuevas herramientas digitales, convirtiendo el uso del papel moneda en una costumbre en decadencia. Facilitar el medio de pago supone incrementar significativamente el volumen de ventas en establecimientos y tiendas de lujo del aeropuerto. Los turistas chinos son los que más gastan en sus desplazamientos, y en su paso por las terminales españolas realizan un gasto de media 3 veces superior a los turistas de América Latina, 9 veces el de los europeos y 16 veces mayor que los ciudadanos españoles.

Se trata de adaptar la realidad tecnológica que se vive en China a la experiencia que experimentan los turistas chinos cuando salen al extranjero, favoreciendo que todo el ecosistema tecnológico que forma parte de su día a día siga presente en sus desplazamientos. Iniciativa que seguramente potenciará el atractivo de España entre los destinos más demandados en sus viajes por Europa.

THE ASIAN DOOR: España, Europa, China y el 5G. Águeda Parra

Si la Revolución Industrial fue el fenómeno que produjo un rápido cambio de las estructuras económicas de los países europeos aumentando su capacidad productiva, la Revolución Tecnológica propiciará un salto cuantitativo y cualitativo similar tres siglos después. La transformación en este caso procederá de que las variables económicas que generen crecimiento económico serán producto del desarrollo de las nuevas tecnologías en los procesos productivos, gracias a la capacidad del 5G de transferir grandes volúmenes de datos.

Pasaremos a una segunda globalización, muy distinta de la primera que protagonizó la Ruta de la Seda, donde China volverá a tener un papel clave gracias a la determinación del gigante asiático por generar nuevos ecosistemas que propicien la siguiente revolución, en este caso tecnológica. Todo ello gracias a que China ha protagonizado un “Gran Salto Adelante” en I+D en las últimas dos décadas, superando el gasto de la Unión Europea en 2013, y alcanzando un 2,18% del PIB en 2018, hasta los 291.580 millones de dólares, y con previsión de terminar 2019 con un gasto del 2,5%, según fuentes oficiales. Con esta determinación por la innovación, China reduce distancias con el 2,78% del PIB que dedica a I+D Estados Unidos, aunque todavía lejos del 4,5% del PIB que destinan países como Israel y Corea del Sur.

Los avances en las nuevas tecnologías y la adopción que hagan de ellos las sociedades del futuro serán el principal motor que impulse el desarrollo económico mundial. Abanderando este proceso de transformación está la tecnología 5G, motor de los cambios económicos y sociales que se van a producir en las próximas décadas cuando cada sector comience a desarrollar aplicaciones propias en un nuevo modelo productivo que hoy todavía es difícil de imaginar. Si la irrupción del smartphone tuvo el efecto de impulsar nuevos modelos de negocios aprovechando las prestaciones del 4G, la disrupción tecnológica que generará el 5G provocará una transformación socioeconómica mayor en los modos y usos de utilizar la tecnología. Todo ello gracias a disponer de una red que debe cumplir unos altos niveles de estabilidad y ser capaz de mantener el rendimiento que requiere una industria 4.0 basada en robots.

Las redes 4G comenzaron a estar disponibles en 2013 y casi una década después se dará paso al despliegue comercial del 5G de forma masiva. En la nueva generación tecnológica, la participación de China en cuestión de estándares se ampliará considerablemente respecto a anteriores generaciones, principalmente gracias a Huawei, que ampliará su liderazgo tecnológico respecto a sus competidores europeos y norteamericanos, con sustanciales aportaciones en el campo de la IoT. El paso de una red operada por componentes hardware a una gestionada por software facilitará la creación de un nuevo escenario donde consiga despegar toda la potencialidad de la IoT. Habrá un mayor número de dispositivos conectados a la red, llegándose a alcanzar el millón de dispositivos conectados en un kilómetro cuadrado, cien veces más de la capacidad que proporciona el 4G.

En nuestro ámbito, será la Comisión Europea la que establezca un marco común para todos los países miembros en cuestión de ciberseguridad. Para ello, ha contado con la aportación y análisis de los diferentes gobiernos, que han aglutinado también la posición de las operadoras. Por parte del Gobierno español, la recomendación está en línea con apostar por la “diversificación de suministradores” y abogar por la “redundancia de equipos críticos”, según el estudio en el que han participado las operadoras, coordinadas por la Dirección General de Telecomunicaciones y Tecnología de la Información, y en el que la visión gubernamental la ha aportado la Dirección General de Seguridad Nacional.

Mientras tanto, Europa prosigue lentamente con el despliegue de red 5G. Italia y Reino Unido son los otros dos mercados con despliegues en Europa con red Vodafone, a los que hay que sumar los despliegues comerciales de las operadoras EE (Everything Everywhere), también en Reino Unido, Swiscom y Sunrise en Suiza, Elisa en Finlandia, y Monaco Telecom en Mónaco, todos ellos utilizando servicios 5G bajo la modalidad NSA, la única disponible en todo el mundo por el momento. En otras partes de Europa, el despliegue 5G no está tan avanzado, ya que en Alemania acaban de terminar la subasta de frecuencias, por un valor de licitación de 6.550 millones de euros, mientras en Francia no lo harán hasta finales de año. Un retraso que no beneficia al conjunto de la Unión Europea si el propósito es liderar las nuevas capacidades que proporciona el 5G.

THE ASIAN DOOR: Alibaba acerca la Ruta de la Seda digital a las empresas españolas. Águeda Parra

El complejo mercado chino ha supuesto siempre una barrera de entrada importante para nuestras empresas internacionales. La necesidad de abordar la estrategia de expansión internacional en China de la mano de un socio local ha supuesto una dificultad mayor para nuestro tejido empresarial más mayoritario, el formado por pequeñas y medianas empresas, que ha llevado en muchos casos a desechar la idea de internacionalización hacia el mercado asiático.

Los mercados evolucionan, y el comercio electrónico se está convirtiendo en la plataforma más idónea para que empresas de todo el mundo se acerquen al gigante asiático, reduciendo las barreras que suponen las diferencias culturales. Adaptarse a los gustos y preferencias del cliente chino es una prioridad del marketing online, muy necesaria para que las empresas españolas tengan éxito en su relación con los titanes tecnológicos chinos y, en especial, con su nueva estrategia de expansión internacional.

Hasta el momento, las empresas españolas más internacionales han conseguido estar presentes en el mercado chino con tiendas presenciales, pero cada vez más aumentan aquéllas que forman parte de los entornos virtuales de los marketplaces que Alibaba, Tencent y JD han diseñado como grandes exponentes de la revolución tecnológica que vive China. Los titanes tecnológicos chinos, en su fase de expansión internacional, están acercando sus ecosistemas digitales a otros mercados, ofreciendo a las empresas locales operar en sus marketplaces internacionales donde hasta el momento solamente estaban presentes las referencias de productos chinos.

Éste es el caso de AliExpress, la plataforma con la que Alibaba ofrece los productos de empresas chinas en el extranjero y que en su nueva estrategia de internacionalización va a incorporar a vendedores de España, Italia, Turquía y Rusia para que ofrezcan sus productos dentro de la plataforma con operación en el propio país, con la opción de que en unos meses alcancen otros mercados internacionales donde opera AliExpress. Aunque entre los destinos de exportación queda excluida China, ya que Alibaba opera en el país a través de Tmall, la cooperación con AliExpress supone un gran impulso para agilizar los mecanismos de internacionalización de las pymes españolas que, debido a su menor tamaño, tendrían más difícil entrar a operar en otros mercados.

En el ecosistema que ha creado AliExpress en los nueve años que lleva funcionando, los 150 millones de usuarios únicos registrados en la plataforma pueden encontrar hasta 50 millones de productos en 220 países. El objetivo con esta nueva estrategia es que AliExpress se convierta en una plataforma de e-commerce global, y no meramente un punto de venta de los productos chinos fuera del país, con el objetivo de alcanzar los 500 millones de clientes en todo el mundo y contar con 1 millón de pymes. Con el despliegue en España, el segundo mayor mercado para AliExpress por detrás de Rusia, la compañía china pretende pasar de las 1.000 pymes registradas desde el mes de marzo hasta las 10.000 a finales de 2019, consolidando así su posición en España donde ya es la segunda plataforma de comercio electrónico por detrás de Amazon, después de superar a eBay.

El éxito de este tipo de plataformas dentro de China se debe a la alta penetración del e-commerce, que en el país asiático se sitúa en el 25%, mientras que en España apenas alcanza el 10%. A pesar de que el comercio electrónico no está tan extendido en nuestro país, la tasa de penetración de Internet es una de las más altas de Europa. Este factor, junto con el acceso a los mercados europeos, la conexión con América Latina y la fama de nuestras marcas, son los elementos diferenciales que le han servido a AliExpress para elegir España como laboratorio para su expansión internacional.

Pekín está desplegando a través de la Ruta de la Seda digital su ecosistema tecnológico más allá de la “Muralla China”. A esta dinámica se ha sumado también El Corte Inglés que, tras la firma de un primer acuerdo en 2018, ha reforzado recientemente la colaboración con la empresa china para incorporar nuevas marcas en el marketplace de AliExpress. Con ello, no sólo la compañía española se suma a la Ruta de la Seda digital que está implantando China en el extranjero, sino que la misma plataforma se está convirtiendo en el facilitador para que las marcas españolas lleguen a los mercados internacionales de la mano del gran referente del e-commerce mundial.

La estrategia de Alibaba fuera de España es impulsar la potencialidad del e-commerce más allá del gigante asiático, donde se posiciona como el máximo impulsor de que el comercio electrónico en China sea el mercado más grande y el que más crece del mundo. Con esta estrategia de internacionalización de AliExpress, Alibaba está consiguiendo una colaboración win-win que beneficia a ambas partes. Para los productos españoles supone conquistar los mercados internacionales de la mano de la mayor empresa de e-commerce mundial, mientras que para el titan tecnológico chino significa afianzar su posición fuera de Pekín a través de las rutas digitales que está tejiendo en su expansión internacional. (Foto: Wojtek Gurak)

THE ASIAN DOOR: Las exportaciones españolas buscan el maná de Yiwu. Águeda Parra

El tren Yiwu-Madrid es el máximo exponente de la apuesta de Xi Jinping de conectar China con Europa a través de la línea de ferrocarril más larga del mundo. Con un trayecto de 13.052 kilómetros, el tren de carga que une Oriente con Occidente recorre una distancia superior a la ruta de pasajeros transiberiana Moscú-Vladivostok. Una ruta cultural, comercial y económica, pero también con una marcada componente geopolítica.

8 países, 21 días, 14 trenes y 4 tipos diferentes de vías son las cifras que caracterizan la mayor apuesta férrea lanzada en décadas para hacer posible el “sueño chino” de Xi Jinping de abrir nuevos mercados a los productos nacionales. Una tercera alternativa a la conexión marítima, más lenta, y a la opción aérea, más rápida, pero sustancialmente más cara. Teniendo en cuenta que el transporte marítimo se mantiene como la opción dominante en el transporte de mercancías, superando el 94% del comercio por peso y el 64% por valor en 2016, según datos de Center for Strategic and International Studies (CSIS), la apuesta de la vía férrea puede convertirse en el as en la manga de una alternativa de transporte masiva, además de servir de instrumento de la diplomacia china por los países que atraviesa la ruta.

Si importante es encontrar nuevos mercados para los productos chinos, igualmente estratégico es convertir el único de los seis corredores que forman la nueva Ruta de la Seda en el emblema político de China. Un emblema para la política nacional de Xi Jinping, pero también un referente internacional de la política exterior del presidente chino como impulsor de un nuevo liderazgo regional y global. En la cuestión nacional, la ciudad de Yiwu, en la provincia de Zhejiang, representa la nueva era dorada del desarrollo de las ciudades del interior de China, buscando un mayor equilibrio con las hasta ahora privilegiadas ciudades costeras, que han acaparado durante décadas todo el protagonismo en el desarrollo económico de China.

Situada a 300 kilómetros de Shanghai, la ciudad de Yiwu es el bazar chino más grande del mundo. El gran mercado de venta al por mayor es una máquina de exportación de productos básicos chinos, que factura anualmente 13.210 millones de euros y atiende a más de 200.000 clientes al día. Una ciudad idónea para convertirse en la estación de inicio del tren de mercancías que, desde que en noviembre de 2014 realizara su primer trayecto, recorre China y atraviesa Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania y Francia hasta llegar a España, con paradas intermedias en Barcelona y Zaragoza, pero con destino final Madrid. En los contenedores, viajan equipos electrónicos, ropa, juguetes, café, vino y cultivos.

El transporte por vía férrea es una alternativa sostenible y más rápida que la marítima, pero no exenta de dificultades operativas y logísticas. El cambio de vía entre el estándar que utiliza Rusia, además de otras antiguas repúblicas soviéticas, ha requerido de China una inversión en este tipo de infraestructuras sin precedentes. Como resultado, la ciudad de Khorgos, en Kazajistán, alberga hoy el mayor puerto seco del mundo, capaz de adecuar los tipos de ancho de vía de China, que comparte con Europa Occidental, con los que se utilizan en Asia Central, una operativa que es necesario repetir de nuevo entre Bielorrusia y Polonia. Aunque efectivo para hacer viable la conexión de extremo a extremo, es un proceso que incorpora retrasos y cuellos de botella en estas zonas. Una mejora de la logística podría conseguir reducir en un futuro el trayecto entre Yiwu y Madrid a 18 días, una razón más para hacer más atractiva esta alternativa respecto a la opción marítima o aérea.

El resultado de estas inversiones hace que los grandes logros procedan del ámbito internacional. De una conexión inexistente hace una década, el Nuevo Puente Terrestre Euroasiático, como así se denomina este corredor, hoy conecta 35 ciudades chinas con 34 europeas. Solamente en 2018, se alcanzó la cifra récord de 3.673 trayectos a través de las diversas rutas que conforman la ruta entre China y Europa, un incremento del 116% respecto al año anterior, según la Comisión Nacional de Desarrollo y Reformas de China. Entre los logros, los diplomáticos tienen, si cabe, un mayor valor, y gracias al acuerdo alcanzado entre Xi y Putin, desde 2018 Rusia ha abierto la exportación de manzanas procedentes de China, levantando un veto que todavía mantiene para la Unión de Europa, de introducir y que transiten frutas, verduras, cárnicos y productos frescos por su territorio.

Un acuerdo comercial que servirá para mejorar los ratios de eficiencia en los trayectos de vuelta, que apenas registran la mitad de los viajes de ida, y en ocasiones regresan vacíos. El negocio del transporte de mercancías por tren es todavía muy incipiente para China, y está por explotar. Sin embargo, es un mercado en alza que bate récords de transporte, responsable en parte del incremento del comercio entre China y Europa en un 7,65% entre 2007-2016. La apertura de nuevos centros de distribución ferroviaria y la incorporación de una nueva selección de productos aptos para el viaje, permitirá duplicar el comercio entre 2015-2019 respecto al registrado entre 2012-2014, según las estimaciones.

De ahí la oportunidad que se le brinda a las exportaciones españolas. Con el objetivo de mejorar ese ratio de eficiencia, y aprovechando la celebración del tercer aniversario del primer viaje del tren, la Fundación para el Intercambio entre Yiwu y España ha puesto en marcha un viaje conmemorativo para dar a conocer la cultura, la gastronomía y las exportaciones españolas en la Feria de Productos Importados de Yiwu 2019, que se celebrará entre el 20 y el 28 de mayo, contando con España como país invitado. Una espléndida ocasión para potenciar los acuerdos comerciales que permitan reducir el número de trenes que regresan vacíos, en parte por el veto ruso, pero también por el desconocimiento de la amplia oferta del mercado español para los intereses y gustos chinos.

INTERREGNUM: Xi en España. Fernando Delage

En vísperas de la conmemoración de los 40 años de la puesta en marcha de la política de reformas chinas, y de la adopción de la Constitución española, el presidente de la República Popular, Xi Jinping, visita Madrid. En estas cuatro décadas la posición internacional de ambos países ha cambiado de manera notable; también el alcance de sus relaciones, tanto económicas como políticas. Aunque la asimetría entre las dos naciones condiciona el margen de maniobra español, China no es sólo un asunto bilateral, sino quizá uno de los mejores ejemplos de los desafíos del mundo de la globalización.

Cuando, en diciembre de 1978, la tercera sesión plenaria del XI Comité Central del Partido Comunista decidió abandonar el modelo de planificación de décadas anteriores e integrarse en la economía mundial, Deng Xiaoping sólo quería corregir el retraso que arrastraba China y asegurar la supervivencia del régimen político. Nadie podía imaginar cuáles iban a ser los resultados de ese proceso. Desde 2001 —año en que se adhirió a la Organización Mundial de Comercio (OMC)—, su PIB se ha multiplicado por nueve, el porcentaje que representa de la economía mundial se ha quintuplicado (hasta el 20 por cien), y su renta per cápita ha aumentado ocho veces. En 2009 superó a Alemania como mayor potencia exportadora y, en 2013, a Estados Unidos como mayor potencia comercial. Su producción industrial, equivalente en el año 2000 a la cuarta parte de la de Estados Unidos, superó en 2017 la de Estados Unidos y Japón juntos. En el último lustro, China supuso por sí sola más del 30 por cien del crecimiento global. El gobierno australiano estima que, hacia 2030, la economía china será dos veces mayor que la de Estados Unidos (42 billones de dólares frente a 24 billones de dólares).

La España que visita Xi esta semana es un pequeño país por comparación. Pero eso no significa que no resulte atractivo para los dirigentes chinos. La transición española —de los Pactos de la Moncloa al sistema autonómico— y la internacionalización de nuestras empresas ha atraído desde hace años el interés de los expertos del gigante asiático. La influencia económica y política de España en la Unión Europea y, sobre todo, en América Latina, nos proporciona una influencia superior a la que correspondería a una simple potencia media. Por parte española, nuestras multinacionales aspiran a estar en los proyectos de la Ruta de la Seda, pero el gobierno no puede ignorar las implicaciones políticas de la iniciativa ni las dificultades de acceso al mercado chino. Desconocemos al escribir estas líneas si se firmará un memorando de entendimiento sobre el gran proyecto de Xi, como ya han hecho una docena de Estados miembros de la UE pero han rechazado Francia, Reino Unido o Alemania. El presidente chino nos visita sólo días después de que la Unión haya dado el visto bueno a un mecanismo de supervisión de las inversiones extranjeras en el Viejo Continente, diseñado con China como principal objeto de atención.

Más allá de iniciativas concretas, la visita de Xi debería servir de estímulo para reconocer el déficit de conocimiento y atención sobre China y, en general, sobre la región que se ha convertido en el nuevo centro de gravedad de la economía y política mundial. También resultaría conveniente adaptar las estructuras de la administración española, aún marcadas por un excesivo eurocentrismo y atlantismo. No puede entenderse que Asia, un continente que representa el 60 por cien de la población y más del 40 por cien del PIB global, siga sin contar con una dirección general propia en el ministerio de Asuntos Exteriores, por ejemplo.

Prosperar en el mundo del siglo XXI no depende tan sólo de encontrar nuevas oportunidades exteriores de negocio para nuestras empresas o de un mayor proactivismo diplomático. La tarea es más bien interna: se requiere ante todo contar con una estructura económica que prime la productividad—lo que resulta inseparable de la innovación—, así como un sistema educativo diseñado para una era de competencia internacional. En último término se requiere un Estado estratégico, con capacidad para identificar los intereses nacionales a largo plazo y formular la estrategia que haga posible su consecución. Los líderes chinos saben dónde quieren estar a mediados de siglo. ¿Lo saben los políticos españoles? ¿Los de Occidente en su conjunto? (Foto: Marco Bertazzoni, Flickr.com)

Entrevista a Carlos Sentís, Director General de HenKuai “Los chinos ni siquiera saben que Zara es española” (y II) Miguel Ors Villarejo

Segunda parte de la entrevista a Carlos Sentís, Director General de HenKuai, consultora especializada en impulsar las relaciones con China.

Pregunta: Muchos hombres de negocios se quejan de que hay poca seguridad. Estuve allí hace unos años y me contaron la historia de un catalán que se puso a fabricar porteros automáticos en China y, al principio, todo iba muy bien, vendía un montón. Pero de pronto los ingresos se hundieron y, cuando fue a ver qué ocurría, descubrió que el socio había montado una planta igual que la suya y ya solo comercializaba sus porteros, claro. ¿Son habituales estos incidentes.

Respuesta: El extranjero que hace negocios en China está en desventaja, eso es un hecho.

P: ¿Y cómo se neutraliza esa desventaja?

R: Con imagen. Si tú tienes una marca potente, por mucho que un competidor te copie, el daño que te podrá hacer será relativo. A Starbucks le han salido multitud de imitadores en China, pero ha resistido gracias a su nombre.

P: ¿Y eso cómo se hace?

R: En primer lugar, hay que ser prudente y, en segundo, es vital tener relaciones.

P:Ir a pecho descubierto es un suicidio.

R: Ir a pecho descubierto es un suicidio en China y en cualquier lado. Si no tienes contactos y estás mal asesorado, acabas pagándolo. Hay que recopilar información, ver qué puedes ofrecer y testarlo con la propia comunidad china en España. Una vez hecho eso, empiezas a crear relaciones: viajas con una delegación, conoces a gente, generas una clientela modesta y realizas inversiones a medida que vas facturando. Los problemas surgen cuando o bien no quieres invertir ni en un becario, o bien tiras la casa por la ventana y pones un millón y te sientas a esperar el retorno. Eso es una locura, el millón no va a volver nunca. Hay que ir con calma, con planes a 10 años, lo cual no debería sorprender a nadie. En ningún mercado te vuelves el rey nada más llegar.

P:Y hacen falta socios…

R: Hay un catálogo de sectores: en unos puedes entrar solo, en otros tienes que ir acompañado y en otros no entras ni solo ni acompañado, porque se consideran estratégicos: la defensa, la energía, etcétera. Pero la mayoría son libres y, técnicamente, no necesitas a nadie, aunque nosotros aconsejamos ir de la mano no ya de un socio, sino de varios.

P:¿Y eso?

R: Para diversificar el riesgo. Si confías en una única persona, toda tu inversión dependerá de ella. Te planteará acuerdos exclusivos en los que ella podrá vender a quien le dé la gana, pero tú solo podrás vender a través de ella. Te explicará que conoce al alcalde y al secretario del partido y que le tienes que dar un millón de euros para marketing, pero luego ni conocen al alcalde ni conocen a nadie y el millón se lo gastan en sabe Dios qué, pero no en marketing.

P: ¿Cómo haces, entonces?

R: Nosotros ayudamos, pero se trata de aplicar el sentido común. Si avanzas poco a poco, informándote y estableciendo contactos, es imposible que te vaya mal.

P: ¿No hay instancias oficiales a las que pueda recurrirse?

R: El ICEX organiza misiones comerciales y ferias, y tiene herramientas que te permiten realizar análisis de mercados…

P: ¿En otros países hay más apoyo?

R: En general, sus delegaciones son más activas. Las nuestras son pequeñas y poco operativas. En los aeropuertos ves publicidad de Cuba, pero no de España.

P: A pesar de todo, el año pasado recibimos a 700.000 visitantes chinos.

R: Por el boca a boca, no porque estemos moviendo la rueda. Son turistas que ya habían estado en Francia y en Italia y han decidido probar en España.

P: ¿Qué sectores son los que más oportunidades brindan a nuestras empresas?

R: Turismo, agroalimentario, moda, educación y cultura, deporte, infraestructuras…

P: O sea, casi todos.

R: Es que no tenemos ventaja en ninguno. No nos conocen. Ningún chino te va a citar nada español. Aquí estamos convencidos de que somos superpotentes en construcción, pero alguna vez he llevado a una delegación china a que viera un puente o un túnel y entonces ellos me han explicado que en su región habían levantado una ciudad entera en cinco años.

P: ¿No han oído hablar de nuestra moda?

R: Como mucho de Zara, pero ni siquiera saben que es española.

Evento: Presentación del Instituto Seda España. Gema Sánchez.

El 19 de junio se presentó en Madrid el Instituto Seda España (ISE), una entidad privada que nace con el propósito de estrechar los lazos entre el medio centenar de países por donde transcurren los trazados marítimos y terrestres de la histórica y de la Nueva Ruta de la Seda. Este acercamiento puede abrir múltiples oportunidades, entre otras, el desarrollo del turismo cultural que, en el caso de España, cuenta con Valencia como ciudad de destino del mítico recorrido.

El evento estuvo presidido por Federico Mayor Zaragoza, en su calidad presidente de honor, al que acompañaron José María Chiquillo, responsable de la Plataforma On Line Ruta de la Seda Unesco y Francesc Colomer, secretario de Turismo de la Generalitat Valenciana. La presentación oficial del ISE corrió a cargo de su presidente, Fernando Molina, responsable del Silk Spain Travel, y como vicepresidente Enrique Gaspar, que a su vez dirige la Asociación Nexos-Alianza.

Al acto asistieron varios representantes del cuerpo diplomático de países de la Ruta de la Seda, el Presidente de Segittur, Fernando de Pablo Martín, la Embajadora para la Alianza de Civilizaciones, Belén Alfaro y el Embajador de España para Asia Central del Ministerio de Asuntos Exteriores, Manuel Larrotcha.

El nuevo Instituto busca equilibrar los intereses públicos y privados y favorecer el intercambio de ideas y contenidos  en el entorno del mundo de la seda. Fernando Molina desglosó las áreas de actividad en las que centran su esfuerzo, de las que señaló la importancia de las nuevas tecnologías, la inteligencia turística, la ruta inteligente, la transversalidad de las propuestas y la relación público-privada del ISE.

Enrique Gaspar, responsable de contenidos, comunicación y relaciones culturales del ISE, señaló una serie de proyectos concretos como una serie para televisión sobre la Nueva Ruta de la Seda, coproducciones cinematográficas (por ejemplo una película entre Kazajistán y España), conciertos con Eduardo Paniagua y orquestas de la Comunidad Valenciana, exposiciones, intercambio de estudiantes con sistemas de becas entre universidades de las regiones sederas de España, ciencia e investigación, etc. También se anunció la próxima presentación del nuevo Instituto en la Comisión Europea en Bruselas y en el Foro Global de Alianza de Civilizaciones, en noviembre, en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.

Valencia tuvo un especial protagonismo en la presentación, dada su condición de Ciudad de la Seda, tal y como recordó en su intervención el secretario de Turismo de la Generalitat Valenciana, Francesc Colomer, que aludió al valor patrimonial de la Lonja, el Colegio Mayor de la Seda, así como los beneficios que esto conlleva para el prestigio, la imagen y el turismo de la ciudad de Valencia y por extensión del resto de la Comunidad. La Ruta de la Seda favoreció los intercambios comerciales y culturales entre distintas civilizaciones y no se puede olvidar que Valencia tiene entre sus iconos más representativos productos que vinieron del extremo Oriente, como el arroz o la propia seda con la que se confeccionan los trajes tradicionales.

Durante la sesión, se proyectaron unos vídeos promocionales con imágenes de la diversidad y riqueza de las civilizaciones unidas por la ruta, subrayando el patrimonio histórico y cultural de Valencia. El acto también sirvió para la entrega de premios al reconocimiento de la labor profesional de quienes habían contribuido al impulso del Instituto desde diversas perspectivas.

FITUR: Turismo Chino en España

El pasado jueves 18 de enero 4asia asistió en FITUR a un evento sobre las perspectivas del turismo chino en España para 2018. El acto estuvo moderado por Rafael Cascales, presidente de la Asociación de Turismo de España China (ATEC), y contó con la presencia destacada de David Navarro, Director General de Casa Asia,  y de Javier Fernández Andrino, Director de Marketing Internacional y Lujo del Corte Inglés.

Durante el acto se facilitaron algunas cifras sobre la afluencia de turistas chinos a España durante 2017, que según las fuentes que se consulten oscilarían entre los 400.000 y 718.000 visitantes. En cualquier caso, estas cifras quedan todavía lejos de los 3 millones que recibió Francia, o los  1,7 millones de Italia. En esta misma línea, las 23 frecuencias aéreas semanales entre España y China palidecen frente a las más de 100 conexiones de Alemania, Francia o Reino Unido. Existe por tanto mucho margen de mejora respecto a nuestros competidores europeos, pero también a nivel global, ya que China emitió en 2017 más de 100 millones de turistas y se espera que esta cifra siga creciendo durante los próximos años debido a varios factores como son el aumento de la renta per cápita de sus ciudadanos, la tendencia alcista del yuan, y la reforma del modelo de crecimiento que favorecerá el consumo interno y el sector servicios sobre las manufacturas.

Para España sería especialmente beneficioso el aumento del turismo chino debido a que se trata de un viajero no estacional que busca conocer la cultura, la gastronomía, el arte y las tradiciones de los países que visita. Esto le convierte en un objetivo preferente para el turismo de interior, evitando así sobrecargar el tradicional turismo de sol y playa procedente del norte de Europa. Además, se trata de un viajero de calidad, que distribuye su gasto entre todos los subsectores turísticos y reserva parte de su estancia para realizar compras. Esto, tal y como señaló Javier Fernández durante su intervención, permite dar a conocer nuestros productos autóctonos que podrían ser demandados por los clientes chinos cuando vuelvan a su país.

Durante el actos e expusieron dos casos muy representativos de la diversificación que aportaría el aumento de viajeros chinos a la industria turística española. En primer lugar, Diana García, responsable de promoción turística de Aragón, explica como diseñaron en 2013 un plan específico de visitas culturales y gastronómicas cuyo éxito les ha permitido incrementar un 115% las visitas de ciudadanos chinos entre 2014 y 2017. En segundo lugar, Alicia Vanoostende e Inés Jiménez, Consejeras de Turismo de La Palma y Gran Canaria respectivamente, presentaron los proyectos existentes para potenciar la “Ruta de San Mao”. Se trata de una peregrinación que los turistas chinos vienen realizando desde hace años para visitar los lugares de las islas donde residió la famosa escritora taiwanesa “Echo Chen” durante uno de los periodos más intensos de su vida.

Por último, Lorenzo Palomares, director de la agencia de viajes ChinaSpain, destacó la importancia de utilizar los canales de promoción y venta que usan este tipo de clientes como son Baidoo y Wechat, anunciarse en redes sociales chinas y aprovechar el gran seguimiento que tienen los “influencers” en este país. En este sentido, llama la atención la iniciativa que tuvo el Corte Ingles en 2016 de invitar a cuatro de ellos a visitar España para promocionar el turismo y las compras en nuestro país.

Sin embargo, todos estos esfuerzos no valen de nada si luego no existe un programa de visados ágil que facilite la llegada de turistas chinos a nuestro país. Y esta es la principal queja de todos los conferenciantes. El problema, según explicó David Navarro, es que por un lado hay pocos puntos de expedición en China, y por otro, la empresa externa que ganó el concurso de exteriores para su gestión no está funcionando bien en este país. Por último se señalaron otras áreas a mejorar como son la conectividad aérea con China o la elaboración de un plan gubernamental para China.

China pide paso

China está consumando estos días un paso más en su estrategia de ocupar un lugar cada  vez más importante en la escena mundial y convertirse en un imprescindible actor político, económico y cultural. El mapa geopolítico mundial, incluso el que se diseña desde Occidente, no volverá a ser el mismo de hace unos pocos años y deberá tener a China en un lugar determinante.

La recuperación de la idea de la Ruta de la Seda como proyecto de impulso de China a escala global prevé una inversión de 900.000 millones de euros para resucitar y construir (o modernizar) las infraestructuras que unen Europa, Asia y África. Detrás de este proyecto hay muchas cosas y no es la menos importante la de concurrir en escenarios estratégicos más allá de la cuenca del Pacífico y la afirmación de soberanía en aquellas zonas. Todo apunta a que las repúblicas centro asiáticas verán una cada vez mayor presencia china y que las inversiones en África se verán más fortalecidas y protegidas desde el punto de vista de los intereses nacionales chinos. La presentación oficial en sociedad del proyecto con la presencia de los máximos dirigentes de una treintena de países muestra la importancia que el Gobierno de Pekín concede a esta estrategia.
España, como muchos países europeos, aspira a recibir contratos de construcción de infraestructuras y ese ha sido el eje de los discursos pronunciados por el presidente Mariano Rajoy en el marco de la puesta de largo del plan chino. No se sabe si eso llevará a España a dotarse de una estrategia asiática que hasta ahora ha estado ausente más allá de algunas líneas de actuación aisladas. Todo un reto para el Ministerio de Asuntos Exteriores obligado,  por una parte, a integrar en su estrategia general el papel ascendente de China y, paralelamente, a impulsar, proteger y facilitar el creciente interés de España y sus empresas en participar en economías al alza.

España juega en Japón

 

La visita de los reyes de España, esta semana, a Japón se produce en un momento importante para la región Asia Pacífico y en un contexto en el que Europa necesita estar presente en la medida en que EEUU da un paso atrás en el liderazgo económico pero ratifica sus compromisos de mantener su presencia militar ante la ofensiva diplomática y naval China en el Mar de la China.

Las relaciones entre España y Japón son tan intensas como discretas desde hace décadas. El bajo perfil como potencia de España, los intereses turísticos por atraer visitantes de aquel país y la creciente colaboración económica contribuyen a envolver juntas relaciones que deberían ir a más en la medida en que España sí está aumentando su protagonismo en la zona con los acuerdos en materia de defensa con Australia, Indonesia y, en menor medida, con Malasia.

Los reyes han recuperado su agenda internacional tras el largo parón ocasionado por la parálisis política, y esto se produce en un momento en que España está siendo impulsada a desempeñar un papel más importante en Europa por la retirada de Gran Bretaña de la UE y por la incertidumbre que suponen las próximas elecciones en Francia y en Alemania donde el populismo de la extrema derecha parece en claro ascenso y con posibilidades de obtener un triunfo en Francia.

En este escenario, la diplomacia desarrollada por la monarquía sigue siendo tan importante como en tiempos pasados, cuando Don Juan Carlos de Borbón garantizaba presencia en donde parecía que la política gubernamental parecía desdibujarse. No pocos éxitos comerciales, proyectos empresariales e influencia política se deben a estas actividades reales.